miércoles, 2 de septiembre de 2015

LA CAÍDA DEL IMPERIO

La caída de los imperios, sean romanos, apostólicos o descreídos, suele ir precedida de largos periodos de decadencia. Observo en el panorama del imperio neoliberal europeo signos evidentes de decadencia, pero me falta experiencia de historiador para valorar si se trata de una caída anunciada, o solo es un tropezón.

La mal llamada crisis migratoria, en realidad una crisis humanitaria de proporciones bíblicas, no hay más que ver a hombres, mujeres y niños tirados en el suelo sin recibir atención, es la versión moderna de lo que en la escuela de mi niñez llamaban invasiones, cuando en realidad se trataba de migraciones.

Las elites políticas del imperio se reúnen ahora con gran profusión de aparato propagandístico, para hacer ver que toman decisiones, sí, las toman, pero son decisiones menores, porque las verdaderas decisiones importantes, que resolverían los problemas, brillan por su ausencia.

El panorama financiero, con la crisis china asomando por las fronteras, dibuja un escenario muy complicado que excede claramente las capacidades de las élites imperialistas neoliberales para solucionar problemas gordos, con lo que supongo que están pensando en migrar, así interpreto yo los ensayos para reproducir la vida en Marte que hemos visto estos días, están preparando la huída.

No quisiera parecer catastrofista, pero también observo signos de decadencia a nivel doméstico. Esta mañana me he acercado al centro municipal donde he asistido durante años al Aula de Medios de Comunicación, y me han dicho, 'lo sentimos, este año no hay Medios ni Yoga'.

Jo, que mala suerte, con lo necesitado que estoy de ejercicios de relajación, que siempre estoy nervioso, hasta el punto de que he pensado ir a desjubilarme, a reintegrarme a la vida activa laboral porque este año, sin Teatro, sin Medios, la jubilación me va a parecer una cosa decadente.

La caída de los imperios antiguos solía ir acompañada de terribles baños de sangre, sospecho que la de ahora, si se produjera, será una cosa lenta, silenciosa, gradual, sin grandes episodios sangrientos,a pesar de los majaras que andan destruyendo templos en Palmira.

Una degradación progresiva, con gran protagonismo de las cotizaciones de divisas, valores de bolsa y cosas así, sin que aparezca por el horizonte otro Alejandro el Macedonio a lomos de su caballo, sino que mas bien desaparecerá, engullida por su propia decadencia, una clase política mediocre habitada por inútiles, incapaces de ofrecer soluciones, mas o menos imperiales, a la altura de los problemas de su tiempo.

De lo que venga después, no tengo ni idea.

En fin. La Caída del Imperio.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 2 09 15.

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