domingo, 10 de mayo de 2015

PANFLETO A PROPÓSITO DEL TLC

He bajado a La Fuente, la cafetería que me inspiró la página 'Antisistema', muy leída, sobre todo por los camareros que trabajan allí y, aunque tenía la intención de comprar Levante en El Cantonet, quiosco que ha sucedido al del bar de los locos, cuyos dueños renunciaron a seguir soportando su ruína, mientras tomaba un café del tiempo ha salido de mi memoria la expresión 'a propósito de...' no recuerdo si parte del título de una novela o una obra de teatro, de un autor portugués?, no sé.

Entonces, me he dicho, para que he de gastar 2,50 o así en el periódico para encontrar fuentes de información para la entrada de hoy si, 'A propósito...', junto con TLC, que son las siglas en español del Tratado de Libre Comercio, de las siglas literales en inglés no me acuerdo, que se está cociendo entre los poderes de USA y la Unión Europea, sin que sus destinatarios finales tengamos ni puta idea de que va a ir la cosa, aunque dicen que cuando esté cocido ya nos preguntarán, total que, teniendo la expresión 'A propósito de...', y las siglas TLC, como estamos metidos en campaña electoral, me he dicho, eureka, solo me falta la palabra Panfleto para configurar el título de la entrada de hoy.

Cuando escribes algo cuyo contenido algunos, al leerlo, lo consideran radical, suelen decir, eso es un panfleto. Pues pones esa palabra en el título y les ahorras el esfuerzo de calificar los contenidos.
  ......
Lo del TLC exige un comentario algo radical porque incluye la apropiación de un término para mi muy querido, libre, libertad, que en este caso se usa, libertad de comercio, para encubrir un ataque a los consumidores europeos, en favor de una libertad casi absoluta, que no respetará los derechos actuales a su salud y a una alimentación segura si se firma en los términos que al parecer desean imponer las autoridades USA.

No se trata de un tratado para rebajar aranceles, que también, pero en poca medida, sino de un ataque en toda regla para desmantelar mecanismos legales, reglamentarios, jurídicos, que hasta ahora están impidiendo, en Europa, que les vuelvan a salir tetas a los chavales por comer pollos hormonados en los comedores de los colegios, como sucedió en Francia, Alemania o por ahí,  hasta que se legisló para evitarlo, o para que los transgénicos circulen libremente por nuestras huertas, obligando a los hortelanos a comprar semillas todos los años, porque esos transgénicos suelen ser estériles.

Si aplicamos, sin control, las normas alimentarias USA, pronto tendremos los mismos problemas del alcalde de Nueva York, con una población obesa, por nutrición inadecuada, que ya supera a la no obesa.

El componente de 'libertad' de ese tratado en ciernes, merece una consideración específica. Vengo de una familia libertaria, de tres generaciones, por tanto, no creo que se me pueda considerar un enemigo de la libertad, pero, claro, nosotros siempre hemos pensado en términos de libertad para todos, mientras que el tratado que se está gestando con demasiada discreción se ocupa, exclusivamente, de la libertad del capital, a costa, si fuera preciso, de la salud, de la libertad de los consumidores.

Quienes defienden, a toda costa, la libre circulación de los negocios, sin controles ni medidas de protección de los consumidores olvidan algo fundamental, su libertad, la de los negocios, termina donde empieza la nuestra, la de los consumidores, usuarios y productores con conciencia de la soberanía alimentaria.

Así, este panfleto radical solo aspira a que ustedes se informen, antes de votar a uno u otro partido, de qué lleva en su programa en relación con el TLC. No basta con que nos digan desde Bruselas que cuando el tratado ya esté cocido lo someterán a referéndum, queremos saber quién participa en las labores de cocina, si tienen pensado consultarnos antes de darlo por cocido, que piensan que va a pasar con nuestros productores que están organizados en base a las normas actuales de la UE, ¿tendrán que reconvertirse para competir?.

Por último, ¿está preparada nuestra industria textil para suministrar tallas diez veces mas grandes, si el tratado se aprueba tragando con las normas actuales USA que protegen a la industria y abandonan a los consumidores a su suerte?.

¿Nos van a seguir vendiendo Coca Cola, uno de los brebajes mas peligrosos para la salud del consumidor, impunemente?

Abajo el TLC, una expresión panfletaria, sí, no queremos TLC si es a costa de desmantelar todo el sistema de protección de los consumidores vigente en la UE, con décadas de experiencia, convirtiéndonos en una población de obesos, consumidores de tóxicos, medio tontos, como esos gordos que salen en las series americanas, aunque a alguno de ellos lo veo cuando voy al Maravillas, y es del barrio.

En fin. Panfleto a Propósito del TLC.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 10 05 15.

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