CASI UNA DICTADURA

He bajado al Maravillas, he ojeado Levante y, por primera vez desde que volví de vacaciones, he encontrado una noticia, en la 35, que merece un comentario, no sé sí porque el periódico ha cambiado de director, ahora lo dirige un tal Monreal, o porque lo que he leído ha estimulado mis tendencias sectarias.

'El PP tilda de dictatorial retirar los circos con animales.  Félix Crespo --quien permaneció como edil de Fiestas en un consistorio regido por los mismos durante más de veinte años, eso sí, gracias a los votos comprados, salvadas las trampas de conteo de votos, fondos fraudulentos para las campañas, y afecciones clientelares petrificadas-- considera excluyente la decisión de la concejalía de Bienestar Animal, --yo creía que solo existía la de bienestar social, a secas-- no autorizar circos con animales es 'casi dictatorial' y excluyente.'

Para analizar esa expresión de Crespo, 'casi dictatorial' hace falta un psicólogo freudiano, mas que uno clínico, sin llegar a tanto, uno puede entender que la idea de dictadura está arraigada en su memoria política, no tanto por su conducta, sino por el entorno en que ha desarrollado sus experiencias, y esa, y no otra, es la razón de que haya empleado esa expresión.

En cuanto a lo de 'circo con animales', cuando visité Roma, hace ya tiempo, anduve por el Coliseo, y no había ninguno. El Ayuntamiento de Roma, con buen criterio, creo yo, decidió, cuando fuera, excluir los espectáculos con animales, aunque fueran una tradición antigua, nada menos que del tiempo de las dictaduras que regían el Imperio Romano.

 'Casi una dictaduura' es una expresión curiosa, por un lado parece un reflejo involuntario de la memoria histórica del opinante, por otro, el casi, ese casi, no se sabe si es una cautela para no ofender al oponente, o una muestra de respeto a un régimen y su continuidad que ha permanecido, de modo mas o menos evidente, durante mas de medio siglo, no los cuarenta años que se suele decir.

Casi una dictadura, así se pueden calificar los mandatos que duran mas de veinte años, y tambien, en ocasiones, los que duran menos, pero se dedican a imponer políticas antisociales, por mandatos exteriores.

Al lado de estas cuasi dictaduras contemporáneas, no autorizar circos con animales, se puede considerar una decisión del dominio de la cultura, que puede gustar o no a los partidarios de la tradición, aquellos que verían con buenos ojos la continuidad de los espectáculos en el Coliseo Romano, pero en tanto no se trata de imponer el maltrato a los animales, sino de impedirlo, calificar esta decisión de casi dictatorial, yo lo percibo como un reflejo involuntario de la memoria histórica de quien lo dice, más que como un argumento digno de consideración.

 En fin. Casi una dictadura.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 17 09 15.