lunes, 24 de septiembre de 2012

112

El 'Levante' digital ofrece dos docenas de fotografías que muestran el inicio y la evolución del incendio de Chulilla. Entre la primera y la última foto se revela claramente la diferencia entre ambas situaciones, marcada por la negligencia culpable del Conseller Serafín Castellano, que pronto aparecerá en las pantallas de televisión para decir que la extensión del fuego se debe a las desfavorables condiciones, al violento viento de poniente, lo cual es cierto, pero no justifica que una pequeña llama en un desmonte sin árboles, junto a una central eléctrica, que se podía apagar con cuatro cubos de agua, se haya convertido en un incendio incontrolado que ha determinado la evacuación de 2.000 personas y se extiende por varios términos municipales ¿porqué?
(...)
La verdad, no lo sé, por eso estoy buscando respuestas. En la web de la Consellería de Gobernación se dice que el pasado día 17 de septiembre se retiró la alerta por riesgo máximo de incendios. Ya no estamos en verano, es cierto, pero este es un punto de vista astronómico, convencional, el verano climático aún no nos abandona. No se si esto tiene algo que ver o no con la incompetencia manifiesta de Castellano en la protección de nuestras masas forestales, pero, esta mañana, al ir al mercado he visto un vehículo del servicio de vigilancia forestal estacionado en una calle urbana. ¿Que coño hacía allí? No sé.

Sospecho que uno de los errores básicos de gestión de nuestro patrimonio forestal frente al riesgo de incendios, es logístico. Es decir, que los medios de extinción están demasiado alejados de los lugares de riesgo, y tardan demasiado en intervenir. Luego está la dejación en las labores de vigilancia. El hecho de que hayan sido unas personas particulares, y no un agente forestal, quienes primero han detectado la existencia de un fuego incipiente, sin importancia, es bastante ilustrativo de en que manos hemos dejado nuestro patrimonio natural.

Nunca he visto tan claro, como en este fuego, que un aviso de quienes lo han descubierto a la gente del pueblo, para que acudieran con una camioneta y 20 cubos de agua, además de llamar al 112, habría evitado una tragedia medioambiental como esta. El 112 hace una labor benemérita, digna de elogio, en lo que se refiere a enviar ambulancias y otros medios de auxilio cuando los ciudadanos lo requieren, pero sospecho que, en materia de fuegos, se limita a trasladar los avisos a los responsables políticos que, supuestamente, deben controlarlos.

Alguna Entidad de la comarca de los Serranos, ya ha pedido la dimisión de Castellano, por su incompetencia manifiesta en la protección del territorio. Si lo sacan de Gobernació, siempre pueden destinarlo a Folclore, por su afición al Joc de Pilota, y als Bous al Carrer, pero, en mi modesta opinión, no estamos ante una mera incompetencia política, que también, sino ante una negligencia criminal, en la que algún fiscal debería intervenir para dilucidar si hay indicios de delito. 

Cuando los habitantes de los municipios con masas forestales se ocupan de su administración, de su explotación, de su conservación, como es el caso de la comarca de Albarracín, por citar un ejemplo donde la explotación forestal es comunal, rara vez oímos hablar de catástrofes como las que han asolado nuestros montes este verano. 

Del mismo modo, cuando quienes habitan esos lugares serranos, se hacen cargo, directamente, con medios propios o cercanos, de las labores de extinción, la probabilidad de una pronta extinción, sin que se desmadren, es mayor. 

El modelo actual, en manos de políticos lejanos y ajenos a los lugares de riesgo, que, además, son incapaces de diseñar y organizar una logística apropiada a cada caso con rapidez y eficacia, cuando concurren las circunstancias climáticas adversas, como este largo y tórrido verano, da como resultado un suicidio medioambiental, que tiene responsables.

Si esa responsabilidad puede ser o no penal, corresponde determinarlo a los fiscales, pero sin limitarla a los supuestos pirómanos, tan pirómanos son quienes inician el fuego, como quienes mediante su negligencia culpable no contribuyen a apagarlo de modo precoz, a pesar de los medios materiales de que disponen 

En fin. 112.

Hola, de nuevo.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 24-09-12.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios