lunes, 22 de junio de 2009

MITOLOGÍA

'Los hombres no son iguales'. Estas cinco palabras, creo que fueron lo mas valioso que aprendí de la montaña de libros que tuve que leer, siguiendo las recomendaciones de los profesores no numerarios, y las pautas de un plan de estudios tan antiguo que aún incluía en el currículo de Económicas elementos humanistas, cuando pasé por las venerables aulas de la universidad vieja de Heliópolis, allá por los setenta.

Entre todos aquellos voluminosos manuales de viejas teorías hoy superadas, hubo un librito pequeño, en rústica, 'Sociología', de Salvador Giner, que establecía claramente la diferencia entre la realidad y el mito. Contraponía la radical desigualdad de lo humano en el plano de lo real, con la utopía de la igualdad de derechos que, si bien en lo formal roza con la realidad, en lo sustancial se acerca mas al dominio de la mitología.

Nunca agradeceré bastante a Giner que dejara fijada en mi memoria intelectual, para siempre, con esas cinco mínimas palabras con las que arrancaba su libro, la premisa que siempre hay que considerar cuando te acercas a la supuesta realidad, hoy tan vapuleada por la hipertrofia del tráfico comunicacional cada vez mas distante de la vieja distinción entre información y opinión.

He vuelto del lugar bucólico donde acostumbro a refugiarme temporalmente cuando percibo que necesito un cambio de escenario y en el Maravillas había dos periódicos. Me han llamado la atención tres titulares de los dos distintos periódicos. En uno de ellos, la entradilla de una página entera dedicada al desarrollo de la noticia, aludía a los 150.000 desempleados que habrá en Heliópolis en 2010.

Aplicando la premisa del libro de Giner, estimo que esa página corresponde mas al dominio de la mitología que al de la realidad, pues se presenta como noticia algo que está aún muy lejos de haber sucedido.

En cambio, este otro titular, 'Dispara al portero y a un cliente de una discoteca porque no le dejaban entrar' , corresponde, sin duda, al dominio de lo real, y en términos mas teóricos del análisis de la realidad, entra en el campo de la sociología del crimen.

Lo mismo sucede con este otro titular, 'La Iglesia reclama a Berlusconi que rinda cuentas por las fiestas con chicas' La existencia de testimonios gráficos en apoyo de esta demanda de la iglesia en relación con el perfil moral del primer ministro italiano, refuerza el carácter de realidad del suceso 'fiestas con chicas' al que alude la noticia, aunque en este caso, el dominio de su estudio sería mas bien la sociología del puterío.

La realidad deviene fácilmente en mito cuando se le aplica el tratamiento de la subjetividad. Así, cuando yo imagino una galería de arquetipos y los nombro como el pijo, la arpía, el beato, el putero, para referirme a sujetos reales, que son a la vez personajes públicos de la política, lo que tengo en mente al usar esos calificativos son, sobre todo, imágenes míticas que nacieron en su origen para dar forma humana, animal, o mixta, a la representación de creencias o ideas sobre los astros, la Tierra y los seres que la pueblan.

Cuando esas raíces mitológicas están presentes en el supuesto análisis de la realidad, de los comportamientos de los sujetos reales a quienes se cuelga esa imagen superpuesta sobre
su humanidad , todo lo que digas a continuación sobre hechos reales protagonizados por esos seres que tu tratas como si fueran entes míticos, queda contaminado por esa carga de creencias o ideas subjetivas, lo que comúnmente se conoce como prejuicios, y aunque tu creas que te mueves en el plano de la realidad, lo haces, invariablemente, en el de la mitología.

Incluso en ausencia de esos arquetipos, el pijo, la arpía, el beato, el putero, aunque prescindas de esas palabras para nombrarlos, no puedes estar seguro de que solo por el hecho de prescindir de los nombres que las representan, las ideas y creencias soportadas en esos mitos no estén presentes en tus supuestos análisis de la realidad, muchas veces sustentados en esos mitos ausentes en apariencia.

Para distinguir, en estos tiempos de hipertrofia de la información, de confusión generalizada, entre la información y la opinión, entre la realidad y el mito, nada mejor que volver al librito de Salvador Giner. 'Sociología' y a sus cinco primeras palabras, 'Los hombres no son iguales', aunque sean sujetos de iguales derechos. Esa proposición, que acota claramente los dos espacios, realidad y mito, aplicada de modo sistemático al hipertrofíado flujo de noticias que circulan en la sociedad de la información en la que nos desenvolvemos, puede ser de utilidad para distinguir un hecho real contado, de algo que pertenece al dominio de la mitología.

Por cierto, ¿De qué estamos hablando, de mitos o realidad.? De información? De opinión?. No sé.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 22-06-09.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios