miércoles, 2 de enero de 2013

DEMOLITION MAN

He bajado a por 'Levante' antes de ir a Mercadona, a por las faltas de la despensa, cosas envasadas y eso, lo demás lo compro en el mercado, y me ha llamado la atención la gran foto de la primera, el Sr. Fabra, que preside la Generalitat Valenciana, ante las piedras venerables del palacio que acoge nuestras instituciones autonómicas, con ocasión del posado que hizo mientras se grababa su mensaje para este año nuevo, que nace algo viejo.

Lo primero que quiero destacar de esta foto es una duda, ¿Es de la era analógica, o de la digital?. Lo pregunto porque las piedras del fondo se ven enteras, robustas, pero el fotografiado, al parecer, aceptó el encargo de presidir una comunidad en ruinas, en pleno proceso de demolición, al que no son ajenos los '300 políticos imputados, la mayoría de Balears y Valencia'(pag. 4), 'entre ellos gestores públicos y empresarios'.

Ese encargo, que el Sr. Fabra aceptó, hasta  ahora solo nos ha deparado bellos discursos del President, y su aire de dócil cordero pascual que se dirige sumiso a su sacrifico, y al nuestro, sobre todo cuando acepta las imposiciones de Madrid, y cuyo mensaje para el año nuevo consiste, en esencia, en que 'promete acabar con los impagos' y no se refiere a impagos ajenos, no, sino a los de la institución que preside, confirmando así el comentario de  su Conseller de Economía, Buch, quien creo recordar que dijo que a un moroso --la Generalitat-- no se le puede tomar en serio.

(...)
Hay otro detalle de la foto francamente kitsch, un árbol de navidad repleto de motivos decorativos en color rojo, que destaca, para mal, sobre el fondo pétreo del palacio, y que recuerda el carácter meramente decorativo de las sonrisas blandas del President, cuando lanza sus mensajes vacíos de contenido.

La dureza de la demolición en marcha contrasta con la blandura de esa sonrisa, mientras se destruyen nuestras infraestructuras ferroviarias --FGV prevé cerrar líneas, reducir servicios y vender estaciones del metro, y las líneas de cercanías de Renfe están en serio peligro, en manos de la matrona que dirige Fomento-- y de nuestro sector financiero lo último que sabemos es que 'El Banco de Valencia provoca un agujero de 300 millones en las grandes fortunas valencianas'.

No me extiendo mas, porque es de todos conocido el alcance de esta demolición, que pregunten a los trabajadores de Canal 9, y a los pequeños ahorradores que tal vez,  en conjunto, han perdido mas que las grandes fortunas en el fiasco bancario.

Por cierto, ¿Existe eso de las grandes fortunas valencianas?. Así, de pronto, yo solo se de una, la del Sr. Roig, que es un gran ahorrador, a quien contribuimos cada día a hacer mas rico, comprando sus cosas envasadas, y quizás tenía la mayor parte de sus ahorrillos, bien informado como estaba, en el Deustche Bank. Nadie ha dicho, que yo sepa, que esté entre los afectados por la demolición de nuestra banca doméstica. 

Grandes fortunas valencianas. Suena muy rimbombante, pero lo prefiero a burguesía valenciana, un concepto que he defendido en ocasiones en el blog que es inexistente, porque su existencia implica un proyecto, que aquí, si existió alguna vez, también fue demolido.

Lo de gran fortuna, como la simple pobreza, también son categorías relativas. Es posible que un pobre de solemnidad se encuentre incómodo en un sarao de los que de vez en cuando protagonizan los mas ricos, pero uno de esos ricos, seguramente hará el ridículo al verse rechazado si intenta ser vecino de alguna de esas urbanizaciones exclusivas de Miami, que exigen unas condiciones de riqueza y solvencia que muchas de nuestras 'grandes fortunas' no alcanzan.

Muchas de esas fortunas, no pueden competir, ni de lejos, con los señores de Qatar, o de Abu Dhabi, nuestras grandes fortunas están, en realidad, en Madrid, o en el País Vasco, pero para sentirse rico, basta con que los demás sean mucho mas pobres cada día, y ese es el camino que sigue el equipo de demolición que acometió, hace años, la tarea de convertir esta comunidad autonómica en un solar, por medio de la demolición continuada de sus estructuras físicas y sociales. 

Este mensaje de año nuevo, no estaría equilibrado sin alguna percepción positiva de la realidad. La reconstrucción de este palacio demolido, que ignoro si en la foto se ha arreglado con el Photoshop, es posible, pero, en mi opinión, no es necesario declararse en quiebra y solicitar el rescate al gobierno central. 

Basta con que aquellas de nuestras 'grandes fortunas' que realmente merezcan ese nombre, traigan los dineros que se han llevado fuera, ofrezcan pagar mas impuestos y recapitalicen la comunidad, que, así, dejaría de ser un moroso, sería tomada mas en serio y, dentro de unos años, en una ceremonia solemne serían llamados al mismo palacio donde Fabra se ha hecho la foto, se les impondría una condecoración, y se les restituiría una condición que alguna vez perdieron, la de burguesía valenciana. 

¿Quien no desearía, si está en posesión de una gran fortuna, tal cosa? Mientras eso sucede, si es que sucede alguna vez, volvamos a la realidad, a la única promesa que ha sido capaz de formular el Sr. Fabra, acabar con los impagos, Que pobre, ¿ no?, tapar agujeros como programa para el año nuevo.

En fin. Demolition Man.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 2-01-13.

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