miércoles, 18 de junio de 2008

EL TIEMPO

Los expertos en el clima y en su predicción en lugares determinados, anuncian un verano fresquito y húmedo en Heliópolis, con tormentas en Agosto y puntas de calor muy localizadas. Para mi, que soporto muy mal los excesos de calor, es la mejor noticia que podía encontrar, porque, cuando el pesimismo económico aprieta, es un alivio saber que las variables climáticas nos auguran un mejor entorno que las económicas.


Mi ánimo en verano, a veces, suele descender a niveles de muy baja presión barométrica. Cuando tengo dudas sobre su estado, en lugar de acudir al médico del ánimo, vulgarmente llamado psiquiatra, suelo consultar el índice del Blog. Si el número de entradas decrece mes a mes y no cambia de tendencia, ese es un signo evidente de que mi actividad neuronal desciende. Si eso sucede porque estoy bajo de ánimo, o es el descenso en la actividad neuronal lo que empuja el ánimo hacia abajo, o ambas cosas, el ánimo y la actividad neuronal son manifestaciones del mismo fenómeno, lo dejo a los especialistas, pero cada vez que consulto ese oráculo particular que es el índice del Blog, el me dice, sin lugar a dudas, si debo bajar o no a la parafarmacia para hacerme con una provisión suficiente de jalea real vitaminada.


Una consulta a ese índice, ahora mismo, indica que las entradas en febrero superaron la cifra de 30, lo que es un promedio superior a una entrada diaria. En marzo y en abril, coincidiendo con la mayor morbilidad típica de la primavera, bajaron espectacularmente a 20, en mayo volvieron a bajar hasta 18 y en junio, en lo que llevamos transcurrido de mes, la tendencia vuelve a ser a la baja, lo que indica, claramente, que necesito un chute vitamínico, no para aumentar las entradas del blog que eso, al cabo y al fin, da igual, sino para restablecer mi ánimo a niveles aceptables, para mi, y para quienes me soportan por su mayor cercanía.


Es una buena noticia que el verano vaya a ser fresquito, porque si tienes un animo variable y una sensibilidad vegetal para los cambios estacionales, el calor excesivo suele contribuir negativamente reforzando esas tendencias, y alguna memoria tengo de haber pasado tirado en el sillón los rigores del estío, sin ganas de moverme, en aquel verano infame de hace cinco años, cuando las temperaturas subieron bruscamente en los primeros días de mayo y se mantuvieron invariables, en una meseta térmica, mientras las gentes se morían literalmente de calor en toda Europa.

Así es que, por lo que a mi concierne, ya pueden dar todos los días noticias pesimistas sobre el precio del petróleo, el Euribor, –que no se lo que es-- el producto nacional bruto, --que tampoco--

que, mientras abra la ventana y sienta en la piel la caricia suave de la brisa de levante, no pienso apuntarme, para nada, a diagnósticos pesimistas, proyecciones catastrofistas, reflexiones apocalípticas, y otras manifestaciones del ánimo distorsionadas por las malas noticias.


Todo tiene solución, menos la muerte, decía Andolín Bilbao, director de Bodegas y Bebidas,S.A., cuando buscaba su nombre en las listas negras de E.T.A., y aquel tipo inefable de Dragados que conocí cuando trabajé en una empresa participada por esa constructora, cuyo nombre he olvidado, también decía, muy convencido, --si un problema tiene solución, ¿para que preocuparse?, y si no la tiene, ¿para que preocuparse?--el fue quien me recomendó recurrir a la jalea real vitaminada en horas bajas y, hasta ahora, me ha ido muy bien.


Feliz verano.


Lohengrin. 18-06-08.

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