martes, 22 de octubre de 2013

EL SUEÑO

El tiempo de una vida humana, tan breve, puede imaginarse como un mínimo suspiro en medio del gran sueño que acoge a todos los que han vivido,--una enormidad-- a quienes vivimos ahora, y a quienes nos sucederán.

En términos relativos, ese tiempo, en relación con el tiempo geológico, podría medirse en nanosegundos, pero no estoy seguro de que seamos capaces de entender esto y de conducir nuestra vida en función de esa brevedad. La cultura latina nos dejó una recomendación, 'Carpe diem', disfruta el día, que es el reconocimiento de esa brevedad, pero lees los periódicos y encuentras actitudes y conductas que nada tienen que ver con ese reconocimiento.

Abundan las actitudes y conductas que son el resultado del instinto, acumulación, agresión, desigualdad, como si en el interior de los humanos actuales habitara la misma pulsión animal que dominó la conducta de los primeros hominidos, cuyo rastro tal vez aún no ha sido encontrado por los avezados paleantólogos que investigan nuestro pasado mas remoto.

Existen pruebas documentadas de esa actitud agresiva en la conducta humana, y en la de otros animales. Konrad Lorenz estudió durante años la conducta de los gansos, seres aparentemete pacíficos, pero en los que Lorenz observó una agresividad cruel y desmedida. Los documentales de la 2, que son lo único que veo de la cadena pública, aunque hay que decir que no son de la 2, sino de la BBC, ofrecen estos días mucha información sobre la vida animal en el Ártico, en la que quedan de manifiesto las luchas territoriales, las peleas por liderar un grupo, y la ley implacable de que para que unos coman, otros son comidos.

(...)
Parece que estas conductas animales no tienen que ver con nosotros, en las pantallas de televisión y en los periódicos aparecen cada vez mas, ahora, cuando las desigualdades entre humanos son manifiestas, mensajes sobre conductas solidarias, una insistencia cotidiana sobre el pensamiento positivo, y hoy, aparece en la última de 'Levante' otro mensaje del mismo estilo, 'Soluciones Empresariales desde la Responsabilidad Social, así, con mayúsculas, para generar 'valor compartido'. 

Toda esta falsa retórica coincide con el discurso de los actores de la nueva economía, de la nueva sociedad, que piden, por boca de los empresarios, que se fije la edad de jubilación a los setenta años, o piden a los inversores extranjeros que inviertan aquí, porque los salarios han bajado, y aún bajaran mas, gracias a que las cifras de desempleo se mantienen estables, con el fin de que bajen. 

¿Como hacer caso, creer en la sinceridad del lema 'valor compartido' o 'Responsabilidad Social' ante la cara de la realidad que muestra, de modo muy evidente, que los defensores de la nueva economía, de la nueva sociedad, se comportan, en realidad, como los depredadores del Artico?. 

¿Como aceptar el pensamiento positivo, como una herramienta de conducta y comunicación, cuando el tipo que tienes delante, en la fábrica, en la oficina pública, en la institución financiera, es un animal que abre las fauces para devorarte?

Esa animalidad evidente de las 'especies' dominantes en la sociedad humana, tiene su origen, es una opinión, en la falta de percepción de la brevedad del suspiro que es la vida, en otro caso no se entiende ese afán irracional por acumular, en perjuicio de los mas débiles, riquezas materiales, lo mismo que acumulaban en la cueva sus piezas de caza los homínidos mas diestros, aunque, al parecer, en algunos casos, ellos las compartían. 

No creo, a estas alturas, cuando la producción alimentaria excede de las necesidades mundiales, y hay millones de personas a quienes no favorece por un problema de distribución, que el crecimiento material sea la solución a nuestros problemas sociales.

Mas bien, deberíamos volver todos a la escuela, una temporada, para que nos enseñen el concepto relativo del tiempo de la vida, que de nada vale la acumulación si todos hemos de concluir en el gran sueño, y que todo eso del PIB, del crecimiento y todo lo demás, son patrañas,  el único problema que tiene la humanidad en este siglo, es un asunto de distribución, y la acumulación exacerbada, no lo resuelve. 

En fin. El sueño.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 22-10-13.

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