lunes, 14 de octubre de 2013

LOS PORTADORES DE LA MEMORIA

Yo no se hasta que punto las pantallas de televisión, o las de Internet, ahora tan extendidas, tan universalizadas en la multitud y variedad de soportes que divulgan sus contenidos, incluso los fondos de las hemerotecas, se pueden considerar portavoces de la memoria colectiva de un pueblo.

Para empezar, no creo que eso exista. Me parece mas realista, mas ajustado a lo real, considerar la existencia de la memoria de ciertos colectivos, que no se debe confundir con la totalidad.

Una prueba extensamente documentada de lo que digo, se obtiene al observar los tics, las demostraciones públicas de algunos colectivos, ciertas actitudes políticas, incluso, cuya expresión recuerda, a cualquiera que haya vivido lo suficiente, las formas, los argumentos, los valores de un colectivo histórico que se supone desaparecido, el franquismo, pero permanece vivo en la memoria de un grupo que, aunque no sea mayoritario, vuelve a hacerse visible, no solo en demostraciones callejeras, sino en la promulgación de leyes aún contaminadas de nacional catolicismo, como la actual contrarreforma de la educación pública.

Por eso, por la contradicción y la ambigüedad de la expresión memoria colectiva, prefiero la de la memoria de los colectivos, o mejor aún, la de portadores de la memoria, que es la dimensión personal, individual, de la memoria.
(...)
Es ese ámbito, el de la memoria personal, el que mejor cuadra a la escritura, y el que me ha llevado alguna vez en el blog, a evocar un homenaje que nunca se celebró, en favor de las mujeres que, en mi niñez, se asomaban a las galerías del patio de vecinos desde el que yo veía la vida a través de una infancia inocente, y cantaban canciones de la Piquer para adormecer su dolor por los maridos muertos o encarcelados, mientras ellas sacaban adelante a su prole de una manera heróica, sin que esa memoria colectiva, de ese grupo de mujeres, que en la España de la época fueron legión, haya sido reivindicada como debiera. 

Yo soy portador de esa memoria personal, a la que reconozco un componente mas emocional que político, y por esa razón tiene para mi mayor valor que todas las proclamas en favor de la memoria colectiva, porque está demostrado que lo que tenemos son colectivos con memoria, no memoria colectiva. Y que la memoria personal, de la que cada uno es portador, está mas limpia de adherencias de todo tipo, que la de cualquier colectivo, de cualquier signo. 

Desde esa memoria personal rechazo, ahora si, con intención política, todos los resabios de la españa franquista y nacional católica, que aparecen de nuevo obscenamente desde los ministerios de Justicia, de Educación, de Sanidad, de Empleo, entre otros, como si la intención de la derecha gobernante fuera reinstaurar unos valores que ya solo existían en su memoria, en la memoria del franquismo y el nacional catolicismo que buena parte de los españoles no ha conocido, pero que a quienes somos portadores de la memoria individual, no manipulada de modo selectivo por los medios, nos suena a música conocida. Mala música, si. 

La memoria es una potencia intelectual indispensable para el conocimiento y la acción, pero si la usamos para restaurar viejos regímenes muertos, otros tendrán que utilizar su imaginación para oponerse a semejante falsificación del futuro. 

Como portador de mi memoria individual, que no representa a nadie mas que a mi mismo, desde aquí convoco a quienes me lean para que desalojen, por medio del voto, a estos políticos resabiados, que tratan de conducirnos a épocas ya superadas.

En fin. Los portadores de la memoria.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 14-10-13.

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