ICEBERG A ESTRIBOR

La enorme importancia mediática que se le ha dedicado a lo que se ha dado en llamar tormenta perfecta, ciclogénesis explosiva, bomba meteorológica, y otras lindezas, y que parece ser una tormenta tropical, ha oscurecido otra noticia relacionada con el clima, el desprendimiento de un iceberg del glaciar Mertz, en la Antártida. Una masa de hielo de tres mil kilómetros cuadrados que, según los especialistas en oceanografía australianos, puede tener consecuencias en la vida marina de la zona y en las corrientes oceánicas que tienen influencia en el clima global.

Esta noticia trae a la actualidad la página del blog 'Nieve' que trataba, entre otras cosas, de las interrelaciones entre el calentamiento global, el deshielo, las corrientes oceánicas y el clima. Si bien los científicos advierten que este desprendimiento no tiene que ver con el calentamiento, sino con el movimiento natural de las placas de hielo, lo cierto es que sus consecuencias si están directamente relacionadas con posibles cambios en el clima, por sus efectos en la salinidad de las aguas y la circulación oceánica.

Desde las páginas del blog insisto desde hace tiempo en la toma de conciencia de la importancia del cambio climático, no solo como una amenaza, sino como una oportunidad que puede hacer aflorar otras tecnologías, actividades nuevas, yacimientos de empleo, no por contradecir a quienes ven como aguafiestas a quienes defienden una nueva manera de estar en el mundo, porque los consideran una amenaza para el actual sistema productivo, sino porque creo firmemente que es posible un mundo mas amable con el entorno y con quienes lo habitamos, sin necesidad de que tal mutación nos empobrezca materialmente, si las cosas se hacen con el debido sentido común.

Este es un tema muy controvertido. Casi todas las proyecciones que se hacen sobre los efectos de las modificaciones en el clima sitúan sus consecuencias en un tiempo muy lejano, pero en los últimos años, el aumento de la frecuencia e intensidad de los fenómenos extremos relacionados con el clima, parece indicar que las proyecciones son, incluso, demasiado optimistas, en relación con su horizonte temporal , en particular en lo que concierne a la disminución de la superficie helada continental y a las consecuencias de ese deshielo en los océanos y en los equilibrios climáticos.

¿Hay una aceleración de los acontecimientos señalados en esas previsiones?. En alguna de las páginas que he dedicado a este asunto pedía de los representantes institucionales de la meteorología que se prodigaran mas en los medios de información general en relación con este asunto. Hasta ahora solo he visto a uno de esos representantes institucionales declarar, en respuesta a la pregunta de si el aumento de la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, se debía al cambio climático, que no se podía afirmar, ni negar, esa relación.

Pues vaya. ¿Ese tío cobra un sueldo para eso? Ante la eventualidad de meterse en un avispero con una respuesta comprometida, no se moja. Se supone que estos tíos son científicos, pero contestan , ante una pregunta comprometida, como los políticos.

Al final, cada uno tendrá que encontrar su propia respuesta, buscando la mayor cantidad de información posible, tratando de distinguir la engañosa y tendenciosa de la que parezca mas rigurosa y neutral, pero parece una realidad evidente que hay, entre otras, una masa de hielo de tres mil kilómetros cuadrados ( como Tenerife, nos han dicho) que era una porción continental de la Antártida, flotando sobre el océano, y ese deshielo tendrá consecuencias. En la vida oceánica. En el clima. El que no lo quiera ver, que no mire. Mirar, y comenzar a adecuar nuestros modos de vida a una nueva era, antes de que se produzca una mutación que nos sorprenda, es otra posibilidad.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 27-02-10.