He bajado al Maravillas y Tony, siempre tan amable, me ha cedido la preferencia del 'Levante', muy solicitado, que hoy lleva contenidos interesantes, pero no puedo comentar ninguno por dos razones. Lo he leído muy deprisa, porque debía ir al mercado y, además, no pensaba escribir nada en el blog porque la ultima entrada, de hace tres días, 'Capone' ha recibido buena acogida. El primer día alcanzó el décimo lugar entre las páginas mas vistas, y el segundo, ya estaba en quinto lugar, por eso había decidido no añadir nada que pudiera desviar el interés por sus contenidos.
El caso es que, luego, he ido al mercado, a comprar un surtido de ibéricos, un atún de tronco en envase de cristal y un par de tomates del terreno, para ofrecer merienda a dos amigos que vienen esta tarde a jugar a las cartas, y dar buen uso a la botella de vino de la variedad tempranillo, también llamada cencibel, envejecido en barrica, que nos regalaron el otro día. Terminada la compra he pillado 'El País' en un quiosco del mercado, y mientras tomaba café en Valiente, un titular de la página 8, atribuido a Benedicto XVI, 'el marxismo ya no sirve' me ha producido un efecto de iluminación y aquí me tienen, iluminado por la sabiduría papal, dispuesto a comentarlo.
(...)
Pues bien, la afirmación papal, 'el marxismo ya no sirve' me lleva a la reflexión de otro montón de cosas que han quedado inservibles. Empezando por mi PC, siguiendo por el Capitalismo, Camps, yo, o el propio papa, la lista de sujetos o modos de organizar la sociedad obsoletos puede ser tan larga como rigurosa y extensa sea la investigación de quien los declara obsoletos.
En cuanto al marxismo, si por tal entendemos una ideología política aplicada al gobierno de Europa occidental hemos de convenir, con Benedicto, que ya no sirve. Ahora bien, entendido el marxismo como instrumento de análisis del capitalismo como un modo de producción que funciona, de modo ineluctable, por medio de crisis sucesivas, cada vez mas profundas y extensas, algo que ha verificado la realidad histórica, resulta que el capitalismo, como un modo de vida --no solo de producción-- que produzca estabilidad y prosperidad social, no sirve.
Si el marxismo no sirve, y el capitalismo tampoco, que tenemos. Bueno, tenemos un marxismo que todavía sirve como instrumento de análisis científico y un capitalismo que si que sirve, aunque solo a unos pocos. Es decir, que las cosas, los sujetos y los modos de organizar la sociedad, no son del todo inútiles, ni útiles del todo, suele depender de para quien.
Mi PC, por citar otro ejemplo, a la luz de las tabletas que lleva consigo la gente por ahí en sus mochilas, parece un equipo obsoleto, pero al periodista gastronómico que vi en la tertulia del viernes le han robado la mochila, la tableta y todo lo demás. Mi equipo puede
que esté obsoleto, pero parece mas seguro.
Tomemos ahora a Camps como ejemplo. ¿Sirve para algo un sujeto que ha sido arrastrado según Rita por el río de Heráclito, sin posibilidad de volver al lugar de donde partió?. No se. Lo que no hay duda es que es un sujeto muy útil para que una revista, Telva, que nunca es citada en los medios serios esté ahora de moda rabiosa.
Yo mismo, ¿tengo alguna utilidad, sirvo para algo? Hombre,ya no me veo compitiendo por un puesto de director financiero en una multinacional, sin saber inglés, con un jovencito que ha hecho dos doctorados en la universidad de Harward, pero en la cocina aún me desenvuelvo bastante bien, y creo tener una condición que, aunque en estos tiempos tiene poca demanda, yo le veo su utilidad, el sentido crítico.
Esto quiere decir que la utilidad o no de las cosas, suele ser un asunto relativo, aunque puestos a pensar en algo realmente inútil y obsoleto, eso es el papa, si. Imaginen a un sujeto incapaz de prescindir de unos zapatos de lujo, esos Manolos tan primorosos que asoman por las puntillas de sus sayones, y deben costar una pequeña fortuna al Vaticano, mientras sus adeptos en el continente africano, por decir algo, carecen de lo mas elemental, como el agua o la comida. Y no me digan que esto es demagogia. Estoy hasta el culo de que las denuncias de las desigualdades y los abusos de los poderosos se despachen con la calificación de demagogia, no es demagogia, son abusos, coño.
En fin. Inservibles.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN)24-03-12.
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