FLUJOS Y STOKS

La entrada de hoy fue escrita ayer, con nocturnidad y sin ninguna intención alevosa, después del cine. El Maravillas sigue cerrado, pero hoy me he aventurado en el bar de al lado y había dos periódicos que decían lo mismo. Llevaban la misma cabecera, claro. No me resisto a añadir esta coda, aunque no es mi costumbre fechar dos entradas el mismo día.

Primero las definiciones, pues el título parece demasiado abstruso. Un flujo es algo que fluye, como una corriente, como nuestras vidas que van a dar al mar que es el morir, o sea. Un stock es algo mas sólido, mas permanente, el Himalaya, pongamos por caso.
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El caso es que nuestros ricos de aquí, dice 'Levante' hoy, tienen un patrimonio, (o sea, un stock de riqueza) equivalente al 86% del PIB de Heliópolis, el Producto Interior Bruto, para entendernos, que es precisamente, no un señor con boina y garrote, mal afeitado, como lo representé una vez, sino una corriente que es la expresión estadística de la producción de un año.

Comparar un flujo y un stock es habitual en Economía, pero al tratarse de una información general, no especializada, conviene precisar en este caso, que el patrimonio mentado, en términos absolutos, aún siendo un stock, no es como el Himalaya y el flujo, por su dimensión, parece un arroyuelo, por lo que ese 86%, en cifras absolutas, no es comparable con el suelto que debe llevar en el bolsillo Warren Buffett, el filántropo millonario de Omaha dispuesto a adquirir el gobierno de Obama con tal de salvarnos de la crisis.

O sea que, nuestros ricos de aquí, no son como sus ricos de allí. Por no ser, parece que no sean ni ricos, aunque no sabemos si poseen activos ocultos cuya suma podría alterar esta percepción. Nuestros ricos de aquí, por no ser, no son, ni han sido nunca, revolucionarios. Así como los ricos ingleses y vascos hicieron en su día la revolución industrial, aquí hemos tenido, de siempre, una colla de
labriegos y comerciantes enriquecidos, indiferentes a cualquier actividad revolucionaria industrial, mas dados a la siesta y la paella, aunque, eso sí, aficionados al conocimiento de idiomas para comerciar con otras tribus.

No obstante, no comparto el discurso de Cospedal, diciendo que clamar por mas impuestos a los mas o menos ricos es pura demagogia, porque las grandes fortunas no pagan impuestos. Eso ya lo sabemos, pero puesto que ella defiende un cambio constitucional sin referéndum, que le cuesta añadir una coda a ese cambio para dejar en pelotas el blindaje de esas fortunas, por la vía constitucional, que tanto les gusta para joder al personal.

Estamos hasta los huevos de Cospedal, Rajoy, Zapatero, Rubalcaba, si nos la meten doblada otra vez, sin darnos voz, por la vía constitucional, que se atengan a las consecuencias. Esto es lo que parece, si, una amenaza, cívica, claro.

Queremos un referéndum. Yo ya he firmado, ¿Y tú?.

En fin. Flujos y stocks.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 30-08-11.