Nos dicen que este otoño va a ser caluroso y húmedo. No nos dicen que el clima ibérico, que fué templado, se aproxima rápidamente
a algo semejante al trópico monzónico,a causa de la codicia de los hombres,que no respetan las condiciones necesarias para no alterar el clima.
Al menos, el responsable del grupo de automoción alemán que ha sido pillado en sus prácticas contra el clima, lo ha reconocido sin eufemismos,
'La hemos cagado completamente', ha dicho.
Entre nosotros, se echa en falta esa ausencia de eufemismos.
Aquí, se le llama Partido Popular, como si estuviera constituído por el pueblo,
a la derecha de toda la vida, ahora asociada con la ultraderecha. Le llaman candidato a un racista de Badalona que hizo campaña con el lema
'limpiemos Badalona' o algo así, como si Badalona fuera el Chicago de los años 30 y Albiol el comisario jefe dispuesto a salir a las calles
con sus chicos armados con metralletas. Como si el candidato racista de Badalona fuera Eliot Ness.
Los periodistas de la televisión pública, se llaman a sí mismos periodistas, y le llaman entrevista, a la práctica de lamerle el culo a Rajoy,
cada vez que conviene. En cambio, en la entrevista que le hizo a Rajoy un auténtico periodista de Onda Cero, lo dejó pasmado, sin capacidad
para la réplica, lo que no tiene mucho mérito, tratándose de Rajoy, cuando argumentó que ningún catalán puede ser privado de la nacionalidad española, por haber nacido aquí, ni, por tanto,
de su condición de europeo, inherente a la de español.
Ambos tipos de entrevista, dan la clara medida de lo que es un eufemismo.
El eufemismo, sin embargo, tiene a veces su razón de ser. La visita del Papa a Cuba puede calificarse de eufemística, en la medida que el pontífice ha eludido cuidadosamente cualquier tema que pudiera haber molestado a cubanos o estadounidenses, con la clara intención de no interferir en el proceso de diálogo entre ambas partes que el mismo ha contribuído a abrir, pero en el que no quiere meter la pata.
En la medida en que los eufemismos están al servicio de la diplomacia, tienen su sentido.
A lo que no le encuentro sentido es a que le llamen corralito, una expresión que evoca un lugar lleno de plantas y aves domésticas, dorado por el sol de la tarde, a lo que es, simple y llanamente, el bloqueo de los depósitos bancarios, pero como los inventores del término fueron los argentinos, inventores a su vez del tango y la milonga, pues...
En Heliópolis, tenemos nuestra propia terminología eufemística, le llamamos una falta administrativa, incluso prevaricación, al robo de los caudales públicos. Incluso la expresión, 'Públicos' es eufemística, se inventó para que parezca que lo público no es de nadie en particular,
y así, quienes meten la mano en la caja, no son ladrones, sino simples prevaricadores o cualquier otro término que los juristas han inventado
para calificar el robo de lo público.
No sé yo si los eufemismos, en ciertos aspectos de su uso, son útiles para la pacificación de la convivencia. Así, en los insultos personales
entre políticos, o no políticos, el lenguaje crudo y directo podría hacer que quienes se enfrentan lleguen a las manos, mientras que la suavidad y el disimulo de los eufemismos, puede contribuir a un final menos duro.
De todos los eufemismos que escucho, veo, o leo en los medios de comunicación cada día, el que menos me gusta es el de Partido Popular, el partido del pueblo, ¿no?, porque yo jamás he pertenecido, ni perteneceré, al partido de la derecha española de toda la vida, que ahora exhibe como candidato a un racista de Badalona.
En fin. Eufemismos.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 23 09 15.
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