martes, 24 de octubre de 2017

EN EL BANCO

"No voy a referirme a la escena lírico contemplativa de mi mujer, acomodada en un banco de la playa de Heliópolis en Benicassim, observando los cromatismos del arco iris, mientras yo iba a la farmacia a por la pomada para la almorrana, porque está incluída en la crónica de ese viaje, sino a la visita obligada de esta mañana al BBVA, para ver a Mar, la gestora comercial que siempre nos atiende con proverbial amabilidad.

Ha sido una mañana algo ajetreada, primero la visita al BBVA, para sacar mil pavos del cajero para el mes, hemos vuelto de Benicassim sin blanca, dar de baja el seguro del Skoda, ya está vendido, y hay que reclamar el extorno a Mapfre de la prima no consumida, a través del BBVA con quien firmamos la póliza, por último, reclamar a Mar unas comisiones que nos dicen que hemos de asumir por el uso de las tarjetas, algo que no se convino así en su día.

Luego, a la biblioteca pública Al Russafí. Encarna ha debido devolver un libro que tenía en su poder, ya leído, ha sacado otro, tiene buena pinta, de Anne Perry, 'Esclavos de una obsesión'.

Al mercat de Russafa, a por un par de cachos de lomo de salmón, de buen tamaño, y media docena de gambones, porque la nevera está prácticamente vacía, y algo hay que comer.

De vuelta a casa, en el 35, nos esperaba el carrito de la compra, que hemos llenado en Mercadona, luego al paqui, a por naranjas para exprimir, mango, uvas, persimons, y no sé que más.

Total, que ya eran las doce cuando he bajado al Maravillas y he leído un artículo de Manuel Campo Vidal que, en contra de mi impresión de otras veces, me ha parecido buenísimo. Se lo habrá escrito algún negro.

Vuelvo al principio, en el Banco. Después de una breve espera, Mar nos ha atendido. Lo del seguro no se ha podido resolver, Mar quiere un papel que acredite que he vendido el coche, pero Quique, que ha gestionado la venta del coche, me dice que ese papel de Tráfico se lo dan al comprador, no al vendedor. No sé.

El asunto más espinoso, el de las comisiones indebidas, me ha sugerido un diálogo que voy a soltar esta tarde, en el Aula de Teatro.

 "--Mar, vamos a ver, cuando nos diste las tarjetas dijiste que estaban exentas de comisiones si hacíamos uso regular de ellas. Así lo hemos hecho, y ahora, al volver de vacaciones, el buzón de la correspondencia estaba lleno, entre otras cosas de una carta vuestra que anuncia que a partir de ahora nos vais a cobrar esas comisiones. Que yo sepa, las condiciones de nuestro trato no han variado, ¿Entonces?

--Tienes razón, esas fueron las condiciones del contrato, y no han variado, pero si lo han hecho las condiciones del mercado financiero, por eso nos vemos obligados a cargarte esas comisiones.

 --Ya. Mira Mar, si al final os empeñáís en cobrarnos esas comisiones no contratadas, os aplicaremos el artículo 155, destituíremos a Paco González, vuestro Presidente, y nos haremos cargo, Encarna y yo, de la gestión del Banco.

Después de eso, no ganaréis más dinero, pero estaréis más seguros, ya sabes, Mar, que tenemos aversión al riesgo, por eso tenemos nuestra mierda de ahorros en esta mierda de Banco, en unos depósitos de mierda por los que prácticamente no nos dais un duro."

 --Si te pones así, yo lo consulto, y ya te diré algo."

Al salir del Banco, Encarna, con los mil pavos en su bolso, me ha echado la bronca.

 --"Pero, ¿que le has dicho a Mar, estás pirado? He visto su mirada tras tu parrafada, decía esa mirada, sin necesidad de palabras, voy a devolverle las comisiones a este tío, con la condición de que se lleve su cuenta de aquí, con la faena que tengo, solo me falta aguantar a tíos paliza como este.

La culpa la tiene el litio, ¿porqué lo has dejado estos ocho días? tienes una lengua incontrolada, como en los peores tiempos. Al llegar a casa, vuelves a tomarte el litio y no lo dejes sin previa consulta al médico. En cuanto lleguemos, pido hora.

Tú te crées gracioso. Olvidas que no es gracioso quien quiere serlo, sino quien lo es, como esos tipos que dicen monólogos en la tele. Estoy a punto de denunciarte por malos ratos, los que me haces pasar cuando te acompaño a algún sitio. "

Esto ha sido todo, solo quiero citar mi frase incluida en la crónica de Benicassim sobre este asunto.

'Sin el litio se vive mejor, total, a estas alturas, que puede pasar... "

 Pues ya lo ven, ha pasado, estoy más parlanchin de lo normal, un claro síntoma de la ausencia del litio. Voy a tomarme la pastilla, y mañana les cuento. No conviene dejar la medicación que uno debe tomar, sea cual fuere, sin consulta médica previa, algo que siempre tengo presente, pero esta vez, he olvidado."

No hay mal que por bien no venga. Esta tarde, en el Aula de Teatro, como en estos ocho días no he mirado el texto del papel que me toca en la obrita basada en La Barraca de Blasco Ibáñez, intentaré convencer a Patxi, el profesor, para improvisar un rollete sobre el asunto del Banco. Será un éxito, seguro.

En fín. En el Banco.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 24 10 17.

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