Ayer, mas de cuarenta mil personas –estuve allí y las conté-- se manifestaron en las calles de Heliópolis contra la política educativa del Consell de Camps. En la página “Educación” del 2-11-08
aludía a que “muchos ciudadanos estamos hasta los huevos de la política educativa de Camps, aunque no solo de la educativa”, sin embargo, ayer, Camps, estuvo ausente y no fue el objetivo de esa protesta, que se centró en la persona del “ninot” Font de Mora que le sirve de pantalla, seguramente porque aunque la marcha de ayer fue la expresión de un movimiento cívico, también tenía un componente sectorial, mas que político, y tal vez por eso los lemas que se coreaban y los mensajes de las pancartas se centraron en el jefe de la burocracia educativa del Consell, sin mencionar en ningún momento al primer responsable del desaguisado en que se ha convertido la educación pública en Heliópolis. Francisco Camps.
Lo que sucedió ayer tiene múltiples lecturas. Una de ellas es que ese acto sirvió para cuantificar el número de descontentos. Font de Mora lo hizo antes de su celebración, con el peregrino argumento de que la comunidad educativa en Heliópolis incluye mas de un millón de personas, y que unos cuantos miles no pueden atribuirse su representación, ignorando que la participación masiva de sindicatos, asociaciones, enseñantes y directivos de centros, alumnos y padres de alumnos, con su incontestable legitimidad representativa de toda la comunidad educativa, que se han ganado en un trabajo de meses que ha incluido debates, elaboración de documentos, puesta en común de distintas posiciones, discusiones y asambleas, no es una improvisación, como la ocurrencia de Camps que ha precipitado el conflicto, sino la manifestación de un movimiento cívico amplio, cuyo impulso se hace visible ahora.
Contra esa realidad, nada pueden la mezquina manipulación de las cifras de asistencia, la Policía Local la cifró en 12.000, ja, ja, ja..., pero, que capullos.. y la mirada estrábica hacia otro lado de Canal 9, un ejemplo miserable de sumisión de los directivos de una televisión pública que pagamos todos, a los intereses del partido que gobierna, mal, con la mayoría de los votos, eso sí. La cuestión es, ¿hasta cuando?. Como dijo aquel parlamentario norteamericano, “se puede engañar a alguien todo el tiempo, se puede engañar a todos durante algún tiempo, pero no se puede engañar a todos, todo el tiempo.”
El perfil de Paco Camps, tan eclesial, algo aguileño y afilado, encajaría muy bien entre los cortinajes del Vaticano, pero este meapilas disfrazado de político moderno, pasa demasiadas horas entre sotanas y confunde sus preferencias y creencias con las del conjunto de la población, mas diversa y secularizada que el modelo educativo que trata de imponer, a través de su lacayo, que ayer, erróneamente a mi parecer, fue el único objetivo de las protestas cívicas.
Mas de un millón de personas, si, toda la comunidad educativa, está en pie de guerra contra las arbitrariedades y las insuficiencias que han deteriorado la educación pública en Heliópolis, soliviantando a tantas personas, y el coste político final de esa combinación absurda de torpeza y prepotencia que ha exhibido Font de Mora, con su obediente subordinación a las ocurrencias de Camps, todavía está por determinar, pero el acto de ayer parece significar que la etapa de impunidad del gobierno de Camps en Heliópolis, está comenzando a declinar.
Ahora, falta por ver la capacidad de rectificación de los propios errores de este gobierno ocurrente y prepotente. Si son capaces de reconocer la realidad y gobernar el sistema educativo teniendo en cuenta las verdaderas necesidades de la comunidad educativa, no a través de las prioridades que les marca la influencia de la Iglesia, con la que, aparentemente, Camps comparte tantas horas de reflexión estratégica, tal vez consigan desactivar las protestas y recuperar una cierta normalidad.
Si, por el contrario, piensan que la impunidad de la que hasta ahora han gozado, apoyada en las mayorías absolutas del voto acrítico que han sabido atraerse, va a durar eternamente, cometerán, a mi juicio, un error político de bulto, que se puede saldar con la pérdida de esas mayorías.
Si Santa Margarita, la de la llaga abierta, ayuda a la oposición a salir del marasmo en el que permanece adormecida, tal vez lo veamos en las próximas elecciones. Mientras eso sucede, si es que sucede alguna vez, no estaría de mas que las fuerzas opositoras volcaran todo su esfuerzo en elaborar una alternativa sólida, ya que oposición, lo que se dice oposición, no se nota que hagan mucha, ni muy eficaz.
Por cierto, en la foto que saca hoy "Levante" en primera, la plaza de la Virgen aparece ocupada por una muchedumbre. Reconozco a mi mujer, toda de amarillo, con su cabello rubio y su chaquetón amarillo claro. También vi, en la marcha, a mis hijos y a mi nieto de tres años. En ese momento, el de la foto, por los altavoces informaban que la cola de la marcha aún estaba en San Agustín. Y aún dicen que éramos 12.000, ja,ja,ja.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 30-11-08.
domingo, 30 de noviembre de 2008
viernes, 28 de noviembre de 2008
LA ACTUALIDAD DEL DIA
He bajado al Maravillas y había una tortilla de patatas detrás de la vitrina, cuya fotografía en formato de cuatro x cuatro metros no habría desmerecido en las paredes del IVAM, cuyo comité de adquisiciones, por cierto, como comentaba en el apartado Museos de la página “La Picadura”, no creo que esté en condiciones de realizar compras mas ambiciosas, dado lo exiguo del presupuesto con el que se les ha dotado.
A mi lado, en la barra, un joven vendedor de telefonía trasteaba con una Blackberry cuando, de súbito, he visto mi imagen junto a un texto del blog en la pantalla. Me he sobresaltado, porque vivo con el autoengaño de que el blog es un rincón íntimo, privado, a salvo de ingerencias exteriores, y reconocer su carácter público y la disponibilidad universal de sus contenidos, me acojona, por la timidez patológica que habita en el fondo de mi extroversión.
*Para recuperarme del sobresalto,....
.. me he sumergido en la actualidad del día. El gobierno de Zapatero va a disponer de 11.000 millones de Euros, al parecer para obras públicas, de los cuales 8.000 millones se trasferirán a los ayuntamientos, que serán los encargados de realizarlas. El presidente dice que esa medida generará 300.000 nuevos empleos. Nada tengo que decir en contra de esa medida, sobre todo después de haber sostenido en la página “Kafka” del 20-10-08, “..Que el gobierno central haga uso del déficit y promueva la financiación de (..) obras públicas locales y es posible que los índices de desempleo se mantengan en niveles (..) soportables.”
