EL PAN DE CADA DÍA

He bajao al pakistaní a por el pan. ¿No tienes del bueno, tío, como el que trajiste el otro día?. El colegui, na, como si no se enterara, que yo creo que no me entendía, que se ve que el tío solo sabe decir, gracias, son setenta céntimos. Yo, que ese pan no vale una mierda, que es estándar, de supermercado. Hay un colegui tuyo en Centelles que trae un pan de puta madre, del horno de un pueblo, creo.

¿Porqué no traes un pan mejor, jodío?, venderías mas, y el paqui, nada, como si le hablara a la pared. Lo he dejao por imposible y he vuelto a casa con un pan de mierda, pero antes he comprao un paquete de Camel,porque hoy no tengo ensayo de 'Un tranvía..' y no necesito el Lucky.
(...)
Antes de volver a casa, me he fijao en los periódicos colgaos a la intemperie y un titular decía, joder, que cien tipos dedicaos a la ciencia se han largao de aquí. Fabra, tío, si se largan cien científicos de aquí, tío, tu no tienes futuro, ni nosotros tampoco, bueno, yo sí, me veo escribiendo estas chorradas hasta el día de mi muerte. 

El gesto tan natural de bajar a por el pan que hacemos la mayoría cada día, no excluye que hay unos doce millones de personas --digo yo, por la cuenta de la vieja, que son doce millones, por cada desempleado habrá otra persona en situación precaria que no se cuenta-- que se las ven y se las desean pa procurarse el alimento de cada día en las colas donde los reparten, dicen, gratis. 

Solo hay una cosa mas merdosa que el pan del pakistaní de enfrente, y es el estado de la nación, en particular el del trozo de por aquí, se puede leer en cualquier papel.

Imaginen a los que se han largao, con la misma dificultad que el paqui pa entender a los nacionales del país donde hayan caído, solo hasta que se acostumbren, claro. El problema no es conocer, o no, el idioma, la cuestión es la velocidad con que te hablan. Creo que le he hablao al paqui demasiao rápido, y es por eso que no me ha entendio.

Algunos sabios, Nobel y eso, y ahora hasta Rajoy, comienzan a decir que hay que estimular el crecimiento de la pela, pero parece que nadie hace caso. El Rajoy, en vez de hablar tanto, o tan poco, en ocasiones, que le ponga abono a los tomates, a ver si crecen mas y mas gordos, pero nada, aquí los que tienen que hacer algo solo hablan, bla, bla, bla, pero no toman alguna medida seria. 

Algunos hablan de pacto político. Yo creo que habría que encerrar a toda la peña política en un Resort --sea eso lo que sea-- o un monasterio, a los de tos los colores, y no dejarlos salir hasta que, bien aconsejaos por los centenares de asesores que tienen, encuentren una sola medida pa empezar a salir de esta mierda. Se lo he dicho al paqui, quizás demasiao deprisa, y creo que no ha entendio nada, o se ha guardao su opinión.

Hasta el pan malo se pue convertir en bueno. Lo dejas que endurezca, lo cortas en lonchas, las pasas por leche y huevo, las fríes en aceite, las sacas de la sartén, las pones sobre una servilleta de papel pa que suelten el exceso de grasa, las espolvoreas con azúcar y canela, y voilá, torrijas!.

Lo jodio de lo que nos pasa es que un mal pan se puede convertir en algo bueno, pero a ver quien es el guapo que convierte a un mal político en algo útil. 

En fin. El pan de cada día.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 28-01-13.