miércoles, 6 de marzo de 2013

INTELIGENCIA

El otro día me llegó, a través de algún medio de comunicación, la afirmación de un experto en el sentido de que el hombre dispone de ocho inteligencias. Discrepo. Aunque me falta información sobre el tema, sospecho que el experto se refiere a habilidades, y que la inteligencia sería el arte de combinar parte de esas habilidades, todas parece imposible, y traducirlas en una conducta inteligente y ética, de tal modo que fuera productiva para el sujeto inteligente y para los demás.

Comprendo que, definida así la inteligencia, mas que una descripción de esa potencialidad humana, parece una utopía, sobre todo por su componente ético.

Me he dado cuenta de ese aspecto utópico de mi propuesta de definición de la inteligencia, esta tarde, al salir a tomar café desde casa de mis nietos en la pedanía de El Saler, donde he pasado parte de la tarde, y encontrarme con un grupo de gentes, con un aspecto híbrido entre políticos y mafiosillos, que tenían toda la pinta de haber estado concertando negocios oscuros, y de no tener ni idea, ni siquiera teórica, de lo que es la ética. La corbata y el peinado de uno de ellos, el que parecía el jefe de la banda, no dejaba lugar a dudas.
(...)  
Consulto en Wikipedia esto de las ocho inteligencias y parece ser que es Gardner, que fue premio Príncipe de Asturias, el autor de esta teoría. Según Gardner,quien hay que decir que también las señala como habilidades, existen ocho inteligencias o potencialidades humanas, y las describe así. Linguística verbal, Lógico matemática, Musical, Espacial, Científico corporal, Interpersonal, Intrapersonal y Naturalística.

Es curiosa esta lista, si. Le hace pensar a uno en profesiones o dedicaciones concretas. Escritor, Matemático, Director de orquesta, Arquitecto urbanista, Médico cirujano, Relaciones Públicas, Ermitaño, Anacoreta o Monje budista, por lo de la introspección intrapersonal, y por último Naturalista, como lo fue Rodríguez de la Fuente, aunque el era dentista, por lo que sería una mezcla de lo científico corporal y naturalístico.

Me identifico con esta clasificación en cuanto que escribo, con mayor o menor habilidad, aunque mi auténtica vocación sea la inteligencia interpersonal, nunca alcanzada, pues mi disposición para el ligue, la expresión mas placentera de las relaciones interpersonales es mas bien mediocre, por lo que, seguramente, mis capacidades son solo un octavo de todas las posibles.

Tampoco me veo de anacoreta, como Benedicto XVI. La ventaja de la clasificación de Gardner es que permite que uno haga una introspección para conocerse mejor según se acerque o se aleje de su modelo. Pero soy incapaz de imaginar a una persona que sea, a la vez, Escritor, Director de orquesta, Matemático, Arquitecto, Cirujano, Relaciones Públicas, Anacoreta y Naturalista. Es demasiado.

Se pueden combinar algunas de esas habilidades, Arquitecto y Músico, Cirujano y Naturalista, pero, mas de tres de esas habilidades coincidiendo en una sola persona no parece frecuente. Lamentablemente, lo de las ocho inteligencias de Gardner parece mas un repertorio de profesiones, que una investigación seria de las capacidades potenciales del ser humano, además de que lo que verdaderamente importa es lo que hacemos con esas capacidades, ahí es donde entra la ética respecto a los demás, y la introspección personal que determina si estamos a gusto, o no, con lo que hacemos, en relación con nuestras posibilidades y nuestros valores.

Buena parte de los dramas humanos que conocemos a diario en el mundo actual, tienen su origen en la separación entre inteligencia y ética. Se puede ser inteligente, y un perfecto cabrón en el trato social, como el Luís ese, de modo que hasta que los neurólogos y demás gentes dotadas para investigar la habilidad científico corporal, descubran donde está el rincón de la ética en nuestro cerebro, o encuentren unas pastillas para estimular esa secreción en los casos imposibles, que son la mayoría, la aportación a la humanidad del premiado con el Príncipe de Asturias, no deja de ser una taxonomía mas, una mera clasificación de habilidades, útil sobre todo para ponerla en el currículo, ahora que se despide a todo el mundo, incluidos cirujanos, escritores, naturalistas y todo lo demás.

Siempre queda el recurso de usar la parte intrapersonal de nuestra inteligencia, y retirarnos a un monasterio, como Ratzinger.

Quizás sea esta la parte mas útil, en la época que vivimos, de la teoría de Gardner, si.

En fin. Inteligencia.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 6/03/13.

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