martes, 30 de agosto de 2011

NICAB

En la tarde de ayer, algo fatigado de dar vueltas a las palabras del Blog, salí del gabinete donde escribo y me acomodé en un sillón del salón, cerré los ojos para relajarme y enseguida me invadió un agradable sopor. En la duermevela que siguió soñé cosas que no me parecieron reales, pero se, por la experiencia de otros sueños, que hay cosas de la realidad de la vigilia que se cuelan en el sueño, con un disfraz simbólico. Como el recuerdo de lo soñado no está libre de la permanente ambigüedad de lo humano, es mejor renunciar a escudriñar y separar lo verdaderamente real, de lo auténticamente soñado.
(...)
"En el sueño, un grupo de mujeres ataviadas de negro, cubiertas con un nicab, se movían ocupando, negligentes, sin un orden determinado, un espacio sin caminos de una blancura luminosa. Parecía tratarse de un juego, pero la severidad de su aspecto, lo desmentía.

Luego, abandonaron el desorden de su presencia, formaron una columna y se dirigieron hacia mi, aunque yo no aparecía en el sueño, ellas parecían verme. Iba al frente una mujer algo mas alta que las demás, con ademanes nobles, y las demás la seguían comportándose como sus damas de compañía.

--¿Porqué nos has llamado?, dijo la que parecía de mayor rango.

Desde fuera del sueño, contesté, --Yo no las he llamado.

--No mientas, nuestros velos tienen propiedades adivinatorias y aunque así no fuera, solo con ver tu rostro fatigado, se adivina que nos necesitas.

--¿Y ustedes, que hacen aquí, en el sueño.?

--Podría decirse que nos encargamos de la recogida de basuras, hoy ya hemos terminado la jornada, nos dirigíamos a casa cuando hemos sentido tu llamada.

--¿Y donde viven?

--Lejos del trasiego urbano, puede decirse que en una urbanización, si.

--No tengo claro que hago yo aquí, fuera del sueño, hablando con ustedes.

--Veamos si puedo averiguarlo, ¿a que te dedicas?

--Escribo.

--Eso no es una dedicación, ¿a que te dedicas?

--Prácticamente, solo a escribir.

--Ya. Pero tu no eres escritor, yo lo sabría. Creo que ya se por donde va el asunto. Los escritores, los auténticos, poseen las palabras, no se dejan poseer por ellas, y tu rostro fatigado me dice que te están esclavizando, ¿me equivoco?.

--Es difícil saberlo, solo estoy algo fatigado y me cuesta salir del mundo de las palabras, eso es todo.

--No puedo ayudarte, si tu no te ayudas. De todo modos, mis damas y yo, no somos monjas de la caridad, tenemos una misión que cumplir, si, pero es otra. Además
tus problemas, al lado de los míos, son una nimiedad, si yo te contara...

--Cuente, por favor

--Te lo diré con las palabras de un drama de Casona que tu mismo has repetido en tu Blog

"...También yo quisiera adornarme de rosas como las campesinas, jugar entre niños
felices y tener un hombre hermoso a quien amar...pero, cuando voy a cortar las rosas, todo el jardín se me hiela, al abrazar a los niños debo apartar la vista para que no se me queden fríos al mirarlos....comprendes, ahora, lo amargo de mi destino, estar presente por toda la eternidad, obligada a matar siempre, sin poder nunca morir.."

Me desperté con la frente helada, no se si porque la dama de negro me besó antes de partir. Tomé el autobús y fui al centro comercial para comprar una lámpara de lectura con destino a la habitación de la casa de la sierra que frecuentan nuestros amigos.

En el trayecto, un tirano del lenguaje que me habita lanzó sobre mi una cascada de palabras que no le había solicitado. ¿Porque haces eso? pregunté sin hablar.
No es nada personal, está en mi naturaleza, castigo a quienes se atreven a escribir sin formar parte de la Real Academia. Pero, en esta ocasión, te dejaré que elijas tu las palabras que quieras escribir.

Así ha sido, este es el resultado de mi elección personal."

En fin. Nicab.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 31-08-11.

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