LA TESORERÍA

Ando un poco flojo y dolorido. Trabajar tres días de turista en Madrid la semana pasada me ha dado ahora un poco de bajón. El trabajo de turista, ya lo he dicho alguna vez, es el mas esforzado. Jornadas de catorce horas y encima tienes que pagar tú. Flojo estoy por el cansancio físico acumulado, dolorido porque, como Rajoy, he faltado a mis promesas. Ayer no añadí entrada alguna al blog, y la última, Bajo el Volcán, al releerla, me parece un poco tonta.

El blog también tiene sus electores, ustedes. En el tiempo que dura una legislatura normal --no como la de Rajoy que no se sabe cuanto va a durar-- sus usuarios han elegido visitar sus páginas 24.410 veces, desde tres continentes.

Y ahora no se que hacer, después de haber defraudado las expectativas de los electores con el silencio de ayer, ¿debo dimitir, marcharme, abandonar el blog y dedicarme al dolce far niente, como le he exigido a Rajoy en estas mismas páginas, por traicionar a mas de diez millones de electores?. No sé. Abro un referéndum, y ustedes lo deciden vía comentarios.
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Ya una vez dimití, por así decirlo, cuando abandoné mi dedicación de economista en la empresa privada, a cambio de una modesta pensión, bien ganada con mas de cuarenta años de cotizaciones que, sumada a la no contributiva de mi mujer, --que debía haber sido mejor, pero los sinvergüenzas que la emplearon cotizaron por menos tiempo del que efectivamente trabajó--  nos da para vivir, aunque ella se queja, con razón, de que me gasto la suya en tabaco, café y, a veces, prensa. 

Decidí abandonar mis funciones de director financiero en empresas muy vulnerables a las crisis financieras, porque no quise pasar por la ignominia de engañar cada día a proveedores, clientes y personal de esas empresas usando el latiguillo que uno de esos empresarios con los que trabajé, a quien llamábamos Juan el del yate, no solo por su afición a la navegación, empleaba siempre frente a sus acreedores, 'ya te' pagaré... 

Hoy es uno de esos días en los que he comprado la prensa, porque tenía hora en el dentista, y allí solo ponen revistas atrasadas mientras esperas. El dentista bien, he salido con unos dientes blancos, cuando entré con los mismos ennegrecidos por el café y la cloroxidrina, o lo que sea.

Mira por donde, el titular gordo de 'El País' alude a las mismas cuestiones que me hicieron abandonar la vida laboral activa. Dificultades de Tesorería, esta vez, sobre todo, en lo público. 'ANDALUCÍA PIDE MIL MILLONES AL GOBIERNO PARA LLEGAR A FIN DE MES' Toma. Si todo el mundo que tiene dificultades para llegar a fin de mes, comienza a pedir pasta al gobierno, ni todos los bancos centrales del mundo pueden resistir eso.

Luego, en tipos mas pequeños, 'Cataluña exige un crédito puente para evitar una oleada de impagos' Lo del crédito puente, me interesa, porque el dentista me ha pedido 1.800 euros para ponerme un puente fijo ¿Que es, románico, o que...? 

Lo terrible de las tesorerías insuficientes, exhaustas, bien sea en las empresas privadas, o en los gobiernos, es que impide pensar con racionalidad a sus responsables. La exigencia de satisfacer el día a día, que sé yo, pagar a los farmacéuticos, retribuir los contratos con los amigos, bloquea la capacidad de pensar a largo plazo, es decir, retrasa las necesarias estrategias para dar la vuelta a la situación y, al final, los responsables políticos, solo se pueden dedicar a repetir lo de 'ya te pagaré...' 

Por tanto, la primera condición para empezar a vislumbrar el camino de la salida de esta situación angustiosa, es acabar, radicalmente, con la insuficiencia actual de las tesorerías públicas y ponerse a pensar enseguida en otras cosas.

Reactivación, inversiones, rehabilitación como única fórmula posible de animar el sector de la construcción, promover, de nuevo, la educación, la investigación y la ciencia, como factores de desarrollo económico que, junto con el estímulo de nuestra capacidad exportadora, comiencen a alumbrar un nuevo camino, que se olfatea distinto y desconocido, pero que, siguiendo la filosofía oriental, se crea con un primer paso. 

Es un poco descorazonador que Montoro, con la amnistía fiscal, haya renunciado a atraer para el tesoro público, mediante la correspondiente emisión de obligada suscripción por los defraudadores, los 70.000 millones de dinero negro, o los que sean, que andan por ahí. Mas aún que, después de esta pifia, cuando, a consecuencia de la misma, dependemos del Bundesbank y del Banco Central Europeo para aliviar la Tesorería, presida nuestro gobierno un señor de Galicia que no sabe inglés y, claro, cuando va a hablar con los que tienen la pasta, es que ni se entienden, oiga.

Total, que los meses pasan, la Tesorería está, cada vez mas, hecha unos zorros, y los responsables de los gobiernos, central y autonómicos, unos mas que otros, se van pareciendo cada vez mas a mi querido Juan el del yate. Ya te pagaré... 

Me marché de la empresa privada para no pasar por el vía crucis que supone una Tesorería tan frágil como la que había entonces en las que frecuentaba, y ahora, siete años después, estoy inmerso en una situación nacional de Tesorería averiada, que también me afecta, claro que sí.

La entrada del cine D'Or ha subido cincuenta céntimos, el pan de aceite cinco céntimos, la inflación, cuando la midan después de la subida del IVA, ni te cuento cuanto habrá subido. 

Lo peor de todo es que no se me ocurre quien querrá conceder a un viejo desdentado un 'crédito puente' para pagar el puente fijo, sea o no romano, que mi dentista estima que es la solución adecuada para mi gastada dentadura de fumador. 

En fin. La Tesorería.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 4-9-12.