Otra cosa es la generación de ese número de empleos, como consecuencia de la medida. Los empleos, en un sistema de libre mercado como el nuestro, no los genera el gobierno. Los generan los empresarios, y ahora están muy ocupados destruyéndolos. Ayer, por un asunto personal que debía gestionar cerca de allí, pasé junto a la fábrica de Lladró en Tavernes Blanques, --un fabricón claramente sobredimensionado para esas figuritas de porcelana-- y una persona que trabaja allí me ha contado que ahora están con el consabido Expediente de Regulación de Empleo y el temor a los despidos, que es el pan de cada día en cualquier industria que tenga una plantilla numerosa.
Por eso, me parece un poco aventurado que los políticos prometan empleos, si sus medidas no van acompañadas del compromiso de los empresarios, que son los únicos que pueden garantizar esos objetivos numéricos. Si ellos se comprometen, yo me lo creo. Si no, seguiré escéptico.
*Todos pudimos ver en los telediarios las imagenes sobrecogedoras de las matanzas en Bombay.
De no haberse dado la circunstancia de que hubo españoles, algunos muy notables, como Aguirre, cogidos entre dos fuegos, la noticia habría sido tratada con menor relevancia, lo que, por otra parte, en términos periodísticos, es lógico. Vi intervenir en la pantalla de la 4 a un experto que afirmó que en la India, actualmente, se producen cien atentados terroristas cada mes.
Es normal que, con tal densidad y frecuencia de acciones violentas, no todas tengan la cobertura de los enviados especiales como sucedió ayer, porque había entre los afectados gente de aquí. Pensando sobre el asunto, se me ocurren dos conclusiones. La primera, que la pertenencia al grupo tribal, o la nacionalidad, como ustedes quieran, es un elemento de cohesión y solidaridad intergrupal que no solo se manifiesta en el fútbol. La segunda, que comparto con Gabilondo, que los asuntos que antes considerábamos lejanos y ajenos, son ahora dramáticamente domésticos.
*El PSPV, que ha permanecido bastante al margen de los movimientos de protesta que se han gestado en los últimos meses en defensa de la educación pública, cuya plataforma ha convocado la manifestación del próximo sábado, se suma ahora, de un modo algo oportunista, al acto, buscando una visibilidad que no beneficia a los que lo han convocado, a quienes la derecha acusa de seguir los mandatos de un partido, para quitar legitimidad a sus demandas. ¿No sería mejor que los políticos socialistas se quedaran en casa, y dejaran a los directamente implicados en el sistema educativo defender sus reivindicaciones?. Si quieren ir, pueden hacerlo por libre, sin banderas ni pancartas, como ciudadanos de a pié, sumándose a la protesta, pero sin sacar tajada de ella.
*Una Universidad Católica, al parecer, ha investido con la dignidad de Doctor Honoris Causa a José María Aznar. Las Universidades, en especial las privadas, pueden hacer lo que quieran con sus distinciones y con sus programas de investigación. Seguramente se habrá requerido un esfuerzo investigador considerable para encontrar Causa Honoris en uno de los políticos mas nefastos que ha gobernado el país, aunque sin duda debe haber hecho también alguna cosa notable, por eso le han ofrecido ese doctorado honorífico.
Tengo la impresión de que, en esta ocasión, se trata mas de la competencia entre universidades privadas, que de los méritos del galardonado, y que lo que evidencia este mínimo asunto honorable es que el CEU y la Universidad Católica andan a la greña en defensa de sus privilegios, y cada una intenta arrimar un político a su sardina.
Entre tanto, a los rectores de las universidades públicas, en especial los de la comunidad de Madrid, y los de Heliópolis, solo les falta salir a la calle a pedir limosna, provistos de un gorro con orejeras, junto al calor de un bidón con leña ardiendo, porque, al margen de las endogamias burocráticas que se suelen cobijar en las facultades, lo cierto es que los cortes y tijeretazos en sus presupuestos, al parecer, las están dejando al borde de la indigencia.
En fin. La actualidad, al día.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 28-11-08.
A mi lado, en la barra, un joven vendedor de telefonía trasteaba con una Blackberry cuando, de súbito, he visto mi imagen junto a un texto del blog en la pantalla. Me he sobresaltado, porque vivo con el autoengaño de que el blog es un rincón íntimo, privado, a salvo de ingerencias exteriores, y reconocer su carácter público y la disponibilidad universal de sus contenidos, me acojona, por la timidez patológica que habita en el fondo de mi extroversión.
*Para recuperarme del sobresalto,....
.. me he sumergido en la actualidad del día. El gobierno de Zapatero va a disponer de 11.000 millones de Euros, al parecer para obras públicas, de los cuales 8.000 millones se trasferirán a los ayuntamientos, que serán los encargados de realizarlas. El presidente dice que esa medida generará 300.000 nuevos empleos. Nada tengo que decir en contra de esa medida, sobre todo después de haber sostenido en la página “Kafka” del 20-10-08, “..Que el gobierno central haga uso del déficit y promueva la financiación de (..) obras públicas locales y es posible que los índices de desempleo se mantengan en niveles (..) soportables.”
Otra cosa es la generación de ese número de empleos, como consecuencia de la medida. Los empleos, en un sistema de libre mercado como el nuestro, no los genera el gobierno. Los generan los empresarios, y ahora están muy ocupados destruyéndolos. Ayer, por un asunto personal que debía gestionar cerca de allí, pasé junto a la fábrica de Lladró en Tavernes Blanques, --un fabricón claramente sobredimensionado para esas figuritas de porcelana-- y una persona que trabaja allí me ha contado que ahora están con el consabido Expediente de Regulación de Empleo y el temor a los despidos, que es el pan de cada día en cualquier industria que tenga una plantilla numerosa.
Por eso, me parece un poco aventurado que los políticos prometan empleos, si sus medidas no van acompañadas del compromiso de los empresarios, que son los únicos que pueden garantizar esos objetivos numéricos. Si ellos se comprometen, yo me lo creo. Si no, seguiré escéptico.
*Todos pudimos ver en los telediarios las imagenes sobrecogedoras de las matanzas en Bombay.
