jueves, 18 de enero de 2018

VACACIONES

"He bajado al Maravillas. He permanecido allí mientras tomaba un café con leche en taza y luego un ron quemado, pero he optado por largarme al advertir los gritos, insultos, peleas verbales que le daban un aire al local de oficina local de reclamaciones del barrio,una condición que a veces, como hoy, aparece en el Bar, por las relaciones familiares y de vecindad de su clientela.

Cuando huía del escándalo hacia casa he pasado por la puerta de la Cafetería La Fuente, y ha llamado mi atención el texto de un cartel pegado en el cristal. "Este local permanecerá cerrado por vacaciones desde el 23 de enero hasta el 22 de febrero. Os esperamos de nuevo aquí a partir del 23/2 con las pilas cargadas" Ese aviso ha despertado mi curiosidad,¿las pilas cargadas de quien, de los clientes, o del personal del bar, que gozará de un descanso retribuído, o se trata de que la dueña se va a celebrar el año nuevo chino, y se desentiende del negocio y no piensa retribuir las vacaciones?

Paco ha pasado a mi lado, yo estaba fumando en el barril, él cargado con la bandeja y le he interpelado, ¿te puedo hacer una pregunta impertinente? --Si es corta....¿La china te paga las vacaciones? Claro, ella respeta las reglas, el día que no me veas aquí, y no sean vacaciones, es que no me pagan, yo, mientras me paguen, aqui estaré...perdona, tengo prisa.

Ya ven, con la mala fama que tienen los establecimientos de los chinos, que si no pagan impuestos, que si no cumplen las reglas, ahora resulta que la plantilla entera de la Fuente se va un mes de vacaciones retribuidas, algo que sospecho que no sucede en otros lugares, chinos o no, por ejemplo en las grandes multinacinales tecnológicas, no veo a su personal tomándose ¡treinta días seguidos! de vacaciones.

Y es que el fenómeno vacacional laboral ha sufrido con los años unos cambios mutacionales, como el resto de las relaciones sociales, de los que somos más conscientes quienes, a los veintipocos, o treinta años, nos tirábamos un mes con la mujer y los hijos pequeños en algún camping de la costa, tirando de barbacoa a mediodía, pescando, o jugando al póker por las tardes, sin que nuestros ingresos laborales sufrieran quebranto alguno ese mes.

Sospecho que, en ese aspecto, hemos cambiado a peor, pues no están tan lejanos los tiempos en que a los profesores se les despedía en verano, se les mandaba al paro, y en octubre se les volvía a contratar. Ahoora parece que eso se ha resuelto, pero la Hostelería, un sector que crece como la espuma, 80 millones de turistas que dicen, repiten, estos días, al ser un sector tan variado en cuanto a sus patrones y su forma de organizarse, con todo eso de los contratos de un día y esas cosas, me parece casi un milagro que la china de la Fuente asegure a su gente treinta días de vacciones retribuídas, con lo que supone de gasto para ella y de merma de ingresos por el cierre del local.

Esto indica que hay que tener cuidado con las generalizaciones cuando nos metemos en harina que no conocemos bien.

Hoy no pensaba escribir nada, pensaba tomarme unas vacaciones, después del exceso que cometí anoche al meterme en la harina del Partido Popular, al que nunca he pertenecido, y por tanto no conozco bien, pero la presión de las páginas que todavía debo publicar para alcanzar la veintena, mi objetivo de este mes, ha hecho que convierta este impulso vacacional en esta página, algo anodina, digo yo, del blog."

Vacaciones de treinta días, en otro tiempo las esperábamos con verdadera ilusión, para sacar la caravana de su alojamiento e irnos a recorrer una España que entonces, no me parecía que tuviera una ñ que simbolizaba su singularidad.

Cosas de la percepción,  cuando eres joven, estás activo, y te sientes feliz. Ahora no tanto como entonces, pero bien.

En fin. Vacaciones.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 18 01 18.

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