jueves, 25 de febrero de 2010

ZOOLOGÍA

El buitre leonado es una de las mayores rapaces de la península, en la base del cuello exhibe largas plumas blancas y leonadas, a modo de gorguera, aunque el resto de su plumaje es oscuro. Esas dos características, la gorguera y el vestido oscuro, le confieren un cierto aire aristocrático que evoca los retratos de Felipe II.

Los urbanitas nunca habíamos visto un buitre hasta que un dentista aficionado al naturalismo, Rodríguez de la Fuente, nos descubrió a todos, en aquella serie mítica 'El Hombre y la Tierra', las maravillas del mundo aviar. Si acaso, los que vivimos en una ciudad marítima, vemos pasar a las gaviotas procedentes de sus comederos en Vaersa, el otro negocio oscuro de Cotino, que lo mismo se ocupa, con dinero público, de los dependientes que de las basuras.

Con el buche lleno de residuos no tratados, o mal tratados, esas aves que comen de todo, sin hacer ascos a nada, vuelven por las tardes en formación dispersa en dirección a sus dormideros junto al mar y componen una figura muy lírica, siempre que estés a salvo de que te caiga encima una de sus deposiciones mas ácidas

De la Fuente consiguió que muchos españoles visitaran las buitreras de Monfragüe, de Beteta o de San Juan de la Peña, en Huesca, y que la curiosidad y el conocimiento del mundo animal se generalizara en el país, sobre todo entre la población mas joven. Además exportó, gracias a sus series de televisión, el interés por la fauna ibérica a otros países europeos. Podríamos decir que hay un antes y un después de los trabajos de Félix y que su influencia en la formación de una conciencia ecológica, entonces muy incipiente, fue determinante.

Muchos recordarán haber visto la trayectoria certera del buitre dejándose caer en picado a gran velocidad sobre la pieza con una efectividad infalible. Yo mismo he visitado Beteta y San Juan de la Peña y he podido observar con detalle su perfil y sus costumbres en las buitreras.

Al parecer, cualquier estudio de ADN encuentra elementos comunes, mas o menos presentes, entre las criaturas vivas. No se si es fábula o evidencia que la vida se iniciara en el mar, que ciertas células pasaran por el estadio de algas, de peces, de reptiles, de pájaros, de mamíferos, pero cuando veo el perfil de Esperanza Aguirre en la televisión –cuando la veo de frente me parece una mujer pellizcadora-- sobre todo cuando va vestida de oscuro, veo en ella ciertos rasgos aristocráticos, que no soy capaz de reconocer del todo.

La postura de su cuello muestra cierta tensión, como la de un ave depredadora atenta a descubrir la fragilidad de su presa, lista para lanzarse sobre ella.No me extraña nada que, ante la posición ambigua de su partido,ella se lance a patrocinar un gobierno de concentración en el que reclama, nada menos, que los ministerios de trabajo y economía. Esa actitud refuerza mi impresión de que Aguirre conserva entre sus genes restos de la natural tendencia a la carroña del buitre leonado.

Así como el buitre debe ser protegido para evitar su extinción, alguien debería protegernos a nosotros de Aguirre, pues si llegara a alcanzar su propósito de manejar el país desde dos ministerios clave, lo que estaría en riesgo sería la supervivencia de la mayoría de su población, inerme ante los excesos depredadores y carroñeros de la marquesa consorte.

Aguirre no es el único depredador que observas al asomarte a las buitreras que están diseminadas entre los titulares de ayer. Si es cierto lo que cuenta la prensa –a veces lo que te cuentan es cierto a medias-- Teddy Bautista se está preparando una cómoda retirada de la SGAE, una de las buitreras mas pobladas e influyentes del país, con una gratificación por los servicios prestados de unos cuarenta y ocho millones de las antiguas pelas, anuales. No alcanza el nivel de las blindadas pre jubilaciones bancarias, pero no está mal.

La observación de esta realidad te hace evocar con otros ojos las imágenes de 'El Hombre y la tierra'. Ahora reconoces la presencia de aquellas grandes aves depredadoras, con cuello leonado y plumajes oscuros, que evocaban a Felipe II, en algunos personajes públicos, pero, sobre todo, te reconoces tu en el papel de frágil presa, indefensa ante el ataque inmisericorde de los buitres leonados que anidan en las buitreras del poder, cualquier clase de poder.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 25-02-10.

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