De no haberse dado la circunstancia de que hubo españoles, algunos muy notables, como Aguirre, cogidos entre dos fuegos, la noticia habría sido tratada con menor relevancia, lo que, por otra parte, en términos periodísticos, es lógico. Vi intervenir en la pantalla de la 4 a un experto que afirmó que en la India, actualmente, se producen cien atentados terroristas cada mes.
Es normal que, con tal densidad y frecuencia de acciones violentas, no todas tengan la cobertura de los enviados especiales como sucedió ayer, porque había entre los afectados gente de aquí. Pensando sobre el asunto, se me ocurren dos conclusiones. La primera, que la pertenencia al grupo tribal, o la nacionalidad, como ustedes quieran, es un elemento de cohesión y solidaridad intergrupal que no solo se manifiesta en el fútbol. La segunda, que comparto con Gabilondo, que los asuntos que antes considerábamos lejanos y ajenos, son ahora dramáticamente domésticos.
*El PSPV, que ha permanecido bastante al margen de los movimientos de protesta que se han gestado en los últimos meses en defensa de la educación pública, cuya plataforma ha convocado la manifestación del próximo sábado, se suma ahora, de un modo algo oportunista, al acto, buscando una visibilidad que no beneficia a los que lo han convocado, a quienes la derecha acusa de seguir los mandatos de un partido, para quitar legitimidad a sus demandas. ¿No sería mejor que los políticos socialistas se quedaran en casa, y dejaran a los directamente implicados en el sistema educativo defender sus reivindicaciones?. Si quieren ir, pueden hacerlo por libre, sin banderas ni pancartas, como ciudadanos de a pié, sumándose a la protesta, pero sin sacar tajada de ella.
*Una Universidad Católica, al parecer, ha investido con la dignidad de Doctor Honoris Causa a José María Aznar. Las Universidades, en especial las privadas, pueden hacer lo que quieran con sus distinciones y con sus programas de investigación. Seguramente se habrá requerido un esfuerzo investigador considerable para encontrar Causa Honoris en uno de los políticos mas nefastos que ha gobernado el país, aunque sin duda debe haber hecho también alguna cosa notable, por eso le han ofrecido ese doctorado honorífico.
Tengo la impresión de que, en esta ocasión, se trata mas de la competencia entre universidades privadas, que de los méritos del galardonado, y que lo que evidencia este mínimo asunto honorable es que el CEU y la Universidad Católica andan a la greña en defensa de sus privilegios, y cada una intenta arrimar un político a su sardina.
Entre tanto, a los rectores de las universidades públicas, en especial los de la comunidad de Madrid, y los de Heliópolis, solo les falta salir a la calle a pedir limosna, provistos de un gorro con orejeras, junto al calor de un bidón con leña ardiendo, porque, al margen de las endogamias burocráticas que se suelen cobijar en las facultades, lo cierto es que los cortes y tijeretazos en sus presupuestos, al parecer, las están dejando al borde de la indigencia.
En fin. La actualidad, al día.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 28-11-08.
miércoles, 26 de noviembre de 2008
LA MOSCA COJONERA
*FONT DE MORA
Hace la tira de años que no asisto a una manifestación. El sábado, a las 6 de la tarde, en San Agustín, asisitiré a una en defensa de la escuela pública, en Heliópolis, convocada por una de las partes en conflicto, que estima que la actitud del conseller de educación en los últimos tiempos merece una respuesta pública y contundente.
El conseller, al ver lo que se le venía encima, ha iniciado una serie de maniobras de distracción. Ha ofrecido una moratoria en la implantación de la asignatura de Educación para la ciudadanía en inglés, pero esa es solo una de las reivindicaciones de los convocantes, que insisten en la movilización.
Al parecer, los intentos negociadores del conseller, quien, por otra parte, es un hombre cultivado y conocerá los relatos sobre las batallas de las Termópilas y el fiasco de Waterloo, responden a una estrategia muy utilizada en las técnicas militares. Se trata de dividir al contrario, acercarse a su flanco y atraerse a una parte de las fuerzas enemigas, escenificar un remedo de pacto con una parte de los efectivos desplegados, tratando de hacer ver que se quiere negociar, para intentar neutralizar el ataque y, en caso de retirada, escudarse en ese acuerdo parcial para salvar la cara.
Las estructuras militares están basadas en la autoridad sobre los inferiores y la obediencia ciega al superior y las consecuencias tácticas y estratégicas de ese sistema jerárquico son bien visibles en la actitud de Font de Mora, quien ha tratado, desde el origen del conflicto, de imponer sus puntos de vista a toda la comunidad educativa con una contumacia que evoca la disciplina militar, y en ningún momento ha puesto en cuestión que las ordenes recibidas de su superior, Camps, pudieran ser revisadas.
Ahora, cuando las consecuencias de esa actitud han llevado a la extensión de un conflicto innecesario, que podía haberse evitado actuando de un modo mas flexible, cuando ya está en la calle, las maniobras orquestales en la oscuridad del conseller suenan a música celestial.
*LUKOIL
Pensaba que me había pasado en la página “Cuervos” al dar por supuesta la presencia de los intereses de la mafia rusa en la operación en curso para la adquisición de la participación de Sacyr en la petrolera Repsol, pero un informe que parece bastante documentado publicado hoy en “Levante” confirma mi comentario.
Tanto los rusos p'arriba, los rusos p'abajo, parece que estamos entrando en una dinámica etnófoba, cuando tan rusos son los mafiosos y quienes autorizan un uso inapropiado del Polonio 210, como las gentes de a pie, que tienen un vodka que te cagas y un folklore superguay. Además que, de lo que se trata, creo yo, es de la cagada de Sacyr. O sea, a ver si lo entiendo.
Sacyr compra su participación en Repsol –al contado no, al contado solo pagamos, y a veces, ustedes y yo-- y la financia con créditos bancarios que ahora, al parecer, no puede pagar. Una cagada. Los bancos españoles, al ver en peligro esos créditos, se acojonan y, en lugar de apechugar con ese fallido –se ve que que ya no tienen colchón-- y quedarse ellos con esa participación en Repsol, como les falta liquidez, buscan un socio que sustituya a Sacyr en el cumplimiento de sus obligaciones.
Aparecen los rusos, y alguna autoridad dice que esa es “una operación muy compleja”, lo que, en román paladino, parece significar que los rusos no van a poner un rublo, sino que se van a subrogar en el pago de esos créditos, a cambio de quedarse con la participación (algo así). Al final, si algún dinero físico se mueve en la operación, me huelo que tendrá que ponerlo la banca española, pero ¿esto que es?
¿No hubiera sido mas fácil que los bancos españoles se hubieran quedado de entrada con esos activos, hasta colocárselos a alguien? Pero, claro, eso hubiera supuesto el reconocimiento público de la difícil situación financiera de Sacyr, con consecuencias en cascada de fuerte alcance.
A estas alturas, todo el mundo da por descontado que Sacyr pasa por una situación delicada, pero eso no tiene que convertirse necesariamente en otra quiebra. Bastaría un acuerdo extrajudicial entre los bancos y Sacyr, para salvar la situación, pero al parecer, no quieren. Esta es la parte del asunto que no alcanzo a comprender, porqué no quieren.
Por favor, que alguien lo explique. Gracias.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 26-11-08.
Hace la tira de años que no asisto a una manifestación. El sábado, a las 6 de la tarde, en San Agustín, asisitiré a una en defensa de la escuela pública, en Heliópolis, convocada por una de las partes en conflicto, que estima que la actitud del conseller de educación en los últimos tiempos merece una respuesta pública y contundente.
El conseller, al ver lo que se le venía encima, ha iniciado una serie de maniobras de distracción. Ha ofrecido una moratoria en la implantación de la asignatura de Educación para la ciudadanía en inglés, pero esa es solo una de las reivindicaciones de los convocantes, que insisten en la movilización.
Al parecer, los intentos negociadores del conseller, quien, por otra parte, es un hombre cultivado y conocerá los relatos sobre las batallas de las Termópilas y el fiasco de Waterloo, responden a una estrategia muy utilizada en las técnicas militares. Se trata de dividir al contrario, acercarse a su flanco y atraerse a una parte de las fuerzas enemigas, escenificar un remedo de pacto con una parte de los efectivos desplegados, tratando de hacer ver que se quiere negociar, para intentar neutralizar el ataque y, en caso de retirada, escudarse en ese acuerdo parcial para salvar la cara.
Las estructuras militares están basadas en la autoridad sobre los inferiores y la obediencia ciega al superior y las consecuencias tácticas y estratégicas de ese sistema jerárquico son bien visibles en la actitud de Font de Mora, quien ha tratado, desde el origen del conflicto, de imponer sus puntos de vista a toda la comunidad educativa con una contumacia que evoca la disciplina militar, y en ningún momento ha puesto en cuestión que las ordenes recibidas de su superior, Camps, pudieran ser revisadas.
Ahora, cuando las consecuencias de esa actitud han llevado a la extensión de un conflicto innecesario, que podía haberse evitado actuando de un modo mas flexible, cuando ya está en la calle, las maniobras orquestales en la oscuridad del conseller suenan a música celestial.
*LUKOIL
Pensaba que me había pasado en la página “Cuervos” al dar por supuesta la presencia de los intereses de la mafia rusa en la operación en curso para la adquisición de la participación de Sacyr en la petrolera Repsol, pero un informe que parece bastante documentado publicado hoy en “Levante” confirma mi comentario.
Tanto los rusos p'arriba, los rusos p'abajo, parece que estamos entrando en una dinámica etnófoba, cuando tan rusos son los mafiosos y quienes autorizan un uso inapropiado del Polonio 210, como las gentes de a pie, que tienen un vodka que te cagas y un folklore superguay. Además que, de lo que se trata, creo yo, es de la cagada de Sacyr. O sea, a ver si lo entiendo.
Sacyr compra su participación en Repsol –al contado no, al contado solo pagamos, y a veces, ustedes y yo-- y la financia con créditos bancarios que ahora, al parecer, no puede pagar. Una cagada. Los bancos españoles, al ver en peligro esos créditos, se acojonan y, en lugar de apechugar con ese fallido –se ve que que ya no tienen colchón-- y quedarse ellos con esa participación en Repsol, como les falta liquidez, buscan un socio que sustituya a Sacyr en el cumplimiento de sus obligaciones.
Aparecen los rusos, y alguna autoridad dice que esa es “una operación muy compleja”, lo que, en román paladino, parece significar que los rusos no van a poner un rublo, sino que se van a subrogar en el pago de esos créditos, a cambio de quedarse con la participación (algo así). Al final, si algún dinero físico se mueve en la operación, me huelo que tendrá que ponerlo la banca española, pero ¿esto que es?
¿No hubiera sido mas fácil que los bancos españoles se hubieran quedado de entrada con esos activos, hasta colocárselos a alguien? Pero, claro, eso hubiera supuesto el reconocimiento público de la difícil situación financiera de Sacyr, con consecuencias en cascada de fuerte alcance.
A estas alturas, todo el mundo da por descontado que Sacyr pasa por una situación delicada, pero eso no tiene que convertirse necesariamente en otra quiebra. Bastaría un acuerdo extrajudicial entre los bancos y Sacyr, para salvar la situación, pero al parecer, no quieren. Esta es la parte del asunto que no alcanzo a comprender, porqué no quieren.
Por favor, que alguien lo explique. Gracias.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 26-11-08.
martes, 25 de noviembre de 2008
LA PICADURA
*BENIDORM LA NUIT
El alcalde pepero de Benidorm ha prohibido la estancia nocturna en su playa, cargándose así uno de los símbolos mas antiguos de nuestros tópicos locales, “La luna de Valencia”, y de paso la inalienable libertad de los ciudadanos para estar donde quieran, cuando les plazca. A este tipo cuyo mayor placer es prohibir, como seguramente esa medida no estaba entre sus promesas a los electores que le eligieron para el cargo, habría que echarlo.
Cuentan que la expresión “A la luna de Valencia” tiene su origen en quienes se quedaban a extramuros de la ciudad amurallada de Heliópolis, al llegar después de que se hubieran cerrado sus puertas. La luna nocturna benidormina es incluso mas hermosa que aquella de la que nació el tópico, y es absurdo hacer objeto de prohibición su contemplación desde la orilla del mar, y desde luego, nadie debería consentirlo.
Lo mejor que se puede hacer ante una prohibición tan absurda es transgredirla, que es lo que sin duda harán los afortunados que gustan de disfrutar en la nocturnidad de la playa de Benidorm.
