Mañana vienen a cenar Antonio y Lola, así que esta mañana he ido al mercado con mi mujer para hacer las últimas compras. Frente al puesto de la fruta, Encarna ha sufrido una lipotimia, la he sujetado para que no se cayera y la amable vendedora ha sacado una caja de plástico para que se sentara, y le ha ofrecido un café que había pedido para ella.
Encarna estaba pálida, como le sucede en estos episodios que se repiten alguna vez, por su tendencia a la hipotensión. Cuando se ha recuperado algo, hemos salido fuera del mercado y nos hemos tomado un café en Valiente. El efecto de la cafeína y el aire libre le han devuelto un tono mas vivo al rostro de Encarna, hemos entrado de nuevo para hacer las últimas compras, unos tomates del terreno, unos troncos de atún en envase de cristal, un queso de cabra en rulo, un paquete de tostas de trigo integral, y en el griego, una tarrina de crema de garbanzos con sésamo y otra con crema de huevas de bacalao.
Esta contingencia, la repentina indisposición pasajera de Encarna, me ha recordado la fragilidad de todo lo humano, en particular, la nuestra, así que, como ignoro lo que puede pasar de aquí a mañana, igual resbalo sobre una piel de plátano, o me estalla una carcasa en la cabeza, he decidido comer hoy, virtualmente, la cena de mañana, y, antes de hacerlo, voy a describirla por si alguien tiene invitados en casa estas fallas y no tiene aún claro lo que podría ofrecerles.
(...) Primero la bebida, nada especial, un jerez Pedro Ximénez, (servirá también para las carrilladas) acompañado de almendras fritas para hacer tiempo mientras se termina de poner la mesa. Cervezas especiales de la marca preferida por Antonio para las entradas. Lonchas de tomate del terreno con filetes de atún, montaditos con queso de cabra guarnecido con sésamo. Tostas de trigo integral con cremas de garbanzos y de huevas de bacalao.
El vino, el que traiga Antonio. Como trabaja en la Sanidad pública recibe frecuentes atenciones de usuarios que tienen muy buen gusto para elegir el vino.
El plato fuerte, la carrillada, es el mas laborioso de preparar. En mi caso, adelanté la compra de la carne y la he debido congelar, lo que ha requerido veinticuatro horas mas para la descongelación, pero ya la tengo aquí, a punto, y esta tarde la prepararé, me gusta hacer el guiso de un día para otro, el reposo antes de consumirlo mejora el resultado.
En la cazuela metálica sofrío unos ajos en aceite de oliva, junto con una rama de tomillo (abundante), después, enharino y sello la carne y la retiro. Añado un fondo de carlota en rodajas (tres) y cebolla picada, y una vez rehogadas vuelvo a poner la carne y un buen chorro de Pedro Ximénez, hasta que cubra el contenido de la cazuela. Lo dejo reducir. Cuando el vino ha perdido
el alcohol, añado la sal, traslado el contenido de la cazuela a la olla a presión, termino de cubrir con agua para que no se agarre y lo dejo entre cuarenta minutos y una hora, comprobando después el punto de cocción. Si es necesario, lo termino con la olla abierta, para controlar mejor, el tiempo necesario para que las carrilladas queden melosas.
Antes de servir las carrilladas, conviene dejarlas enfriar y una vez frías, filetearlas, la presentación del plato gana si están fileteadas y, además, cunden mas. Se sirven calientes con la cebolla y la carlota, si se desea, sin triturar, si se prefiere, incorporadas a la salsa una vez trituradas.
Falta el postre. Nos hemos decidido por yogur griego con fresón troceado, preparado por nosotros, nada de postres en envase comercial.
Las carrilladas estaban de muerte, si, y las muses de garbanzos y huevas de bacalao con las tostas integrales, ni te cuento. Es cierto que aun no he probado la cena, es mañana, pero a ver quien me quita a mi el placer virtual de haberla probado ya. Pues eso.
No dejes para mañana, lo que puedas cenar hoy, nunca se sabe si mañana estarás aún vivo.
Carpe Diem. Disfruta el día.
En fin. Cena con amigos.
..LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 16-03-12.
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