UN DÍA COMPLICADO

Hoy no me queda tiempo para la entrada habitual del Blog. A pesar de ello, he encontrado un hueco para explicar porqué. No he leído la prensa, ni he bajado al Maravillas, porque a las nueve treinta he debido tomar el autobús para realizar una visita cultural en la Beneficencia, junto a mis compañeros del aula de medios. Hemos visitado una exposición, 'La Ruta de la seda', y una capilla desacralizada neo bizantina que se encuentra en el mismo edificio, que yo ya conocía, pero que he decidido revisitar, porque casi siempre está cerrada, y no es fácil acceder a su interior, fuera de los actos culturales que se celebran allí, conciertos, conferencias o presentaciones de libros.
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Lo mejor de 'La ruta de la seda' ha sido contemplar una cabaña de madera, una vivienda típica de las etnias nómadas asiáticas que deambulaban con la casa a cuestas por aquellas soledades en las que no había banqueros, clases políticas ni hipotecas, y la supervivencia del grupo comunitario era una equilibrada combinación de esfuerzo personal y solidaridad tribal. Luego nos hemos hecho sedentarios, y ya ven, la hemos jodido.

En cuanto a la Capilla, toda la gente que formaba parte del grupo que la visitaba se ha quedado
a cuadros. Nadie sospechaba que en esta ciudad hubiera un edificio así, con una decoración neo bizantina que lo convierte en una joya, no solo única, sino desconocida. No es mi caso. Conocía la capilla por haber asistido a algunos conciertos hace años, pero, aún así, me ha costado mi tiempo
descubrir entre la abigarrada decoración los símbolos nazis --de origen romano, o tibetano-- que contiene.

En una de las decoraciones laterales aparecen las esvásticas pintadas en las tallas que le dan un carácter simbólico tan raro a este edificio singular. Terminada la visita, me he sentado junto a una mesa al sol, frente a los enormes ficus del patio de la Beneficencia y me he tomado un café mientras mis compañeros aparecían en el patio, poco a poco, una vez terminada la visita.

Después, he tomado el autobús, y he llegado justo a tiempo a casa para ir con mi mujer al tanatorio, donde se vela a un vecino que murió ayer. Este tanatorio, que está frente al Hospital Dr. Peset, tiene solo dos salas en cada planta y a diferencia del tanatorio municipal donde las salas son muy numerosas, de pequeño tamaño, y el ruido de las conversaciones reverbera como si estuvieras en un mercado, en este lugar el nivel de ruido es tan bajo que tu presencia para consolar a los deudos no añade contaminación sonora alguna, lo que es muy de agradecer.

De vuelta del tanatorio, Encarna y yo nos hemos tomado un cocido sensacional y después del oportuno tiempo de descanso, me dispongo a acudir a una conferencia de R. V. Meliá, en la Sociedad de Agricultura, en la que Rafa nos obsequiará generosamente con su erudición contándonos lo que sabe de los Escritores del Mediterráneo.

Comprenden, ahora, porque me refería a un día muy complicado, una visita cultural, muy, muy larga, la asistencia a un velatorio, y participar de una interesante conferencia de contenidos literarios, es mas de lo que mi cuerpo, y mis rutinas, están acostumbrados a soportar.

En fin. Un día complicado.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 7-03-12.