miércoles, 9 de octubre de 2013

LA DEUDA HISTÉRICA

Hoy es 9 d'octubre. Lo sé porque anoche, al intentar conciliar el sueño, el estruendo de los fuegos festivos, que duró cuarenta y cinco minutos, me lo impidió. Se ve que me he hecho mayor, antes el ruido me gustaba mas, de hecho, hace unos años, salí en una foto con mi mujer en 'Levante', con motivo de una encuesta en la que declaramos cuánto nos gustaban los espectáculos de pirotecnia popular.

En esta fecha histórica, los inútiles del Consell, como no tienen dinero, sacan a pasear nuestras glorias, para ofrendarlas a Montoro, claro. El señor Fabra dos, lleva un año o así hablando de la deuda histórica, sin resultados, nadie se la paga. Y es que además de una deuda histórica, hay una deuda histérica. Me explico.

(...)
Esa deuda, la del gobierno valenciano, la de sus instituciones, es hija de la histeria que inspiró las decisiones de gasto e inversión de quienes tenían firma para autorizarlas, pero a quienes les faltó cabeza para medir las consecuencias de lo que hacían, alienados como estaban por el encantamiento especulativo que movía la economía pública y privada en aquellos años, del que solo se libraron quienes, como yo, y espero que ustedes, adoptaron una actitud contemplativa y, además, tenían el piso pagado, porque, entre los que no lo tenían, algunos sufrirán ahora los rigores de las ordenanzas municipales contra la mendicidad que comienzan a proliferar en algunos municipios, que contemplan multas por dormir en un banco en la calle. 

La histeria, según mi viejo Espasa, ofrece formas muy variables en intensidad, caracterizadas por multitud de síntomas, entre los cuales destacan los trastornos intelectuales, exageración, simulación...sensaciones extravagantes. También la describe como un estado pasajero de exaltación nerviosa inducido a consecuencia de una situación anómala.

Se volvieron locos ¿no?, Zaplana, Camps y los suyos, y comenzaron a inaugurar Ciudades de la luz, de esto y de lo otro, y hasta una Universidad Virtual de cuyo entierro da cuenta la prensa de hoy. ¿Es nuestra deuda pública en la comunidad mas histérica que la histórica?. No sé. 

En todo caso, su origen viene, claramente, de un estado pasajero de excitación de los políticos que la contrajeron, en nuestro nombre, a consecuencia de una situación anómala, la llamada burbuja inmobiliaria y financiera. 

Eso que dicen algunos, que 'todos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades', no es exactamente así. Yo, al menos, no fui de esos. Fui mas bien contemplativo, aunque he de admitir que tenía el piso pagado. 

En Fin. La Deuda Histérica. 

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 9-10-13.

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