lunes, 7 de octubre de 2013

SURREALISMO Y LIDERAZGO

A Salvador Dalí se le calificó de surrealista porque pintó 'El Sueño del Alquimista' y esas cosas y a Fernando Arrabal se le tiene por patafísico, mas que por sus libros, 'La Torre Herida por el Rayo' y sus obras de teatro, por las boutades que dijo cuando lo entrevistó la china del Intermedio. Ni uno ni otro, en mi opinión, alcanzaron las cotas de surrealismo que exhibe hoy la política española.

(...)
España, ahora mismo, parece un escenario surrealista, si atendemos a una parte de su territorio, Tarragona y Castellón, sacudido por mas de cuatrocientos seismos de baja intensidad, algunos, de no tan baja intensidad, que tienen su origen, al parecer, en una decisión política, tomada por unos, mantenida por otros, de inyectar gas en un depósito submarino cercano a una falla tectónica en cuya vecindad hay tres centrales nucleares. 

Esas comarcas están sacudidas no solo por la actividad sísmica, para cuyo cese será necesario otro seismo, en este caso, financiero, sino por miles de manifestantes que reclaman que se les diga la verdad de lo que sucede. Y la verdad es que parece que esas poblaciones les importan una mierda a los que mandan. 

Al mismo tiempo, el señor Rajoy, nuestro amado lider, como diría E.Piera, con la flor que le han colocado cerca del ojal, declara públicamente en Japón, que Fukushima ya no es un riesgo para su población, a la vez que se produce una nueva fuga al mar de agua radioactiva contaminante. 

¿Es esto, o no, surrealismo? Del castizo, además. 

Digo esto porque hoy hemos estado analizando en clase de Medios unas ilustraciones. En una de ellas, el pueblo, con pancartas, tira de unas cuerdas para derribar la estatua del lider. La estatua está en una especie de noria, y al derribarla surge otra que la sustituye. 

Es decir, el asunto no es derribar al lider, a quien enseguida le sucede otro, sino el propio concepto de lider. 

¿Para que necesitamos un lider, con lo mayorcitos que somos, si luego pasa lo que pasa?. Hay que abolir el liderazgo personalista y volver al liderazgo compartido. 

No exactamente un consejo de ancianos, algo que permita que la tribu impida el acceso al consejo a tipos surrealistas como Rajoy, quien dice barbaridades con una flor junto al ojal y se queda tan fresco, o al ministro de Industria, que no dice la verdad, toda la verdad, y nada mas que la verdad.

Abajo los líderes personalistas, no los queremos, son excesivamente surrealistas, si.

 En fin. Surrealismo y Liderazgo.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 7-10-13.

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