martes, 27 de marzo de 2012

POLÍTICA ESPECTÁCULO

Si la política es, en general, en buena medida, puro espectáculo, uno puede usar, al observarla, los recursos de la sátira, la crueldad, y hasta la escatología, pues todo se trata mas de un mal sueño, que de la realidad.

Si damos crédito a la noticia que llega de Gran Bretaña, en la que se precisa que un tesorero del partido conservador cobraba 300.000 del ala por una entrada de platea para que el donante compartiera mesa y mantel con Cameron en Downing Street, la noción de la política como espectáculo se consolida. Si consideramos que el donante espera recibir algo a cambio, el sueño de la política espectáculo deviene en amarga realidad.

Trasladando el escenario de nuestra política doméstica a Seul, uno se pregunta si los aparatos sanitarios allí serán como los de aquí, o meras placas turcas donde Rajoy se estará cagando de miedo al comprobar, vía satélite, lo poco que dura su 'carisma'.
(...)
No es extraño que Rajoy haya sufrido un apretón intestinal al ver la escena del balcón tras las elecciones andaluzas. Que patético, me ha recordado los amantes de Verona. Arenas al borde del suicidio. Montoro, con su aire de pato Donald, tan característico, incapaz de construir ni media sonrisa y Fátima con su mueca filo fascista de siempre, esta mujer no puede negar que entre sus héroes el preferido es Queipo.

Pero, basta de espectáculo, ciñámonos a la realidad. La realidad se me ha mostrado esta mañana en forma de sueño residual, cuando estaba en esa frontera en la que no acaba de imponerse la vigilia y el recuerdo vago de lo soñado te incomoda.

Esa realidad está poblada por jóvenes en graves dificultades. Algunos deben pedir ayuda a sus padres para pagar la hipoteca, otros estan en una espera indefinida esperando un contrato temporal que nunca llega, porque depende de que la Generalitat haga frente a compromisos de pago ya antiguos que nunca satisface.

Los que tienen un trabajo, están en espera de un Expediente de Regulación de Empleo que puede afectar, según la empresa de que se trate, a entre mil y cuatro mil trabajadores. Y yo, me temo, lo único que puedo hacer en favor de estos jóvenes, es participar en la marcha de protesta que tendrá lugar el jueves con ocasión de la huelga general, para intentar dejar claro que, a buena parte de la población, el carisma de Rajoy no nos gusta.

Por debajo de la política espectáculo se impone la cruda realidad. Al margen de los argumentarios estúpidos, que dan lugar a declaraciones estúpidas, los medios de comunicación trasmiten la idea de que el lugar donde vivimos, la Comunidad Valenciana, es el furgón de cola de las autonomías, que nuestro producto interior bruto va a caer por encima de dos puntos, una barbaridad que refleja la imposibilidad de paliar siquiera la situación de desempleo y el riesgo de perder su empleo entre quienes aún lo tienen.

Puede que la política sea espectáculo, pero la realidad es cada vez mas una pesadilla. Nunca lo había sentido así hasta esta mañana, en la que me he despertado sacudido por esa realidad.

Por lo demás, el espectáculo de la política y sus personajes, no puede ser mas mediocre. Ver a De Guindos, el ministro de Economía, un tipo que estuvo ligado a Lehman Brothers, estrangulado en público por el mandamás alemán, a nuestros ministros de industria, agricultura y exteriores, defendiendo el sector petrolífero como si fueran accionistas de Repsol, --al parecer, en algún caso, lo son-- ver crecer los presupuestos de Defensa, administrados por un tipo del sector armamentístico, ahora ministro, mientras se entra a saco en Sanidad y Educación,y no sigo, esta representación, aún siendo mediocre, pertenece al género de la farsa, aunque es casi una tragedia colectiva.

Ya se ve que la pesadilla cuyos restos me han incomodado esta mañana ha influido en mi ánimo. Sin embargo, me queda la satisfacción de haber acertado en la página 'Alternancia y Corrupción', en la que sugería que los votos que se le negarían al PSOE andaluz se quedarían en la izquierda, como ha sucedido. Y no me incomoda haber usado una imagen escatológica para expresar la avería en el 'carisma' de Rajoy, castigado por la brutalidad de sus medidas. Al fin y al cabo, la política es, en buena medida, espectáculo.

En fin. Política Espectáculo.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 27-03-12.

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