*MUSEOS
En Heliópolis, no han prohibido la entrada al museo de San Pío V, que fue la tercera pinacoteca del país –aún lo es?-- ni al IVAM, que Tomás Lloréns puso en sus inicios entre los mejores museos de arte contemporáneo de Europa, pero les han asignado unos presupuestos tan escasos que los condenan al estancamiento, cuando no al retroceso.
Debe ser uno de los principios del partido popular a que alude Aznar, al que luego me referiré, “El arte no interesa” Mientras tanto, la derecha política valenciana alumbró engendros tan impresentables como el MUVIM, un museo sin fondos, aunque con mucha parafernalia audiovisual y han potenciado otros de ese estilo, que de museos solo tienen el nombre.
Sabíamos que la derecha política nunca se interesó por el arte, mucho menos por el contemporáneo, y que sus representantes mas conspícuos se duermen en la ópera, pero alguien tiene que darles un aguijonazo, porque lo que están haciendo con las instituciones museísticas mas prestigiosas de Heliópolis no tiene nombre.
*LAS FRUTAS DE LA IRA
El régimen laboral de semiesclavitud al que se intenta someter a los trabajadores temporeros que se dedican a la recogida de la naranja, ante la vista gorda de los inspectores de trabajo que, al parecer, miran para otro lado, con salarios inferiores al convenio y formas de reclutamiento decimonónicas, nos lleva a tiempos que creíamos ya superados.
El reflejo en la prensa del conflicto que ha aflorado por las protestas a esa situación, recuerda las imagenes de aquella gran película de John Ford, con Henry Fonda como protagonista, basada en el libro de John Steinbeck, “Las Uvas de la Ira”, solo que ahora aparecen las empresas de trabajo temporal como actores de carácter.
El propósito de pagar 0,70 Euros por la recogida de una cajón de fruta, junto con el hecho de que la fruta sufre un incremento del 800% cuando llega al consumidor final (la fuente es “Levante”) ayuda a entender la naturaleza del conflicto. Pero así como en la película de Ford, aún estaban naciendo los sindicatos, ahora tenemos unas organizaciones sindicales muy consolidadas. Se puede saber que coño están haciendo? Es que están tan ocupadas con la crisis del sector de la automoción que no dedican esfuerzos suficientas a erradicar la esclavitud entre los temporeros del sector agrario? Me lo expliquen, por favor, vía comentarios.
*IDEAS Y PRINCIPIOS
Prefiero las ideas, aunque estén un poco deteriorioradas por la polilla, a los bajos instintos que afloran en las declaraciones del patético Aznar, bajo el disfraz de los principios. Un tipo que se muestra incapaz de asumir con naturalidad sus éxitos y sus fracasos –su última legislatura fue un fracaso político sin paliativos-- no está capacitado moralmente para dar lecciones a nadie.
Cuando aplicó sus principios, lo hizo amparado en la ideología neo conservadora, que ha resultado ser el mayor fiasco político ideológico desde el fin de la guerra fría.
Este hombre es un obstáculo que no para de poner palos en las ruedas para impedir que la derecha política española se normalice, se homologue a las demás derechas europeas, empujándola hacia el rincón reaccionario y caduco de donde no termina de salir, por contar en su seno con personajes como Aznar, Aguirre, Mayor Oreja y otros por el estilo, que dicen defender las esencias de sus principios, pero en realidad se dedican a atacar con una saña inclemente a cualquiera que intente dar un paso para civilizar su partido.
Aceptar el propio fracaso, vivir con naturalidad los éxitos, es un síntoma de madurez personal y política, pero este personaje tan pintoresco, que se encuentra en su elemento con su melena y su ridículo look entre sus huestes mas jóvenes, cuando todos hacen del insulto a las ideas progresistas el principio básico de su ideología, está tan lejos de madurar, como su partido de alcanzar una coherencia ideológica y política estable, enredados como están siempre en el mismo debate, que no es un debate de ideas, ni de principios, sino una lucha permanente entre grupos reaccionarios y gente normal.
Los progresistas apolillados, nos sentimos contentos de que sea así, porque mientras ese desastre prevalezca, nunca llegaran a gobernar, aunque lo lamentamos por la mucha gente civilizada que habita ese partido, a quienes, si la cosa va a seguir así, les iría mejor en otro sitio.
No es descabellado intuir que, con el tiempo, surja en el juego parlamentario un auténtico partido liberal conservador, y Aznar, Aguirre y los demás se queden donde están y acaben cubiertos de telarañas, que son un signo de decadencia mas evidente, incluso, que el de las polillas.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 25-11-08.
El alcalde pepero de Benidorm ha prohibido la estancia nocturna en su playa, cargándose así uno de los símbolos mas antiguos de nuestros tópicos locales, “La luna de Valencia”, y de paso la inalienable libertad de los ciudadanos para estar donde quieran, cuando les plazca. A este tipo cuyo mayor placer es prohibir, como seguramente esa medida no estaba entre sus promesas a los electores que le eligieron para el cargo, habría que echarlo.
Cuentan que la expresión “A la luna de Valencia” tiene su origen en quienes se quedaban a extramuros de la ciudad amurallada de Heliópolis, al llegar después de que se hubieran cerrado sus puertas. La luna nocturna benidormina es incluso mas hermosa que aquella de la que nació el tópico, y es absurdo hacer objeto de prohibición su contemplación desde la orilla del mar, y desde luego, nadie debería consentirlo.
Lo mejor que se puede hacer ante una prohibición tan absurda es transgredirla, que es lo que sin duda harán los afortunados que gustan de disfrutar en la nocturnidad de la playa de Benidorm.
*MUSEOS
En Heliópolis, no han prohibido la entrada al museo de San Pío V, que fue la tercera pinacoteca del país –aún lo es?-- ni al IVAM, que Tomás Lloréns puso en sus inicios entre los mejores museos de arte contemporáneo de Europa, pero les han asignado unos presupuestos tan escasos que los condenan al estancamiento, cuando no al retroceso.
Debe ser uno de los principios del partido popular a que alude Aznar, al que luego me referiré, “El arte no interesa” Mientras tanto, la derecha política valenciana alumbró engendros tan impresentables como el MUVIM, un museo sin fondos, aunque con mucha parafernalia audiovisual y han potenciado otros de ese estilo, que de museos solo tienen el nombre.
