Dícese del arraigo que es 'hacerse muy firme y difícil de extinguir o extirpar..', también establecerse, radicarse en un lugar, y de la pertenencia que es la integración en un conjunto o grupo. Podemos suponer que Julián Assange, el creador de Wikileaks, que divulgó secretos militares de Estados Unidos, o Hervé, el ex empleado de una Banca suíza, que ha facilitado información sobre cuentas abiertas allí por personas de otros países, eran personas arraigadas en sus países, en sus culturas, pero su impulso de hacer públicas verdades incómodas para los poderosos los ha condenado, sin juicio previo, al desarraigo.
Assange supongo que sigue refugiado en una Embajada, Hervé vive en París, ambos viven alejados, como el tercero que se refugió en Rusia, de compañeros, amigos y familiares, es decir, en una situación de desarraigo.
A mi esta situación me recuerda mucho lo que cuentan que sucedía en tiempos del Imperio Romano, cuando un senador decía algo que molestaba al César, o revelaba un secreto que lo incomodaba, era enviado al destierro, es decir, desarraigado.
Pero que pasa aquí, ¿es que las cosas no cambian con el paso del tiempo? Ya lo creo que cambian, aquí me tienen a mi machacando el teclado del ordenador y trasladando mi pensamiento, mas o menos desordenado, a los usuarios del blog, algo impensable en tiempos de Calígula.
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Ahora bien, me pregunto si el hecho de que entre los países de orígen de los usuarios del blog se encuentren, Polonia, Alemania, Estados Unidos, Francia, Ucrania, Rusia, México, Chile, no me convierte a mí, también, en un desarraigado, pues en lugar de conversar en la barra de un bar con amigos y vecinos, personas que comparten conmigo un cierto arraigo, una cierta pertenencia, estoy aquí participando de una 'globalización' de la comunicación.
Yo, la verdad, no me siento desarraigado por participar en una comunicación global con naturales de otros países, a quienes no conozco de nada,
con los que tal vez no tenga nada en común, sobre todo porque lo hago después de haber participado del arraigo con amigos y vecinos, el día da para mucho y no me gusta limitarme.
Otra cosa es que haya personas sometidas al desarraigo, solo por decir la verdad.
¿Es la globalización desarraigo?. Depende, si considermos la globalización solo como un mercado único, global, que tiende a eliminar las barreras locales con el fin de que los productos circulen libremente por el planeta, conducidos por un puñado de multinacionales, en beneficio
básicamente de unos pocos (Tratado de Libre Comercio, que ahora se trata de imponer), ese impulso cambiará, inexorablemente, sea bueno o malo ese cambio, los hábitos de consumo y de diversión de la gente.
Citaré solo dos ejemplos.
De los mas de cien mil kilos de azafrán que se comercializan en España, buena parte de los cuales se exportan bajo el sello azafrán español, solo 1.500 kilos se producen en España, el resto es azafrán iraní.
Es decir, en este caso, la globalización se traduce en fraude a los consumidores y sus hábitos de consumo habrán sido alterados, sobre todo los de aquellos consumidores que no sepan reconocer por su color
la procedencia del producto.
Luego está el creciente éxito de la implantación en España de la celebración de Halloween. Algo, en principio, sin ningún arraigo en las tradiciones del país, se arraiga porque da resultados económicos muy apreciables en la hostelería y el espectáculo.
Está bien. Todo lo que sea
sumar, que se arraigue, no?.
La cuestión central es, creo yo, si la globalización nos llevará a un nuevo sentido de pertenencia, el de ciudadanos del mundo, o se va a quedar en un asalto neo colonialista a las economías nacionales, desarraigando a sus consumidores de su cultura, de sus raíces, de sus valores, a cambio de nada, para que los poderosos multipliquen sus cuentas de resultados. No sé.
En fin. Desarraigo.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 13 11 14.
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