MONO DE PERIÓDICOS

Mis antiguas lecturas de Cabrera Infante, 'Tres tristes tigres', me dejaron, por lo que se ve, un poso de afición por los retruécanos y las frases de triple sentido. Así, hoy traigo al blog un título que, al menos, tiene dos significados. Mono de periódicos, parece sugerir un síndrome de abstinencia del olor de la tinta del papel impreso que parece decir todos los días lo mismo, pero cada día lo dice de una manera. Otro significado que se le puede atribuir con igual justeza es el de un simio que tiene tendencia a repetir lo que ve, como a mi me sucede con los titulares de periódicos, aunque no siempre.

Si cuento bien, hace unos cuatro días que no me alimento de los titulares de periódico para armar la entrada del blog. Hoy he bajado al quiosco con una cierta ansiedad esperando encontrar algún titular espectacular en 'Levante', pero solo hablaba de chatarreros, así, siguiendo mis instintos repetitivos, me he fijado en 'El País', que habla de que un juez imputa a 10 grandes empresarios de la 'lista de Bárcenas', mas famosa ya, a estas alturas, que la 'lista de Schindler'.

Lo primero que me sugiere ese titular es que hace falta para que le consideren a uno 'gran empresario'. En mis tiempos, cuando llevaba una vida activa en el mundo empresarial, bastaba facturar mas de seis millones de euros para que dejaran de considerarle a uno pequeño. Algunos empresarios, muy astutos, por lo menos uno al que conocí, antes de llegar a ese límite comenzaban a facturar en negro, porque la estimación de su tamaño llevaba aparejada ciertas obligaciones fiscales a las que le molestaba someterse. Puede que, entonces, esa fuera la razón por la que este era un país de pequeños empresarios, mas que de empresas grandes.

Ha pasado una década y ahora tenemos grandes empresas, la mayoría procedentes de privatizaciones de empresas públicas que ya eran grandes antes de ser malvendidas. Estas empresas se caracterizan porque sus mercados exceden el territorio nacional, tienen inversiones y negocios en países extranjeros, lo que se dio en llamar globalización. Esta suerte de poder empresarial transterrado se nos presenta como nuevo, pero a mi me recuerda mucho la expansión empresarial que llevó a cabo, hace dos milenios, Alejandro el Macedonio. (...)  
Nuestras grandes empresas actuales, de telefonía, del sector energético, o de la banca, negocian con poderes exteriores para consolidar su expansión territorial. Alejandro, el gran empresario de la antigüedad, empleaba como materia bruta para la extensión de su imperio la carne de sus soldados, que quedaba hecha jirones en los campos de batalla, pero, como los grandes empresarios actuales, concluida la batalla o el cerco a los pueblos dominados, se veía obligado a confiar a un nuevo sátrapa la estabilidad de las tierras conquistadas pues, dado que no había ordenadores ni existía la navegación aérea, los negocios imperiales extendidos solo podían tener continuidad en manos de los delegados comerciales, cuyo nombramiento se reservaba después de cada conquista.

Así fue como la marca 'Alejandro', impuso su presencia en todo el mundo conocido de su época, algo que, sin duda, no ignora Ortega, el hombre de Zara, que ha dejado en manos ajenas, pero próximas, la expansión de su imperio, con el resultado que todos conocemos. 

Después de esta divagación sobre los grandes empresarios, vuelvo al titular. Al parecer se trata de empresarios que figuran en los llamados papeles de Bárcenas, supuestos donantes de cantidades que podrían ser irregulares con destino a la caja del PP, y que se habrían usado con fines electorales. Entre otras empresas, se cita a Sedesa, al grupo OHL, Sando, Mercadona, Fomento de Construcciones y Contratas. El juez Bermúdez ha citado a los empresarios que Bárcenas, supuestamente, anotó como donantes. Hasta donde alcanzo a recordar, no me parece que la mayoría de las empresas citadas tengan una dimensión transnacional. 

Fomento y OHL puede que hayan obtenido algún contrato fuera, pero ni Mercadona, ni Sedesa, ni ninguna otra de las citadas parece que controlen mercados mas allá del territorio nacional. Parecen, mas bien, empresas domésticas, por lo que el calificativo de grandes, les viene grande. En todo caso, serían grandes empresas domésticas y ese carácter doméstico las hace pequeñas en comparación con otras. 

En concreto Sedesa, estuvo en manos de personas próximas a un político autonómico, el señor Cotino, por lo que los chanchullos que afloren en la investigación es probable que estén vinculados a Gürtel, y a las autoridades autonómicas valencianas relacionadas con el caso. 

El Sr. Roig, no se si presidente o propietario de Mercadona, ya ha negado haber hecho donación alguna como la que supuestamente aparece en los dichosos papeles, fotocopias o soportes que, según Rajoy, son todos falsos, salvo alguna cosa. Me encanta la retórica de los políticos, 'salvo alguna cosa', que cojonudos son, ¿no?.

La palabra donación, me sugiere algún acto caritativo, ¿a ustedes no?, como un limosneo a una ONG, a alguna entidad benéfica de las que dan de comer ahora a quienes no pueden satisfacer esa elemental necesidad por si mismos. Si la llamamos por su nombre, sale soborno. No otra cosa es la entrega de cantidades a un partido político con la intención de obtener luego contratos o prebendas para el pagano.
 
Todo este merder no es ninguna broma. Estamos hablando de elecciones ganadas gracias a fondos supuestamente obtenidos de un modo opaco, irregular, o sea, de un fraude electoral, con independencia de que lo que parece haber sucedido pueda ser calificado así, o no, desde el punto de vista jurídico.

Lo que le quita dramatismo a esta situación, creo yo, es que la alternativa a ese fraude, el posible acceso al gobierno del PSOE, que podría haberse dado en ausencia de la supuesta trampa, tal como está ese partido ahora mismo, con sus militantes en Catalunya que van a su aire, los de Ponferrada que la acaban de cagar, las discrepancias entre Rubalcaba y Chacón, y no busco mas por ser caritativo, quita hierro a la posible trampa electoral del PP pues, ninguno de los dos partidos mayoritarios merece ahora la adhesión de los electores. 

No se que habría hecho Alejandro de haber vivido en este tiempo si, en lugar de designar a los sátrapas que dejaba en cada nuevo territorio conquistado, hubiera debido depositar su voto para elegir al mejor. Tal vez habría leído los periódicos, los argumentos de los candidatos, y, al final, hubiera consultado al augur, incapaz de entender sus argumentos. 

 En fin. Mono de Periódicos. 

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 12/03/13.