Sabíamos que la derecha política nunca se interesó por el arte, mucho menos por el contemporáneo, y que sus representantes mas conspícuos se duermen en la ópera, pero alguien tiene que darles un aguijonazo, porque lo que están haciendo con las instituciones museísticas mas prestigiosas de Heliópolis no tiene nombre.
*LAS FRUTAS DE LA IRA
El régimen laboral de semiesclavitud al que se intenta someter a los trabajadores temporeros que se dedican a la recogida de la naranja, ante la vista gorda de los inspectores de trabajo que, al parecer, miran para otro lado, con salarios inferiores al convenio y formas de reclutamiento decimonónicas, nos lleva a tiempos que creíamos ya superados.
El reflejo en la prensa del conflicto que ha aflorado por las protestas a esa situación, recuerda las imagenes de aquella gran película de John Ford, con Henry Fonda como protagonista, basada en el libro de John Steinbeck, “Las Uvas de la Ira”, solo que ahora aparecen las empresas de trabajo temporal como actores de carácter.
El propósito de pagar 0,70 Euros por la recogida de una cajón de fruta, junto con el hecho de que la fruta sufre un incremento del 800% cuando llega al consumidor final (la fuente es “Levante”) ayuda a entender la naturaleza del conflicto. Pero así como en la película de Ford, aún estaban naciendo los sindicatos, ahora tenemos unas organizaciones sindicales muy consolidadas. Se puede saber que coño están haciendo? Es que están tan ocupadas con la crisis del sector de la automoción que no dedican esfuerzos suficientas a erradicar la esclavitud entre los temporeros del sector agrario? Me lo expliquen, por favor, vía comentarios.
*IDEAS Y PRINCIPIOS
Prefiero las ideas, aunque estén un poco deteriorioradas por la polilla, a los bajos instintos que afloran en las declaraciones del patético Aznar, bajo el disfraz de los principios. Un tipo que se muestra incapaz de asumir con naturalidad sus éxitos y sus fracasos –su última legislatura fue un fracaso político sin paliativos-- no está capacitado moralmente para dar lecciones a nadie.
Cuando aplicó sus principios, lo hizo amparado en la ideología neo conservadora, que ha resultado ser el mayor fiasco político ideológico desde el fin de la guerra fría.
Este hombre es un obstáculo que no para de poner palos en las ruedas para impedir que la derecha política española se normalice, se homologue a las demás derechas europeas, empujándola hacia el rincón reaccionario y caduco de donde no termina de salir, por contar en su seno con personajes como Aznar, Aguirre, Mayor Oreja y otros por el estilo, que dicen defender las esencias de sus principios, pero en realidad se dedican a atacar con una saña inclemente a cualquiera que intente dar un paso para civilizar su partido.
Aceptar el propio fracaso, vivir con naturalidad los éxitos, es un síntoma de madurez personal y política, pero este personaje tan pintoresco, que se encuentra en su elemento con su melena y su ridículo look entre sus huestes mas jóvenes, cuando todos hacen del insulto a las ideas progresistas el principio básico de su ideología, está tan lejos de madurar, como su partido de alcanzar una coherencia ideológica y política estable, enredados como están siempre en el mismo debate, que no es un debate de ideas, ni de principios, sino una lucha permanente entre grupos reaccionarios y gente normal.
Los progresistas apolillados, nos sentimos contentos de que sea así, porque mientras ese desastre prevalezca, nunca llegaran a gobernar, aunque lo lamentamos por la mucha gente civilizada que habita ese partido, a quienes, si la cosa va a seguir así, les iría mejor en otro sitio.
No es descabellado intuir que, con el tiempo, surja en el juego parlamentario un auténtico partido liberal conservador, y Aznar, Aguirre y los demás se queden donde están y acaben cubiertos de telarañas, que son un signo de decadencia mas evidente, incluso, que el de las polillas.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 25-11-08.
lunes, 24 de noviembre de 2008
LA COPA DAVIS Y EL AZAR
No tengo ni puta idea de tenis, pero algo entiendo de arte, aunque solo sea por las muchas horas que he dejado morir en los museos, por eso el triunfo de ayer de Verdasco --¿se llama así?-- en la final de la copa Davis contra Argentina, me pareció una victoria pírrica, fruto de su machacona preparación física y de la repetición de la misma jugada, ante la genialidad de artista del argentino, que no ganó, pero nos regaló unos pocos momentos inolvidables, cuyas imágenes deberían ser custodiadas en un museo para el disfrute de los aficionados a las artes plásticas.
No suelo seguir los partidos de tenis televisados, pero el sábado me di un pateo excesivo por el marítimo y el domingo otro por el río viejo, así que por la tarde estaba tan hecho polvo que me tiré en el sillón dispuesto a dejar morir la tarde desde una perspectiva sedentaria. Solo una vez participé en una competición de tenis, jugando contra el hijo de Pechuán, el empresario de salas de cine de Heliópolis, en un torneo de los economistas, y lamenté que mi hijo estuviera presente, pues no recuerdo haber hecho jamás un ridículo tan espantoso.
El deporte no es lo mío, nunca lo fue. Cuando fui un estudiante tardío en la facultad de económicas lo peor no fue enfrentarme a las asignaturas de Econometría o Hacienda Pública, sino encaramarme a un poste -- como en la fiesta en la que buscan alcanzar un pollo desplumado-- del que estuve a punto de caerme y darme una buena hostia, por mi torpeza de animal sedentario, solo porque el plan de estudios incluía una asignatura de educación física, que no tenía en cuenta las singularidades de los estudiantes talluditos.
Pero no es de deporte, de tenis, de lo que yo quería hablar, sino del azar. No me refiero a ese azar que cuando las imagenes reproducen, en caso de duda, de que lado ha caído la pelota, da la victoria a uno o a otro, sino de un nuevo azar que florece en las tardes de domingo, y de los días de diario, en todas las televisiones, sean públicas o privadas, locales o generales, por cable o satélite. Hablo de las nuevas “loterías telefónicas” presentes sobre todo en las retransmisiones deportivas, como la de ayer de la Copa Davis desde la cadena pública.
