jueves, 22 de agosto de 2013

EXODUS

Tranquilos, no voy a filtrar nada de la película que se rodará? en Almería, lo mío va de Éxodos, pero nada de proporciones bíblicas, algo mas modesto, la gente que se va de aquí, solo eso. Sabemos que muchos españoles están emigrando en busca de trabajo, los que no lo tienen, o en busca de trabajo mejor remunerado los que ven peligrar sus condiciones, sus relaciones laborales aquí.

Enfermeros que se van a Gran Bretaña, médicos o profesores a Ecuador, científicos a Canadá o Nueva Zelanda, camareros a Ibiza, músicos a Brasil, en fin. Lo que no habíamos leído hasta hoy es que aquí, en Heliópolis, 'Casi 800 empresas valencianas se van a Madrid en dos años para obtener ventajas fiscales' según un titular de primera (Levante 21/8). Luego en la 24 se precisa que han sido 784. Tanto da.

El caso es que Madrid se consolida como un vivero de Empresas y nosotros no, ¿porqué?
(...)
Viendo las declaraciones de los sátrapas madrileños sobre la privatización de sus hospitales y sus efectos sobre las relaciones laborales en el personal sanitario, y la actitud de Rosell, presidente de la patronal, que no es madrileño pero tiene su campo de operaciones en Madrid, estimo que hay razones de peso para que los trabajadores huyan de España y las empresas se radiquen en Madrid.

Cada vez que veo la imagen de Rosell en una foto de prensa, la asocio con un tipo con casaca y peluca pre ilustrado y pre capitalista, entregado a la cruzada de convertir este país en un espacio medieval donde los privilegios de las relaciones laborales se concretan en todo para el amo y nada para el siervo.

Aquellos discursos sobre responsabilidad social que daban las empresas forradas de pasta en seminarios y cursos de dirección empresarial a través de sus fundaciones, han quedado relegados a algún spot de Caixabank o algún patrocinio de la Champions. ¿Responsabilidad social, de que me está hablando usted? 

Volvemos a toda carrera hacia la sociedad estamental y cuando nos descuidemos volverá a su vigencia el derecho medieval y en cuanto a la formación de ejecutivos se pondrá de moda aquel dicho, atribuido al Ruiz Mateos jóven, a los trabajadores no hay que apretarles, hay que ahogarlos.

Los trabajadores de la sanidad madrileña en trance de privatización, están ahora en esa tesitura y sus gestores, políticos madrileños, se rien de sus acciones de protesta, públicamente. Son los mismos políticos que están aplicando, impunemente, el dumping fiscal para atraer empresas, del mismo modo que se han mostrado dispuestos a aplicar el dumping sanitario, con la objeción a la ley del tabaco, para atraer la industria del juego.

Conviene saber si la esposa de algún capitoste madrileño se va a especializar en el tratamiento de las adicciones, como la señora del caballero de Las Vegas. Primero, los clientes se dejan los billetes grandes en las tragaperras y luego lo que les queda en la consulta de Mistress Adelson.

Es lo que, en aquellos seminarios sobre responsabilidad social en la dirección de empresas, se conocía como la integración vertical de los negocios. 

Vivan los políticos madrileños en el poder, viva Rosell, si. Hasta que, si tienen éxito en su empresa de medievalización de los mercados laborales, después los siervos los cuelguen en la plaza pública.

En fin. Exodus.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 22-08-13.

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