domingo, 17 de mayo de 2015

POLLO CON CHAMPÁN

Estamos en Estenas, en nuestra casa campesina, comprada por cuatro cuartos hace unos años y habilitada con mucho cariño para estancias cortas, porque no anda sobrada de comodidades. Hace poco hemos añadido al mobiliario un nuevo/viejo mozo perchero, con capacidad para colgar una docena de sombreros, por lo que podríamos recibir la visita del reparto completo de actores de una película coral británica de época.

Digamos que vienen a visitarnos, Jennifer Lawrence, Kaira Knightley, Dan O'Herlithy, Donald Donnelly, Helen Carroll, Colm Meaney, Kate O'Toole, Sean Mc Clory, Judi Dench, Harry Lloid, Emili Heigh, Ned Donnehey, todos tendrían sitio para dejar su sombrero, pero, en realidad, estamos solos Encarna, yo, y el pollo.
......
Cuando no nos acompañan los amigos, para no complicar nuestra estancia con labores de cocina, nos traemos un pollo asado de Mercadona, de esos envasados en plástico y una botella de champán Cabré&Sabaté (Cabrero&Zapatero), Brut, elaborado con tres variedades de uva, Xarel-lo, Macabeo y creo que Perelada, la ponemos a enfriar en hielo, una hora antes de comer libero al pollo del envase, lo parto por la mItad, trincho una mitad y voilá, pollo frío con ensalada y champán para comer, sin necesidad de encender el fuego. 

Escribo este texto después de haber comido un cuarto de pollo y haber bebido media botella de champán y juro que el carbónico ha acelerado tanto la entrada en vena del alcohol, que me siento eufórico. 

Salgo al porche y las viñas alineadas como si estuvieran a punto de iniciar un desfile, y las colinas recortadas sobre un azul luminoso casi perfecto, me hacen sentirme como si estuviera en una finca de la Toscana, sí. 

Ahora, ya saben ustedes porqué he interrumpido el flujo diario de entradas del Blog, para venir a Estenas, esta vez no he dado aviso de mi ausencia temporal.

No tengo portátil, es mi truco para liberarme de la obligación de una entrada diaria. Mi mujer me reprocha que no lo compre, porque se ha acostumbrado a distraerse frente a la pantalla, pero yo prefiero limitar el uso del ordenador al horario laboral. 

De vez en cuando me gusta entregarme, como hoy, a la contemplación de la naturaleza, sobre todo cuando un clima óptimo domina la sierra. Tenemos vecinos, sí, pero ni ellos abandonan su casa, ni nosotros la nuestra, salvo en algún breve intercambio de saludos y comentarios. 

Cada uno está en lo suyo, yo, en la pura contemplación compartida y ocupado en la breve narración que titularé 'Pollo con Champán'. Cuando regrese a la casa de Valencia, dispondré de un rato para reanudar las entradas del Blog con esta crónica, que podía haberse llamado 'En la Toscana', y ponerla a su disposición.

Por cierto, se me olvidaba. En la casa de Estenas he encontrado una caja de cartón conteniendo un montón de escritos inéditos ochenteros, algunos de los cuales voy a ir volcando en el Blog, después de una selección previa, que tengo a medio hacer. 

De nada.

 En fin. Pollo con champán. 

 LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 17 05 15.

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