miércoles, 13 de marzo de 2013

PALABRAS

La palabra es un objeto. Así como el carpintero elije en una caja de clavos aquellos que le sirven para lo que está construyendo, el notario, el novelista, el poeta, buscan en su memoria lingüística, que es su caja de palabras, aquellas que, puestas una detrás de otra, construirán las oraciones mercantilistas, de ficción, o de representación lírica del lenguaje, que no siempre resultarán ser suyas, sino que serán la suma de sus estudios, sus vivencias, sus lecturas, incorporadas a un modo singular de usarlas que, a veces, da como resultado un estilo personal.

A diferencia de los clavos del carpintero, que se mantienen inalterables en el tiempo, y cuya dimensión determina el uso que se va a hacer de ellos, las palabras, en principio objetos, como los clavos, están sujetas en su uso a un fenómeno puramente humano, la emoción, que suele ser determinante, sobre todo en la poesía, de tal modo que de todo el universo de palabras disponibles por el sujeto, serán aquellas que mejor expresen su situación emocional en el momento de escribirlas, las que brotarán de su memoria, mientras que otras permanecerán ocultas, sin ser usadas, hasta que el motor emocional del poeta vuelva a las revoluciones de la gente normal, y pidan ser usadas.

Por eso, una de las características del lenguaje poético es su menor productividad respecto de la novela, pues ese estado de gracia, o de desgracia, que exige su creación, se da con menor frecuencia que la pura imaginación para el relato que exige la ficción.
(...)
Las palabras de no ficción, las notariales, se escriben para ser leídas, como casi todas, pero los imbéciles que han promovido una querella contra 'El País' por divulgar los papeles de Bárcenas, se ve que no saben leer, pues han provisto a quienes han presentado esa querella de un poder notarial que ha resultado no ser suficiente. 

En lugar de un poder general para pleitos, han hecho uso de un poder redactado para un recurso contencioso administrativo, que ha rechazado el juez, además de dar un plazo para subsanar el error. 
Lo ha dicho, hoy, la SER.

Sabíamos que nos ha tocado un gobierno incapaz de resolver los problemas de la ciudadanía, mas que eso, un gobierno que los agrava con cada medida, pero no hubiéramos imaginado que eran tan inútiles como para desconocer los requisitos legales para presentar una querella. 

Esta incompetencia flagrante y manifiesta, se suma a muchas otras, además de a discursos ininteligibles, como el de Cospedal tan celebrado por los aficionados al humor absurdo, ya saben lo de diferido y simulación, y ofrece un panorama desolador, cuando percibes que las personas votadas para organizar un país son incapaces de ordenar su propia casa.

Algo tendrá que ver Trillo, aquel que dijo viva Honduras estando en El Salvador, que interviene como bombero o enterrador en todos los fiascos de los populares que requieren apagar el fuego de los sucesos con trascendencia jurídica, o enterrarlos, como el del Yak 42, en esta otra cagada de la presentación de la querella contra 'El País', pues una querella que se dirige contra alguien innominado, además de contra el periódico, parece un brindis al sol, será por eso que ni se han preocupado de comprobar la idoneidad del poder notarial para presentarla. 

A mi me la traería al pairo la insensatez de los actos jurídicos promovidos por el PP, de no ser porque parecen un reflejo de su insensatez general en la conducción de los asuntos del país que, a la vista de los datos estadísticos de producción, desempleo, trampas en el déficit, y desapego de la ciudadanía por la política, presentan unos resultados tan deficientes, que justifican el clamor ciudadano contra sus políticas.

Me sumo a ese clamor. Que se vayan a la mierda. Que se vayan a la mierda, de una puta vez, los del PP. Solo percibo un problema. ¿Quien los sustituye?. La verdad, en este momento, no lo se.

En fin. Palabras.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 13/03/13.

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