jueves, 15 de marzo de 2012

ALTERNANCIA Y CORRUPCIÓN

Arenas Bocanegra, el eterno candidato perdedor a las elecciones andaluzas desde que sus paisanos ejercen el derecho al voto, centra el discurso de su campaña en la falta de alternancia, o lo que es lo mismo, la permanencia continuada del partido socialista en el gobierno de Andalucia, generadora de una corrupción insoportable de la que es un ejemplo actual el caso de los Expedientes de Regulación de Empleo que ahora se investiga por una magistrada en los tribunales. Además, su negativa a debatir públicamente en Canal Sur con el candidato socialista se justifica con el argumento de que Canal Sur es un medio partidista, no neutral. Que curioso es todo esto.
(...)
Falta de alternancia?, corrupción? ausencia de independencia en la televisión pública autonómica? No les suena?. En lugar de incidir en sus discursos en medidas económicas capaces de reducir la dependencia de las subvenciones de una parte de la economía andaluza, Bocanegra echa mano del espejo de otra comunidad gobernada por su partido, la valenciana, que refleja exactamente los mismos vicios que el atribuye en exclusiva al socialismo andaluz.

Ese punto de vista tiene la ventaja de que no hay que molestarse en construir ningún discurso electoral, basta con copiar, palabra por palabra, los argumentos de la oposición socialista en la comunidad valenciana, idénticos a los que maneja Bocanegra.

Esta uniformidad en los problemas de las comunidades autónomas donde un mismo partido gobierna largo tiempo, sea de la derecha o de la izquierda, es la prueba evidente de que tenemos un problema, si, pero que la alternancia entre dos partidos grandes no es exactamente la única solución.

Si ambos partidos, PP y PSOE, tienen en su seno ladrones, estafadores y malandrines capaces de malear con el tinte de la corrupción y el mal gobierno las formaciones que gobiernan en distintas comunidades, y no son capaces de librarse de ellos de un modo ejemplar, la idea de alternancia tendría que contemplarse con otro contenido, no con la sustitución de un partido maleado por otro que lo está igualmente.

Si una simple huelga de controladores justificó la implantación del estado de excepción en el control de la circulación aérea y la militarización de los aeropuertos, ¿recuerdan?, llama la atención que la democracia haya sido incapaz de responder a los excesos de la falta de alternancia mediante la participación en el poder político de ciudadanos cualificados, asistidos por el cuerpo de Interventores del Estado que, por cierto, no sabemos donde estaban cuando se cometieron las numerosas tropelías que han permitido el fracaso financiero de nuestro Estado Autonómico.

El discurso de Bocanegra, pues, no resiste la traslación a otro territorio gobernado por su partido y es la prueba evidente de que sufrimos un sistema bipartidista corrupto, no porque sea absolutamente corrupto, pero si porque el grado de corrupción y su extensión territorial, exceden del grado soportable por un sistema político sano. Un problema al que la alternancia entre dos partidos no da solución.

La llamada a la alternancia de Bocanegra, en Andalucia, tiene, a mi parecer, otro riesgo para su partido, además de la visión especular que ofrece de la corrupción en otros territorios gobernados por ellos, la justa reconvención a los socialistas por los asuntos de los Eres puede muy bien estimular el voto a otros partidos de la izquierda, privando al PP de nuevo de sus posibilidades
de gobernar, o de hacerlo con mayoría absoluta.

Andalucia, --la he visitado varias veces-- da la sensación de ser un territorio muy escarmentado con el gobierno secular de los señoritos, incluso me pareció notar, en un viaje a Ronda, la cuna de la cultura andaluza serrana, cierta hostilidad porque esa dependencia del señorito ha sido sustituida por la del turista, dado que la Junta de Andalucia pone carteles bien visibles en los establecimientos hosteleros animando al trato amable con los forasteros, señal de que todavía pervive una cierta sensación de explotación de quienes viven en ese territorio, y no acaban de acostumbrarse a la invasión de otras culturas que perciben como ajenas.


La opción de la economía andaluza por los servicios, menos por la industria y la innovación, no tiene nada que ver, creo, con las preferencias de sus habitantes, tan capaces como otros de adecuarse a las nuevas exigencias del panorama global, sino con la tendencia de sus oligarquías a la conservación de un modo de vida mas cercano a la tradición feudal que a la revolución burguesa.

Ninguna propuesta de Bocanegra ha trascendido que vaya en la dirección de modificar las condiciones económicas y sociales de esa comunidad, que reduzca su dependencia del turismo, que modernice y amplíe sus estructuras industriales. Su propuesta es, básicamente, un espejo que refleja los mismos defectos en los que incurre su partido en otras comunidades.

En ese caldo electoral, con la memoria del poder del señorito en el mapa neuronal de la mayoría de los andaluces de a pie, es dudoso que voten con la mayoría suficiente al señor Bocanegra, mas parece que los descontentos con el PSOE se inclinarán hacia otros partidos, antes que el de los señoritos del PP.

Al parecer, todo el mundo está pendiente de las elecciones andaluzas, no tanto por lo que dice el Sr. Bocanegra, sino por lo que hará al día siguiente Rajoy con la tijera. Pronto la sabremos.

Olvidé decir, ayer, que cuando subí a casa me asomé a la ventana y vi a una pareja estelar, Venus y Júpiter. Un bello espectáculo. Me recordaron, no se porqué, a Saturno. Evoqué el famoso cuadro de Goya, Saturno, devorando a sus hijos. La barba de Saturno, tampoco se porqué, me recordó a la de Rajoy. un poco menos tintada.

En fin. Alternancia y Corrupción.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 15-03-12.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios