PERPLEJIDAD

No me creerán --y harán bien-- si les digo que ayer, hacia las seis de la tarde, mientras viajaba en autobús hacia el Aula de Teatro, el termómetro de San Agustín marcaba cuarenta y tres grados a la sombra, lo que me dejó perplejo.

Me quedé perplejo porque hace días que no veo las noticias de la tele, no había visto a Brasero, sus mapas coloreados, ni he leído la columna de los meteorólogos en Levante, es decir, no tenía ni idea de que se aproximaba un fenómeno meteorológico extrardonario, sin precedentes, aunque de carácter puntual, y claro, mi reacción fué la perplejidad.

Según Wikipedia, ese servicio de Internet relacionado con el lenguaje, que a veces pide mi contribución para sostenerlo, donde consulto de vez en cuando alguna definición, Perplejidad es 'Una medida utilizada en la teoría de la información. Se define como 2 elevado a la entropía, o mas a menudo como 2 elevado a la entropía cruzada, la última definición es usada frecuentemente en la comparación empírica de modelos problemáticos'.

Comprenderán ustedes que, ante una definición así, insista en no darle un duro a Wikipedia, para no contribuir al estado de confusión pre electoral en el que vivimos ahora, con estas definiciones tan raras.

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Aterrorizado por mi grado de ignorancia, recurro a consultar el tomo diez de mi Espasa, de edición pre democrática, para saber que es esto de la perplejidad y esto es lo que encuentro. 'Irresolución, confusión, duda de lo que se debe hacer en una cosa'. 

Esta definición es mas comprensible porque encaja con lo que se preguntan en la prensa diaria grandes colaboradores que hasta hace poco escribían un recuadrito y ahora, con motivo de la fiebre pre electoral, dedican una página entera, como Civera hoy en 'Levante', al análisis de la confusa situación política que observan en el panorama electoral, fruto de la diversidad de opciones, y de la crisis de los partidos tradicionales, ante la que muchos analistas se declaran algo perplejos, es decir, confundidos, inseguros de sus opiniones de siempre. 

Me voy a permitir un comentario historicista, para arrojar más luz sobre la situación. Históricamante, este ha sido un país sometido a gobiernos autoritarios, durante períodos mucho mas largos que los cortos espacios democráticos que jalonan nuestro historial político. 

Con esto quiero decir que la constitución del 78 nos pilló siendo menores de edad, en materia de experiencia democrática, y nos vino al pelo que, durante su vigencia, básicamente nos hayan dado a elegir entre dos colores, blanco o negro, como cuando le ofrecemos a un niño que elija entre dos sabores, nata o fresa. 

Ahora hemos crecido, pero solo hasta el estado adolescente, digamos que las fuerzas políticas emergentes coinciden con el surgimiento de nuestro acné juvenil, el vello en la cara, caracteres que indican que estamos empezando a madurar, pero aún no del todo.

En mi poco autorizada opinión, la diversidad que comienza a observarse en el panorama político español, no debería causar nuestra perplejidad, como se observa en los análisis de los opinantes profesionales de la prensa diaria, sino leérse como un suceso positivo pues, aplicando una lectura biológica, esa diversidad tiende a impedir una endogamia que amenaza el sistema democrático.

Lo sucedido en Andalucía en la última consulta electoral está influyendo mucho en la valoración de los comentaristas respecto a esa diversidad, yo mismo he publicado alguna página en la que asocio esa situación, con un período histórico de inestabilidad en la política italiana, olvidando que la historia no se repite, sino que circula por una espiral, que ninguna situación es igual a otra. 

Al final, tienes que dar una opinión, subjetiva, cómo no. La mía, considerando que la democracia participada, no jerarquizada, es el modelo que prefiero, lo que implica la consulta a un gran número de personas sobre las acciones de gobierno, es decir, diversidad en las fuentes para la toma de decisiones, no puede ser otra que felicitarme por el surgimiento de fuerzas emergentes, mas frescas, menos deterioradas por el uso de la política con una pulsión endogámica. 

Es una opinión. 

En fin. Perplejidad.

 LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 15 05 15.