La lotería tradicional sigue un conjunto de reglas estrictas y sancionadas por el uso, cuya finalidad es, entre otras, dar la máxima transparencia a ese juego de azar. Los sorteos son públicos y a ellos asisten los notarios para dar fé de los procedimientos y los resultados de esa forma tan antigua de redistribución de la renta personal. Se conoce qué parte de la recaudación se destina a los premios y cual se queda el Estado, que en este caso actúa como la banca de un casino, aunque los beneficiarios de esa tendencia a la ludopatía que compartimos con los chinos, sean los presupuestos públicos.
En las loterías televisivas, activadas a través de llamadas telefónicas, todo es opacidad y blindaje. No hay forma de saber nada sobre procedimientos, sorteos y premios. Tienes que hacer un acto de fé y creerte lo que te dicen en la pantalla. He preguntado a la profesora de medios de comunicación, con la que comparto dos mañanas de la semana, y me ha comentado que no sabe nada de ese tinglado que, al parecer, es uno de los secretos mejor guardados por los medios que lo gestionan.
Es cierto que la voluntariedad de esos sorteos no obliga a nadie a participar en ellos, pero tampoco los trileros ni los timadores te ponen una pistola en el pecho para conseguir sus propósitos, y es un hecho estadístico que hay una parte del público que pica y resulta timado.
Parece que una actividad de ese tipo, seguramente con una importancia económica relevante, debería estar sujeta a garantías para los “jugadores” y a normas de transparencia pública sobre sus procedimientos. Si hace falta una norma que obligue a los medios a hacer públicos los procedimientos y resultados de esa actividad, no estaría de mas que comenzara a estudiarse su promulgación.
No vale que se diga que es una actividad privada, porque en la medida en que quienes participan en ese juego telefónico están sujetos al azar, sin que ese azar, como en el caso de la lotería tradicional, esté amparado por una supervisión objetiva e independiente, estaríamos en un supuesto no contemplado por las leyes que regulan los juegos de azar, en una especie de limbo legal que permite que las compañías de telefonía y las empresas de comunicación, jueguen con el dinero de los usuarios con total impunidad.
El partido de la Copa Davis duró mas de tres horas. Durante ese tiempo, los rótulos insertados en la pantalla estuvieron incitando a participar en uno de esos juegos de azar, en este caso desde la cadena pública. No creo que de la actividad de una cadena pública se pueda decir que es privada, y menos que sea razonable que emplee los mismos trucos de trilero que las cadenas privadas.
A ver si alguien le mete mano a este asunto, y si no se puede someter a los grupos privados --yo creo que sí se puede-- a normas de procedimiento que garanticen la transparencia de estos juegos de azar televisados, al menos que la cadena pública no participe de la opacidad de esos chanchullos.
En fin. Copa Davis.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 24-11-08.
No suelo seguir los partidos de tenis televisados, pero el sábado me di un pateo excesivo por el marítimo y el domingo otro por el río viejo, así que por la tarde estaba tan hecho polvo que me tiré en el sillón dispuesto a dejar morir la tarde desde una perspectiva sedentaria. Solo una vez participé en una competición de tenis, jugando contra el hijo de Pechuán, el empresario de salas de cine de Heliópolis, en un torneo de los economistas, y lamenté que mi hijo estuviera presente, pues no recuerdo haber hecho jamás un ridículo tan espantoso.
El deporte no es lo mío, nunca lo fue. Cuando fui un estudiante tardío en la facultad de económicas lo peor no fue enfrentarme a las asignaturas de Econometría o Hacienda Pública, sino encaramarme a un poste -- como en la fiesta en la que buscan alcanzar un pollo desplumado-- del que estuve a punto de caerme y darme una buena hostia, por mi torpeza de animal sedentario, solo porque el plan de estudios incluía una asignatura de educación física, que no tenía en cuenta las singularidades de los estudiantes talluditos.
Pero no es de deporte, de tenis, de lo que yo quería hablar, sino del azar. No me refiero a ese azar que cuando las imagenes reproducen, en caso de duda, de que lado ha caído la pelota, da la victoria a uno o a otro, sino de un nuevo azar que florece en las tardes de domingo, y de los días de diario, en todas las televisiones, sean públicas o privadas, locales o generales, por cable o satélite. Hablo de las nuevas “loterías telefónicas” presentes sobre todo en las retransmisiones deportivas, como la de ayer de la Copa Davis desde la cadena pública.
La lotería tradicional sigue un conjunto de reglas estrictas y sancionadas por el uso, cuya finalidad es, entre otras, dar la máxima transparencia a ese juego de azar. Los sorteos son públicos y a ellos asisten los notarios para dar fé de los procedimientos y los resultados de esa forma tan antigua de redistribución de la renta personal. Se conoce qué parte de la recaudación se destina a los premios y cual se queda el Estado, que en este caso actúa como la banca de un casino, aunque los beneficiarios de esa tendencia a la ludopatía que compartimos con los chinos, sean los presupuestos públicos.
En las loterías televisivas, activadas a través de llamadas telefónicas, todo es opacidad y blindaje. No hay forma de saber nada sobre procedimientos, sorteos y premios. Tienes que hacer un acto de fé y creerte lo que te dicen en la pantalla. He preguntado a la profesora de medios de comunicación, con la que comparto dos mañanas de la semana, y me ha comentado que no sabe nada de ese tinglado que, al parecer, es uno de los secretos mejor guardados por los medios que lo gestionan.
Es cierto que la voluntariedad de esos sorteos no obliga a nadie a participar en ellos, pero tampoco los trileros ni los timadores te ponen una pistola en el pecho para conseguir sus propósitos, y es un hecho estadístico que hay una parte del público que pica y resulta timado.
Parece que una actividad de ese tipo, seguramente con una importancia económica relevante, debería estar sujeta a garantías para los “jugadores” y a normas de transparencia pública sobre sus procedimientos. Si hace falta una norma que obligue a los medios a hacer públicos los procedimientos y resultados de esa actividad, no estaría de mas que comenzara a estudiarse su promulgación.
No vale que se diga que es una actividad privada, porque en la medida en que quienes participan en ese juego telefónico están sujetos al azar, sin que ese azar, como en el caso de la lotería tradicional, esté amparado por una supervisión objetiva e independiente, estaríamos en un supuesto no contemplado por las leyes que regulan los juegos de azar, en una especie de limbo legal que permite que las compañías de telefonía y las empresas de comunicación, jueguen con el dinero de los usuarios con total impunidad.
