Me ha llamado por teléfono un juez amigo para aconsejarme que retire la página del blog que he dedicado a Montoro, fallero, o en su defecto vaya preparando mi defensa jurídica, porque su contenido es demasiado insultante, injurioso, ofensivo, hacia una persona pública como es el ministro de Hacienda y, en opinión del magistrado excede la libertad de expresión, para caer en la injuria.
Le he contestado que no pienso retirarla. En ese caso, ha dicho, puede que te cierren el blog, o peor aún, que te procesen por desacato a la autoridad. Yo de ti, empezaría a pensar en los argumentos con los que deberás defenderte, llegado el caso.
(...)
He hecho caso al amable magistrado que me ha avisado de los riesgos jurídicos
de mi liberalidad de expresión y, como se que me aconseja de buena fe, me he puesto a pensar si es lícito, o no, el contenido de esa página.
Primero, he releído la página, parece, efectivamente, insultante, payaso de mierda, lo reconozco, no es el modo mas respetuoso de dirigirse a un ministro en el ejercicio de su cargo. Sin embargo, como trataré de demostrar, no es un insulto.
No suelo insultar a la gente que no conozco de nada. Es, simplemente, una expresión escatológica.
La escatología, prácticamente desaparecida de los discursos en los medios de comunicación, públicos, privados, en papel, o en otro soporte, por el peso de la corrección política, estuvo sin embargo muy viva en el teatro y la literatura clásicos y hasta Francisco de Quevedo, por lo menos, era normal encontrar expresiones escatológicas en los discursos de los intelectuales de la pluma.
Quiero decir, que no se debe encontrar ánimo de injuria en la expresión 'payaso de mierda', puesto que no procede del conocimiento personal del ministro, sino que es un ejercicio de estilo en homenaje a prácticas corrientes en nuestra literatura del siglo de oro.
Hay otro aspecto del contenido que si merece una rectificación. Tal vez sea inadecuada la generalización de prácticas ilegales atribuidas al conjunto de las entidades que ejercen alguna actividad en este país, bajo la forma jurídica de Fundación.
Es evidente, y así lo reconozco, que la gran mayoría de esas entidades cumplirán con los requisitos estatutarios relativos a sus patronos, a sus cuentas, y a la debida transparencia de sus números y actividades, como también que muchas de ellas cumplen una función social atendiendo a personas desfavorecidas, o cumplen otros fines altruistas o culturales.
Naturalmente, que alguna Fundación se haya visto implicada en los procedimientos abiertos
que son públicos, no implica la generalización de esa implicación a todo el sector, pero si es en todo caso una llamada de atención para determinar las prioridades en la política de
vigilancia en el cumplimiento de la fiscalidad entre entidades sin ánimo de lucro, ya que las fundaciones, entre estos entes, son las mas numerosas.
Joder, que serio me estoy poniendo. No era mi intención. Esta es una página de cachondeo,
ya que no he recibido llamada alguna de ningún magistrado amigo, ni enemigo. Solo es un ejercicio de reivindicación de la escatología como recurso literario, que algunos creen
que es de mala educación, cuando solo es una recreación de antiguos estilos de escribir.
En fin. Defensa Jurídica.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 15/03/13.
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