jueves, 3 de octubre de 2013

FABRAS, MAFIOSOS, BERLUSCONIS...

Para ser Abogado del Estado no se exige una estatura mínima, por eso alguna enana como Soraya Saénz de Santamaría, quien tiene el apellido de un militar ilustre que se apuntó al cambio allá en la transición, eligió esa vía de entrada a la política y aparece ahora en las televisiones, subida a un taburete, supongo, cada vez que se descubre un nuevo chanchullo en su partido, informando con lenguaje jurídico de que ellos respetan la labor de la justicia, y se refiere a los implicados como si fueran extraterrestres, como si los Fabras, mafiosos o berlusconianos que brotan como setas en su organización partidaria, nada tuvieran que ver con el P.P.

Para respetar la labor de la justicia, cuesta creer que sea apropiado influir,  como influye el PP,  en las decisiones de los tribunales. Hasta tienen un tipo encargado de ello. Trillo.

Para respetar la labor de la justicia, no parece apropiado que Fabra uno se haya desecho nada menos que de nueve jueces en diez años, en el intrincado camino que le hace aparecer hoy en un banco, junto a un ex amigo, y ambos, junto a sus dos ex esposas. Cuatro amigos que antaño saldrían juntos a cenar por ahí, y han terminado enemistados, que cosas.
(...)
He bajado a por el 'Levante' bajo una lluvia fina y me ha interesado la foto de la primera pero, antes de glosarla, quiero evocar una imagen que vi ayer por televisión y me dejó pasmado, después de que Berlusconi, derrotado en su fallido intento de hundir al gobierno italiano, aplicando el viejo adagio, si no puedes vencerlos, únete a ellos, dio su confianza en público al primer ministro que había intentado fulminar. 

Lo que vino después, fue antológico. Varios diputados fieles a Berlusconi acudieron a rendirle pleitesia. Uno, en particular, hizo una inclinación de cabeza que solo tiene precedentes gráficos en la reverencia que dedicó aquí Piqué a un mandatario extranjero.

La expresión de sumisión, de respeto, de ese diputado hacia Berlusconi pareció un fotograma de película de la mafia y el saludador expresaba al saludado una obediencia ciega, mas propia de una relación del protegido con el padrino, que de la libre expresión de una camaradería política.

La mafia interfiere en la política italiana desde los lejanos años del final de la segunda guerra mundial, cuando los mafiosos establecieron redes de protección para las fuerzas aliadas que desembarcaron en el sur de Italia, con el fin de minimizar el número de bajas, y a cambio formaron parte de los primeros parlamentos democráticos. 

Esa infiltración permanente, combinada con las ingerencias vaticanas, ha dado lugar a crisis recurrentes en la política italiana, pero, seguramente por el pragmatismo que también impregna la política, no ha impedido que Italia sea una de las potencias económicas con mas peso en Europa. 

Volviendo a la foto de primera, en ella aparece Fabra uno, a la izquierda, sentado junto a su ex esposa, una rubia aún guapa, por cierto, al lado de la ex esposa del denunciante, Vilar, presente en el banco, quien  ya está en la trena, no se si porque en las cuestiones de cohecho, soborno, se trinca primero al que pone el dinero, antes que a quien pone la mano, o por otras razones.

En este asunto mafioso, berlusconiano menor, de Fabra uno, sucede como en el parlamento italiano. En este caso, el caciquismo también es cosa de familia, y se remonta a tiempos muy anteriores. En la memoria ciudadana de Castellón persisten los hechos caciquiles de varias generaciones de Fabras y la imágen que dio la prensa el otro día, de Fabra dos abrazando a Fabra uno, antes del trance del banquillo, aunque al parecer sus ramas familiares son distantes, se pareció demasiado a la reverencia de respeto del diputado italiano a su padrino Berlusconi. 

Desde este punto de vista, resulta algo marxiano, de Groucho, que la enana Sáenz de Santamaría declame con una expresión pétreo jurídica que ellos respetan la justicia, la presunción de inocencia, como si los Fabras, mafiosos y berlusconianos, fueran extraterrestres, en lugar de militar en su propio partido.

En fin. Fabras, mafiosos y berlusconis..

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 3-10-13.

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