jueves, 26 de junio de 2008

EL CENTRO

El impresionante esfuerzo de comunicación realizado por el partido popular, dirigido a alcanzar el poder en el ámbito en que no gobierna, se ha centrado en ofrecer una imagen de moderación dialogante plenamente conseguida, pero ese efecto congreso ha durado menos que un caramelo a la puerta de un colegio.


Allí donde gobierna, en Madrid, por ejemplo, a la señora marquesa consorte le ha faltado tiempo para echar a los centristas conversos de los cargos que ocupaban en la administración autonómica, pero lo que mas evidencia la falacia del centro que con tanto cuidado indumentario se ha escenificado en el congreso, dejando los compromisarios en el armario del hotel la chaqueta y corbata de rigor, para ofrecer una apariencia de informalidad en el vestir, es la actitud del conseller de educación Font de Mora en Heliópolis.


Este individuo, que no dimitió de su cargo cuando se hizo público el informe Pisa que certificaba la mediocridad del sistema educativo de la que el es el máximo responsable, anuncia ahora sanciones y despidos a quienes no comparten su delirante y surrealista ocurrencia de impartir ciudadanía en inglés, en un lugar donde la lengua propia está muy necesitada de apoyo institucional. Naturalmente que hay que estudiar inglés, esa es una necesidad que está fuera de discusión, pero usar esa excusa para sabotear la política educativa aprobada en el parlamento, y afirmar, como lo hace Font de Mora, que “no le temblará el pulso” a la hora de tomar decisiones, evoca otros tiempos en los que el dictador firmaba penas de muerte con la misma firmeza en su pulso autoritario.


Sancionar, despedir, prohibir, discriminar, ignorar, son reflejos autoritarios que contradicen los buenos deseos que el viaje al centro de la derecha, nunca culminado, parece no ser capaz de reprimir. Como en aquella película en que los nazis reconvertidos en demócratas por razones puramente alimenticias, no pueden evitar el reflejo de levantar su brazo en un gesto de saludo autoritario, aquí, apenas apagadas las luces del escenario del congreso de la moderación, las conductas autoritarias, que nada tienen que ver con la firmeza de la autoridad moral y la moderación, están en la primera página de los periódicos de Heliópolis, confirmando, lamentablemente, el punto de vista ya expuesto en la página La Gran Ramera, que los nuevos cuadros moderados del partido popular, están apoyados por los mismos barones autonómicos que estan practicando desde hace años, sin que les tiemble el pulso, unas políticas destructivas de las redes sociales, beligerantes contra la sanidad y la educación públicas, indiferentes con las necesidades de los segmentos mas frágiles de la sociedad, tan alejadas del centro político –en el supuesto de que tal cosa exista--. que la contradicción entre el mensaje congresual y sus políticas autonómicas es imposible que pueda engañar a cualquiera medianamente informado.


El señor Font de Mora nos haría un gran favor a todos, a los usuarios del sistema educativo de Heliópolis, y a los cuadros dirigentes de su partido que intentan convencer al personal de que algo va a cambiar en su política, si dimitiera. Reflexione sobre las grandes ventajas para su partido de esa decisión. De un plumazo, desaparecería esa flagrante contradicción que neutraliza de un modo tan notorio el efecto congreso. Si, además, vinculara su decisión, no a presiones, ni manifestaciones públicas, que todo político debe resistir cuando piensa que tiene razón, sino a la aceptación del Informe Pisa, ese diagnóstico neutral y ajeno que dictamina la mediocridad de nuestro sistema educativo, también los usuarios de ese sistema saldríamos ganando con su decisión, pues esa actitud noble y desinteresada, abriría la puerta al análisis de lo que se está haciendo mal, y ya se sabe que el primer paso para resolver un problema, es el reconocimiento de su existencia.


Por mi parte, no tengo nada mas que añadir, solo agradecer al señor Font de Mora que piense en que el sacrificio que se le pide, favorecería la política educativa del partido popular en Heliópolis, dotándola de coherencia, y acercándola a la moderación y el progreso que son los nuevos objetivos declarados de su partido. Estoy seguro de que el talante democrático y centrista del señor Font de Mora no nos defraudará. En esa confianza, espero leer en breve, en los mismos titulares de la primera página que hoy destacan su preferencia por sanciones y despidos, su dimisión.


Lohengrin. 26-06-08.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios