jueves, 20 de diciembre de 2007

REGALO NAVIDEÑO

El PP de Heliópolis ha decidido hacer un regalo navideño a los discapacitados y grandes dependientes que, al amparo de la ley de dependencia promulgada por el gobierno central, han acudido a los servicios de bienestar social gestionados por el gobierno autonómico, para solicitar la aplicación de los beneficios que esa norma legal les concede.

Los generosos políticos que nos gobiernan han aprobado, gracias a la mayoría absoluta que entre todos les hemos dado, una disposición que introduce el silencio administrativo en la tramitación de los expedientes que les han llegado a miles y son incapaces de gestionar con normalidad, porque no tienen voluntad política para hacerlo.

Eso significa que la mayor parte de los solicitantes se pueden quedar no ya sin las ayudas solicitadas, sino que ni siquiera van a recibir respuesta a sus solicitudes.

El silencio, cuando es elegido, no es más que una opción personal que puede ser, incluso, gratificante. Cuando es impuesto por una disposición legal, no solo es la privación de un derecho, el derecho a conocer una respuesta argumentada a una petición, también es un resabio kafkiano que nos devuelve al caos laberíntico de la burocracia implacable y desalmada descrita en “El Proceso”.

Hay que ser unos completos desalmados para dejar en la estacada y sin respuesta a los miles de personas que sufren una discapacidad o que no pueden hacer una vida independiente, sin ayuda de su cuidador, y encima seguir con la propaganda mendaz de que su gobierno, por el que uno siente vergüenza ajena, atiende a los ciudadanos que mas lo necesitan.

Con esa medida, la derecha que comete una tropelía como tantas otras en Heliópolis desde hace un decenio, sin que nadie le pida cuentas, ha mostrado su verdadero rostro. Bueno será que lo observemos minuciosamente, porque esa es la verdadera faz de los desaprensivos que tienen el cinismo de pedirnos el voto, no la que, edulcorada, maquillada y travestida intentan colarnos a través de la propaganda expandida por sus voceros.

Hoy leo en Levante unas declaraciones de Rus, presidente del PP de Heliópolis, un señor campechano con veleidades algo racistas, y es que algunos racistas suelen ser campechanos, que una cosa no quita la otra. Se lamenta este impresentable de que el Consell no tiene dinero, porque el gobierno central ahoga su tesorería, les niega el pan y la sal. No dice que han dilapidado el presupuesto con su política de fastos y eventos, sacando de unas partidas destinadas a otros fines, lo que les ha dado la gana para gastarlo en lo que han querido, sin importarles dejar la caja vacía para unas atenciones sociales tan elementales como las que demanda la ley de dependencia.

Estos desalmados se atreven, además, a demandar el voto para ellos, argumentando en su propaganda electoral que se ocupan de los colectivos sociales mas desfavorecidos. Es un caso mas del cinismo desaforado de esta derecha política que gobierna Heliópolis, tan vinculada a la iglesia que uno echa de menos la opinión de García Gasco sobre el trato que están dando sus amigos a los individuos más frágiles del rebaño que pastorea.

Tal vez los miles de ciudadanos que se van a ver afectados por ese silencio administrativo, tan kafkiano, podrían guardarlo en su memoria para devolverlo, con la fuerza de los votos, en las próximas elecciones generales. Total, no falta tanto. Llegarán los idus de Marzo y los que sean objeto de ese indigno silencio no sabrán que ha pasado con sus solicitudes, pero los ciudadanos podremos dar una respuesta a los políticos que se la niegan, negándoles nuestro voto.

Lohengrin. 20-12-07.

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