DOLCE VITA

"El yate salió a media máquina del puerto, puso proa hacia Ibiza, y los invitados permanecieron bajo el ligero entoldado de popa, en la segunda cubierta, dejando que la húmeda brisa de Levante salpicara su rostro con las gotas de agua salada que la aceleración del motor marino levantaba hasta la cubierta, mientras un camarero les servía un Bourbon en vasos tallados en cristal de roca, y sus cuerpos se dividían entre el sol esplendente y la ligera sombra del entoldado.

Al aproximarse a la isla de Ibiza, el patrón buscó refugio en Es Cudol, la playa de grandes cantos de grava que, en otro tiempo, fue visitada por una embarcación militar a bordo de la cual iba el que fue presidente de gobierno, Adolfo Suarez. El yate ancló cerca de la playa, en espera de que una embarcación ligera, procedente del chiringuito allí instalado, acercara hasta los pasajeros un par de paellas de arroz con langosta, y unas botellas de champán Krug.

Después de que se bañaran quienes desearon hacerlo, concluido el refrigerio, el comandante sugirió hacer noche en el yate y al día siguiente, visitar la isla de Tabarca y comer allí una caldereta. Así se hizo y por la tarde, cumplido el objeto de la travesía, agasajar a los invitados con una breve incursión mediterránea, el yate regresó a puerto, se dio a los invitados una hora para que fueran al hotel a ducharse y ponerse de gala, y luego, una flota de coches los recogió para llevarlos al palco VIP de la ópera.

La atención de los invitados a la audición de ópera fue diversa. Mientras unos disfrutaban con el dramatismo de Turandot, otros dormitaban en sus butacas del palco VIP, reponiéndose de los días intensos que disfrutaban en Valencia, donde esos días se celebraban las competiciones de la Fórmula 1.

Al día siguiente, acudieron a las instalaciones de la Autoridad Portuaria, el Organismo Autónomo que gestiona el Puerto de Valencia y, desde allí, convenientemente instalados bajo unas jaimas dispuestas para la ocasión, contemplaron la prueba deportiva y participaron del ágape que se les sirvió.

Cuando todo terminó, se despidieron de sus anfitriones, que tantas y tan buenas atenciones les habían dispensado, manifestando su deseo de volver a estar presentes en la siguiente edición."

Este relato, absolutamente ficticio, está basado en el titular de la primera de 'Levante' de hoy. 'La Autoridad Portuaria disfruta de un palco VIP en Les Arts (90.000 euros), un yate (4,1 millones de euros y 200.000 de mantenimiento anual) y elevados gastos suntuarios' (43.000 Euros en dos días).

Podemos suponer que alguno de los invitados que participó en esos saraos, al leer el titular de 'Levante' y el tono crítico de la noticia, pensará, joder, estos periodistas, siempre están igual, ¿que tiene de malo que se agasaje a los invitados?. Además, la Autoridad Portuaria es un ente autónomo, no se financia con impuestos, sino con los ingresos de las tasas que cobra por el uso del puerto. Todos estos que no paran de criticar, ¿porque no se hacen políticos, o mejor aún, presiden ellos la Autoridad Portuaria?. Hay mucha envidia por ahí, no?.

Es un punto de vista. El mío, es otro, cuanto sinvergüenza hay por ahí viviendo, muy bien, a costa de los que cada vez viven peor.

Alguien debería obligar al Sr. Rafael Aznar, Presidente del puerto, a dimitir, no sin antes vender el yate, renunciar al palco VIP en la ópera, y reponer lo gastado en actos suntuarios.

Hasta que eso no suceda, nada de lo que diga el Sr. Fabra, tendrá credibilidad alguna.

En fin. Dolce Vita.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 8-01-13.