sábado, 15 de noviembre de 2014

MUSEOS

Anoche salimos a cenar con Lola y Antoni, comentamos el lamentable estado de la gestión de algunos de nuestros museos, en particular coincidimos en reconocer la extrema cutrez de lo que se expone en una sala del Centro del Cármen, un vestido y un traje junto a dos retratos de Sorolla, la expresión simbólica de la miseria presupuestaria a la que han llegado nuestros museos que, no hace tanto, fueron centros de referencia del arte en el ámbito internacional.

Luego, mientras tomábamos un mojito en Glasol, acordamos hacer un viaje de fin de semana a Madrid, a mediados de diciembre, para visitar el Thyssen, que presenta ahora una exposición de los impresionistas americanos y de paso Caixa Fórum, que siempre tiene algo interesante,  otro museo en Cibeles y luego iremos a  tomar unas cervezas en la plaza de Santa Ana y unas caipirinyas en Huertas, mientras escuchamos música de jazz.

A ver, no es que en Heliópolis no tengamos destacadas figuras en el mundo museístico, está Tomás Lloréns, un especialista legendario muy apreciado en el extranjero, o Felipe Garín Llombart, que dirigió el Museo del Prado, además de pintores y otros artistas de fama universal, pero, en ocasiones, hemos tenido pésimos gestores de esos valores culturales, como Consuelo Císcar, que convirtió nuestros museos en salones de exhibición de modelitos de autor o, como ahora mismo, Consellers de cultura que, teniendo un dominio del discurso y la retórica admirables, no se nota en nuestros museos, ni en nuestros teatros, el ejercicio de su responsabilidad con la cultura.
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No quiero hablar de cultura, un concepto demasiado amplio, sino de arte, en concreto del arte museístico, por que hay otro, el callejero, que aunque no se cobija en esas instituciones, parece ahora mas vivo que nunca.

No hablo de cultura, porque su definición en Wikipedia asusta un poco. Veamos. Al parecer, hacia 1952 un par de especialistas compilaron hasta 164 definiciones de Cultura. En su uso cotidiano, la palabra cultura se emplea para dos conceptos diferentes. "Excelencia en el gusto por las bellas artes y las humanidades. Alta cultura." "Conjunto de saberes, creencias y pautas de conducta en un grupo social ..."

Es de esa primera acepción de cultura de la que estoy escribiendo, lo aclaro, porque la responsable de nuestra cutrez museística es, en este momento, María José Catalá, Consejera de Educación, Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana. 

Cualquiera que haya escuchado o leído las declaraciones y discursos de Catalá se habrá percatado de que domina las técnicas de la retórica y del discurso. Si tienen la curiosidad de saber porqué, hagan como yo, consulten en Wikipedia y verán que es Licenciada en Derecho y tiene un máster en Administración y Dirección de Empresas, especialidades que implican una labia por encima de la media. Por encima, sobre todo, de su jefe Fabra dos, de quien todas las personas que conozco piensan que es un botarate.

Lamentablemente, la gestión de los museos, la contratación de exposiciones de interés, la exhibición de la obra de artistas que no figuran entre los fondos permanentes de los museos, no se materializan con bellas palabras, sino con pasta, con presupuestos proporcionales al prestigio y la trayectoria histórica de estos depósitos de cultura, de la cultura del arte, algo que por si solo, justifica mas que cualquier otra cosa nuestro paso efímero por el mundo. 

Conozco el argumento de Fabra el botarate para justificar la falta de inversión en bienes culturales...'No cerraré ningún hospital, ni ninguna escuela, para atender otras necesidades....' algo así. Sus antecesores debieron pensarlo mejor cuando eliminaron el Impuesto sobre sucesiones, crearon las Sicav, o él mismo, o su partido, deberían pensar porqué no dedican suficientes medios a luchar contra el fraude fiscal. 

Una de las causas de la falta de dinero en los presupuestos para arte o para otras cosas,es que quienes deberían pagar impuestos,  no pagan, y que el mecenazgo, si alguna vez existió, brilla por su ausencia. Que no me jodan, con lo de los hospitales y las escuelas. 

El arte es, desde los tiempos de las cavernas, una necesidad humana, de lo contrario no habrían llegado hasta nosotros los vestigios de la materialización de esa necesidad. Por fortuna, hay una generación de artistas jóvenes, que no precisan de los museos para hacer arte. 

Ahora mismo en el barrio del Cármen, en Heliópolis, hay una movida artística callejera llamada 'Intra muros' que inunda las calles de arte contemporáneo, murales, escultura rarita, con coches convertidos en plancha aplastada en medio de una plaza, performances, conciertos, pero eso, que el arte esté ahora en las calles, no es razón para que abandonemos nuestros museos a la mas patética indigencia. 

Tome nota, Consellera de Cultura, ested es la primera responsable, ¿no?. 

Mientras se corrige esta anomalía, iremos a ver lo de 'Intra Muros' en las calles del Cármen y, pronto, nos iremos a Madrid, para estar mejor informados de lo que pasa en el mundo del arte museístico, puesto que aquí, los responsables de cuidarlo, de promoverlo de una manera activa, no lo hacen.

En fin. Museos. 

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 15 11 14.

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