Una ola de manipulación de la opinión recorre el país. He bajado al quiosco, a por 'Levante', y tanto 'El Mundo' como 'La Razón', a juzgar por sus titulares, están inmersos en una cruzada contra la corrupción, pero, casualidad, solo la practicada por algunos políticos catalanes. Yo mismo cedí a la influencia de esa campaña desatada por la derecha, extrema o no, y dediqué una entrada del blog a las
veleidades de los Pujol en paraísos fiscales.
Es evidente que ese entusiasmo mediático obedece a la finalidad de oponerse al propósito independentista en Catalunya, mas que al deseo de hacer una campaña de limpieza frente a la corrupción generalizada que, como es lógico, afecta mas a quien mas poder ejerce, en este caso al partido que tiene en sus manos el gobierno central, al que sin embargo se deja de criticar, para lanzar toda la artillería hacia el nordeste.
Mi impresión personal es que los catalanes son gente normal, conviví con algunos de ellos en un viaje por las comarcas de Girona y me parecieron agradables y simpáticos,
naturalmente con sus peculiaridades, por eso se hacen llamar así, catalanes.
(...)
El asunto del impulso independentista de los catalanes, o de parte de ellos, no me parece muy distinto del de quienes residiendo en un municipio pequeño anexionado a otro mas grande, se muestran partidarios de la secesión porque sienten que no son bien tratados por quienes gobiernan el conjunto.
No me parece tan dramático.
Si resulta que la voluntad ciudadana mayoritaria expresada en las urnas se muestra favorable a la separación, lo único que tendremos son dos administraciones separadas, que con lo mal que funcionan todas, en general, no se si es bueno o malo, pero nadie se va a llevar a la Luna el territorio segregado, con lo que, quien lo desee, podrá ir a casa del vecino a comer calçots, como antes, no?.
Toda esta campaña salvaje desatada contra la idea de que los catalanes puedan expresar su opinión sobre este asunto --no sabemos cual será al final-- está concebida por cabezas nacionalistas españolas que estudiaron en el colegio una historia mítica, Don Pelayo, la Reconquista y todo eso, y tienen una idea arcaica de España, vinculada a lo peor de nuestro país, el centralismo, el predominio de la religión, los restos de un señorío castellano áspero, antiguo, neo imperialista, ahora transformado en esa expresión odiosa, la marca España, que se superpone demasiadas veces a la esencia de España, los españoles, sean vascos, catalanes o extremeños, que tienen pleno derecho a gobernarse como quieran.
Esa mística sagrada tiene como bandera la Constitución, un texto que no tiene nada de sagrado y que está hecho, como todos, para ser modificado cuando se convierte en un obstáculo para los equilibrios y la convivencia social.
Bueno, pues siendo esos los hechos, según yo los veo, toda la prensa de derechas está volcada en una campaña destructiva, a cuenta de la corrupción, pero dirigida
y limitada a los personajes que a ellos les parecen mas vulnerables de la política
catalana, con el fin de atacar, y destruir, si pueden, la idea de independencia.
A la vez, los señores del gobierno han contratado a un catedrático de derecho constitucional para que ponga en marcha una campaña con el fin de reducir la desafección de los españoles hacia sus políticos
Esta mañana, Millás ha entrevistado
en la SER a este señor, que ha resultado ser un tipo que ha dado conferencias en la
Faes, la fundación o cubil de donde salen las ideas que luego aplica Rajoy.
No se si la entrevista aparecerá en Internet. No se la pierdan.
Un publicista que ha participado en el mismo espacio radiofónico ha contado que en cierta ocasión un alcalde le pidió que se ocupara de una campaña para la limpieza de la ciudad, y el publicista contestó, en vez de hacer una campaña ¿porqué no la limpias?
A propósito de limpiar la vida política española, alguien que ha intervenido con un e-mail en el programa de la SER ha sugerido que cuando llevas el coche al taller, a veces es mejor cambiar el motor entero, que una sola pieza. Ese comentario, coincide con lo que piensa mi mujer, que hay que echar a todos los políticos, no solo a los catalanes, y comenzar de nuevo.
En fin. Los Catalanes.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN)16-01-13.
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