De vez en cuando aparece en la prensa un documento gráfico que merece ser comentado, por su singular potencia metafórica. Ocurrió hace algún tiempo con una foto que publicó 'El País'. El fotógrafo, muy oportuno, captó la imagen que ofrecían Botín y Zapatero. Al cruzarse, el cuerpo de uno de ellos ocultó el del otro, y lo que se vio en la foto fue un solo cuerpo orgánico con dos cabezas, una mas pensante que la otra. Una metáfora de la bicefalia política y financiera que ya ven hasta donde nos ha traído, con permiso de la patochada que se ha escenificado ahora sobre la voluntariedad por parte de la banca de la dación en pago, una muestra de que el sistema está conducido por una cabeza híbrida.
Casi me gusta mas la foto de la primera de 'Levante' de hoy, en la que Jean-Claude Junker, presidente del Eurogrupo, aprieta el cuello de De Guindos, quien pasa por ser el ministro de Economía de nuestro país, aunque a veces parezca el chico de los recados de Alemania, a quien su jefe está a punto de estrangular por derramar el café.
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Es curioso que en esa foto de la primera, la expresión de De Guindos no ofrece el menor rastro de tomarse la cosa a broma. Su gesto serio mas parece decir 'Para, que me vas a estrangular...esas cosas no se hacen en público', mientras que en las fotos de páginas interiores ya ha conseguido esbozar un amago de sonrisa, una muestra de que ha intentado recuperar su sentido de la interpretación en el show en que consiste la política para consumo público.
En cambio, Junker, desde el principio se comprende que está interpretando un papel, dirigido sobre todo a sus electores alemanes, que es lo que últimamente hacen los mandatarios alemanes, de Merkel para abajo, cuya función en Bruselas tiene una deriva cada vez mas irracional, como si en lugar de participar de un grupo multinacional asociado, estuvieran solo al servicio de su clientela.
El resultado de esa deriva nacionalista es que, de momento, Junker pretende arramblar con otros 5.000 millones de Euros de nuestros presupuestos, para dedicarlos al déficit, en lugar
de a acciones y medidas que propicien el crecimiento de una economía depauperada.
Tal parece, no solo que Alemania barre para su casa, sino que pretenden convertirnos en súbditos luteranos y que sobrevivamos con la cultura del esfuerzo y la austeridad, tan cara a Roig, en lugar de con estímulos financieros al crecimiento económico, como manda cualquier manual de economía que no haya sido todavía echado a la hoguera.
Me quedo con la foto de la primera, en la que De Guindos muestra la angustia del estrangulamiento, porque además es coherente con el comportamiento de un personaje ahora casi fuera de circulación, Ruiz Mateos. Este caballero, en tiempos de su primera Rumasa, intentó comprar un grupo vinatero en el que yo trabajaba, que incluía la primera firma exportadora de vinos del país, pero no se lo vendieron porque sabían que no pagaba lo que compraba. Finalmente lo vendieron al BBVA que era mejor pagador. Pues bien, del Ruiz Mateos de aquella época se contaba que su filosofía empresarial incluía la práctica de que 'a los ejecutivos, no hay que apretarles, hay que ahogarlos'. Es decir, que el gesto de Junker con De Guindos, corresponde en realidad a un vieja práctica en la que el poderoso hace ver a su inferior jerárquico su posición de sumisión en la toma de decisiones.
Luego hay otras fotos. Solo mencionaré las que fueron censuradas en una exposición del Muvim, porque ciertos políticos autonómicos no salían bien favorecidos, por cuestiones de la justicia y de nuestra corrupción doméstica, un tema que comienza a repetirse hasta la fatiga, ahora que Rita Barberá, máxima responsable municipal, se niega a asumir su responsabilidad por los actos
realizados en Emarsa, un órgano en el que la presencia de los máximos responsables municipales
no puede sustanciarse con un 'mi mujer no sabe nada', como en el caso Urdangarín.
En fin. 'El aprieta pero (si) ahoga'
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 13-03-12.
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