martes, 16 de enero de 2018

SOBRE LA MUERTE

"Por mucho que uno piense que la vida es tan natural como la muerte, que los millones de óbitos que se produeen cada año en el planeta, además de una pérdida para sus familiares, ayudan a la renovación biológica de la especie, aunque cierta publicacion semanal de Levante ponga en cada edición una entrevista a una persona celebre, para que declare como quisiera que fuera su último día, contribuyendo así, en mi opinión, a dar naturalidad al hecho mortuorio, lo cierto es que nuestros oscuros rituales en los óbitos, enterramientos, o cremaciones, hacen difícil tratar este tema con naturalidad.

Además, están las experiencias traumtáticas de cada uno.Mi primera experiencia con la muerte fué, antes de que se produjera, cuando diagnosticaron a mi madre, antes de los sesenta, una leucemia galopante, antes de que aparecieran los trasplantes de médula espinal. Mi padre murió en mis brazos, en la cama de un hospital, a Sigrido, tuve ocasión de estrecharle la mano, antes de su entierro, que fué un acto público lleno de banderas republicanas

Por último, la visión del cadáver de mi hermnano en el tanatorio, me pareció algo digno de un museo de cera.

Algunas religiones consideran la muerte como un punto y aparte, el final de una vida, y el princpio de otra, a través de la resureccióm. lo que parece permitir muchas oportunidades de enmienda sobre los errores pasados.

No es el caso de los agnósticos, yo, en particular, soy de la opinión de que hay que hacer cosas, no quedarse quieto, no parar, hasta que llegue el momento del final, sin posibilidad de regreso, sea cual sea ese momento.

No tengo ni idea de porqué he tomado hoy un tema como este, será porque en el 'Levante' de hoy, mientras lo ojeaba en la fonda de al lado de Ca-Pepe, que hoy está cerrado, en la pedanía de El Salar donde me encuentro, porque he venido con mi mujer a planchar, y ella es la que sabe planchar, pues eso, he leído una columna de Millás en la que describe su asombro por el hecho de que hayan estado a punto de hacerle la autopsia a un falso muerto, en una prisión de por aquí.

Como para bromear con la muerte, ¡no?

Los medios de comunicación nos acostumbran, cada día, a saber de la mujer maltratada y muerta, de los emigrantes que mueren al tratar de buscar su libertad en las pateras, de las crecientes muertes por accidentes de tráfico, o por incendios en viviendas mal acondicionadas, esa repetición cotidiana tiene el efecto negativo de disminuir nuestra sensibilidad por esas muertes, muchas veces lejanas.

Nada de eso debería hacernos olvidar dos cosas, que la muertr es tan natural como la vida. Que mientras gozamos de la vida debemos no parar de hacer cosas que valgan la pena, cada uno en su nivel, en sus posibilidades, porque ignoramos la fecha de su final y, mientras estamos vivos, debemos celebrarlo.

Yo mismo, estoy celebrando, ahora, el final de esta rara página, con una copa de Blancauvas Sauvigon, a la salud de los vivos y de los muertos, también de los no nacidos.

En fin. Sobre la muerte.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 16 01 18.

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