jueves, 7 de mayo de 2015

FANTASÍAS

Fantasía, según mi opinión puramente intuitiva, es una elaboración del pensamiento que toma elementos de la realidad --de dónde los va a tomar-- con fines diversos, reforzar los anhelos, mitigar los miedos, como respuesta a realidades que no colman las necesidades humanas.

Hablamos de fantasías adultas, las infantiles son otra cosa. El niño, persona en formación, vive rodeado de elementos fantásticos, mucho más que los adultos. En mi niñez, estuve rodeado de centenares de publicaciones infantiles. Un familiar exiliado en México DF, que trabajaba allí en la Editorial Espasa Calpe, me enviaba cada mes una caja llena de cómics que me convertía en el niño más letrado del barrio. Estoy convencido de que aquella experiencia precoz fue el motor narrativo que me ha llevado ahora a publicar, hasta hoy, 2481 entradas en el blog.

Es posible que las fantasías ilustradas infantiles ayuden al niño en su difícil camino transitado por una realidad que desconoce, con el resultado de que los símbolos que percibe a través de historias fantásticas le ayudan a identificar las pulsiones, los conceptos, que conformarán su futuro mundo adulto.

La infancia de los niños del siglo XXI no es exactamente igual a como fué la mía. La demanda de fantasía es la misma, pero se satisface a través del ordenador, la tablet, por medio de juegos que no siempre están diseñados para clientes tan precoces. Es pronto para dar una opinión sobre los efectos de esta anti narrativa. Esperemos que los expertos se ocupen de ello.

He consultado en Wikipedia el concepto de fantasía y esto es lo que he encontrado. 'Término psicológico que alude a una situación imaginada'. Francamente, yo no se a ustedes, a mi me parece una definición insuficiente. A veces, cuando consulto en Wikipedia, me piden dinero para apoyar su proyecto, en vista de la pobreza de sus definiciones, esperaré para contribuir.
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Volviendo a las fantasías infantiles, los centenares de ejemplares de publicaciones que pasaron por mis manos, hicieron que me familiarizara con algunos estereotipos, por ejemplo, el Ogro. Ahora, de mayor, cada vez que veo en la tele el rostro, y la figura, del ministro Guindos, con ese aire agraz, basto, algo brutal, vuelvo a recuperar la imágen del Ogro de aquellos cuentos infantiles en su persona. 

No me puedo creer que un tipo así haya hecho una carrera universitaria de cinco años y algún doctorado, a lo sumo, habrá hecho un máster en alguna universidad estadounidense vinculada con los intereses de Lehman Brothers o Goldman Sachs, los dos superhéros y villanos de la mitología actual, donde al parecer trabajó y aún tiene vínculos con alguno de ellos.

La formación infantil continuada en centenares de mitos y leyendas es de una utilidad manifiesta para analizar el clima político e informativo en que están derivando ahora las expectativas electorales. El argumento 'yo o el caos' empleado con profusión por la derecha española, en particular Rajoy, Cospedal, aunque no solo ellos, entronca directamente con los relatos infantiles de héroes y villanos, en entornos catastróficos en los que está en juego la supervivencia de la humanidad.

No dudo de que buena parte de los destinatarios de esos mensajes, aunque hayan carecido de una formación infantil adecuada sobre super héroes, mitos y leyendas, están dotados del suficiente sentido para percibir el infantilismo de esos lemas. Ahora bien, sospecho que la mayoría, yo incluído, estamos inmersos a la vez en una ilusión de cambio, muy fantasiosa, que da por hecho que un cambio de personas equivale a un cambio de sistema. 

Hasta los escépticos, como yo, estamos embarcados en esa fantasía. Ahora tendría que ocuparme de lo que es el escepticismo, pero no tengo tiempo, en su lugar haré un penúltima reflexión sobre personas y sistemas, observando la política andaluza, ahora. 

La aspirante a presidenta andaluza no para de repetir que Andalucía no puede estar mas tiempo sin gobierno, pide un acuerdo rápido a quienes han de apoyarla, pero, la realidad, es que Andalucía está funcionando como siempre. Se atienden las consultas médicas, los niños van al colegio, los jóvenes a la universidad, supongo que se estarán poniendo el cobro los IBI, es decir, hay un ejército autonómico de funcionarios que se encargan de que todo funcione, esté quien esté en la presidencia, incluso aunque no esté nadie. 

Se dirá que la actividad legislativa está parada, pero, considerando los efectos perversos de algunas leyes, casí es mejor así. 

Con esto quiero decir que los sistemas funcionan, a pesar de los políticos, y que un cambio de políticos no significa, necesariamente, un cambio de sistema. Claro que necesitamos a los políticos, sobre todo para que abran mas los ojos y los oídos a las necesidades y aspiraciones ciudadanas, cosa que hasta el momento, no han hecho. 

Ahora, voy a pasar de la política, pero no de la fantasía. Al regreso de un viaje de ocho días, me he incorporado a las clases en el Aula de Comunicación. Ayer, al terminar la clase, acompañé a una compañera hasta la puerta de su casa. Al despedirnos, le dije, dáme un beso, mujer, después de ocho días sin verte....jugando a la fantasía de que nos unía algún vínculo, además de la amistad...ella me besó y afirmó en tono de enfado...Sí..has estado ocho días por ahí..el lunes no se si vendré a clase..como si tuvierámos algún vínculo, además de la amistad y estuviera enfadada por mi ausencia...fantasías, sí. 

En fin. Fantasías.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 7 05 15.

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