viernes, 13 de octubre de 2017

LA LENTITUD

"He bajado a La Fuente con el propósito de practicar la lentitud como una forma de vida urbana, al estilo del movimiento de las 'ciudades lentas', cuyos responsables, en lugar de dedicarse a suspender la autonomía, se ocupan de suspender el tráfico rodado y los ruídos, dos elementos que contribuyen, y no poco, a acortarnos la vida.

Un éxito. Al tomar la taza de café entre los dedos, mi mano derecha apenas me temblaba, y no he derramado una sola gota en la camisa a cuadros de manga larga que me he puesto hoy para invocar la llegada del invierno.

Un invierno imaginario,como el de Gógol, con noches claras y estrelladas, una bruja saliendo montada en su escoba de una chimenea, y un silencio que permite escuchar el sonido de los pasos sobre la dura nieve.

Al entrar a pagar la cuenta del café cortado y el agua Lunares, 2,65, en el plasma un periodista con mejor criterio de lo que es habitual contaba su impresión de lo que había escuchado entre los corrillos de Moncloa.

Según su impresión, el gobierno de Rajoy está mas tranquilo, después de haber decretado una tregua de unos días, antes de tomar decisiones precipitadas. Al parecer, Rajoy no tiene ningún deseo de imponer el artículo 155 porque, al ser algo que no se ha hecho antes, de lo que no hay precedentes, la sola idea de esta incertidumbre le produce vértigo.

Lo que Rajoy desearia es que Puigdemont diera marcha atrás para evitarle un nuevo episodio de desazón. Desde esta lejana y escondida atalaya, pensando con lentitud, me viene una ocurrencia que sería buena para todos.

El paso atrás de Puigdemont podría consistir en limitar la aplicación de la independencia a la provincia de Girona, dejando el resto de Catalunya sin aplicar ese cambio. Así, Girona podría convertirse en un parque temático visitable por cualquier catalán independentista cuando quisiera, además de un paraíso fiscal, para evitar que nadie tuviera que recurrir a Andorra para la evasión de capitales.

De este modo, las entidades financieras y los grandes grupos empresariales que han trasladado sus sedes sociales a otros lugares, podrían volver, de inmediato, a Barcelona.

Sospecho que Macrón, un hombre del sistema que preside Francia, estimo que gracias a los méritos de su mujer, que es quien lo ha educado desde sus años mozos, no compartirá esta solución. ¿Porqué?. Apenas nadie, en los medios públicos, ha reparado en el hecho de que el Roselló, Catalunya Nord, está en el Sur de Francia, como el País Vasco Francés, y cualquier atisbo de independencia pondría en riesgo la integridad francesa de esos territorios. No es en Europa, en general, donde hay más riesgos, sino en Francia.

Reduciendo todo esto  a un asunto de banderas, ha sido un espectáculo la exhibición de todo tipo de banderas estos días, desde esa kilométrica que ha colgado un promotor inmobiliario en su edificio de Madrid, la que han mostrado las emisoras de televisión públicas en la esquina superior de la pantalla, las docenas de trapos rojigualdas que han colgado mis vecinos en sus balcones, las cuatribarradas, esteladas, o lo que sea, que han estado presentes, juntas, pero no revueltas, en todos los actos públicos del doce de octubre.

Al volver de La Fuente he comprado 'Levante', y un titular de la primera, a la derecha, 'El litoral de la C.Valenciana reduce a seis las playas con bandera negra', me ha hecho evocar otra bandera, de colores Rojo y Negro, la bandera libertaria, de la Anarquía. Simpatizo con la Anarquía, con su visión utópica y su objetivo esencial, 'Ausencia de Jerarquía', porque son las jerarquías las que crean los conflictos.

No simpatizo con el anarquismo histórico, de bombas, sabotajes y magnicidios, aún entendiendo que fué una respuesta, violenta, a la represión del Estado.

Así como a Puigdemont puede que lo parieran en una jofaina llena de caldo independentista, y no puede desprenderse de su ilusión infantil sin desnaturalizarse el mismo, yo nací en una familia obrera, con dos generaciones de anarquistas militantes, visité de niño, muchas veces, la cárcel donde estuvo confinado uno de ellos y sin embargo ahora, desde mi vetusta madurez, si he de identificarme con algún movimiento revolucionario, me declaro partidario de la lentitud.

Agradecería que alguien me dijera adonde puedo ir a apuntarme para formar parte de la iniciativa social de las 'ciudades lentas'."

Esta página podría haberse titulado 'Elogio de la Lentitud', pero en aras de la economía del lenguaje, la he dejado castrada.

En fin. La Lentitud.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 13 10 17.

1 comentario:

  1. He intentado corregir en ocasiones lo escrito,pero no soy el mas adecuado x inteligencia,veo que esta todo tan narrado x tu experiencia sabia.

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