El partido de la Copa Davis duró mas de tres horas. Durante ese tiempo, los rótulos insertados en la pantalla estuvieron incitando a participar en uno de esos juegos de azar, en este caso desde la cadena pública. No creo que de la actividad de una cadena pública se pueda decir que es privada, y menos que sea razonable que emplee los mismos trucos de trilero que las cadenas privadas.
A ver si alguien le mete mano a este asunto, y si no se puede someter a los grupos privados --yo creo que sí se puede-- a normas de procedimiento que garanticen la transparencia de estos juegos de azar televisados, al menos que la cadena pública no participe de la opacidad de esos chanchullos.
En fin. Copa Davis.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 24-11-08.
sábado, 22 de noviembre de 2008
CUERVOS
A quienes acudían a las subastas judiciales para lucrarse comprando bienes embargados, por una décima parte de su valor, se les llamaba cuervos. También eran conocidos como subasteros. Ahora reciben la calificación de financieros, pero su respuesta instintiva al olor putrefacto que despiden las empresas con graves dificultades financieras es la misma que la de las aves de rapiña que vuelan en circulo y se lanzan en picado sobre la presa.
La mafia rusa parece que va a conseguir posar sus garras sobre Repsol, a través de la compra por Lukoil de la participación de Sacyr en esa petrolera. En el juego del tres en raya –constructores, petroleras y banca-- que era hasta ahora el sector energético en España, parece que va a entrar un cuarto jugador.
No es que Repsol sea una hermanita de la caridad, a la que haya que proteger de influencias perversas. Esa compañía, que ahora la oposición al gobierno defiende como un símbolo estratégico, que es su modo de decir patriótico, se lleva mil millones de Euros al año por convertir el crudo en gasolina, o sea, que los consumidores que llenamos el depósito en las estaciones de servicio, le damos esa millonada a Repsol por sus servicios.
El fondo de la cuestión es, se quiera o no, que Sacyr podría ir a la quiebra si no vende su participación y que esa situación, que no se genera en dos días, debía ser conocida por el gobierno hace mucho tiempo. Como nadie se ha movido antes para encontrar una solución mas “nacional” al problema, especialmente sus administradores, los responsables directos de su situación, ahora De la Vega se ve obligada a enfatizar la naturaleza privada de esas empresas, y a vender la no intervención del gobierno en una operación mas que dudosa, como si fuera una muestra de su exquisito respeto por el mercado. Anda ya!
Con la cantidad de empresas energéticas comunitarias que nos roban a los consumidores desde una perspectiva mas formal, hemos tenido que ir a parar a manos de los rusos, que nos robarán igual, pero con el agravante de que el producto de su exacción podría aplicarse a fines inconfesables, por no decir ilegales.
He visto esta semana la película Gomorra. Al final aparece un informe con las estimaciones de los ingresos de la Camorra, y se cita una de sus últimas inversiones, la compra de acciones para la reconstrucción de las Torres Gemelas. Hoy mismo, la prensa desvela que el anterior responsable de la lucha contra el narcotráfico en México, recibía todos los meses 360.000 dólares de los narcos.
¿No habría que mirar mas, antes de permitir la entrada en Repsol a socios tan problemáticos? No vaya a ser que por impedir la quiebra de Sacyr, un problema a corto plazo, a largo plazo, nos veamos metidos en un lío mucho mayor, dada la tendencia de los oligarcas rusos a acciones poco homologables con las prácticas en los mercados comunitarios.
En un mundo tan surrealista como el que estamos contemplando últimamente, cualquier cosa es posible, porque la geopolítica siempre ha sido un tablero de ajedrez, pero las últimas jugadas parecen inspiradas por algún genio loco.
Si esa operación llega a su fin, cuando llenen el depósito en la estación de servicio, tengan la certeza de que las refinerías les estarán robando, como siempre, pero añadan la duda del opaco destino del producto de ese robo, por lo que concierne a la participación rusa.
En fin. Cuervos. El olor putrefacto los atrae. Vuelan en círculo sobre el escenario financiero internacional y cuando su instinto les hace descubrir la presa, se lanzan sobre ella en picado, ante la pasividad de los guardabosques.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 22-11-08.
La mafia rusa parece que va a conseguir posar sus garras sobre Repsol, a través de la compra por Lukoil de la participación de Sacyr en esa petrolera. En el juego del tres en raya –constructores, petroleras y banca-- que era hasta ahora el sector energético en España, parece que va a entrar un cuarto jugador.
No es que Repsol sea una hermanita de la caridad, a la que haya que proteger de influencias perversas. Esa compañía, que ahora la oposición al gobierno defiende como un símbolo estratégico, que es su modo de decir patriótico, se lleva mil millones de Euros al año por convertir el crudo en gasolina, o sea, que los consumidores que llenamos el depósito en las estaciones de servicio, le damos esa millonada a Repsol por sus servicios.
El fondo de la cuestión es, se quiera o no, que Sacyr podría ir a la quiebra si no vende su participación y que esa situación, que no se genera en dos días, debía ser conocida por el gobierno hace mucho tiempo. Como nadie se ha movido antes para encontrar una solución mas “nacional” al problema, especialmente sus administradores, los responsables directos de su situación, ahora De la Vega se ve obligada a enfatizar la naturaleza privada de esas empresas, y a vender la no intervención del gobierno en una operación mas que dudosa, como si fuera una muestra de su exquisito respeto por el mercado. Anda ya!
Con la cantidad de empresas energéticas comunitarias que nos roban a los consumidores desde una perspectiva mas formal, hemos tenido que ir a parar a manos de los rusos, que nos robarán igual, pero con el agravante de que el producto de su exacción podría aplicarse a fines inconfesables, por no decir ilegales.
He visto esta semana la película Gomorra. Al final aparece un informe con las estimaciones de los ingresos de la Camorra, y se cita una de sus últimas inversiones, la compra de acciones para la reconstrucción de las Torres Gemelas. Hoy mismo, la prensa desvela que el anterior responsable de la lucha contra el narcotráfico en México, recibía todos los meses 360.000 dólares de los narcos.
¿No habría que mirar mas, antes de permitir la entrada en Repsol a socios tan problemáticos? No vaya a ser que por impedir la quiebra de Sacyr, un problema a corto plazo, a largo plazo, nos veamos metidos en un lío mucho mayor, dada la tendencia de los oligarcas rusos a acciones poco homologables con las prácticas en los mercados comunitarios.
En un mundo tan surrealista como el que estamos contemplando últimamente, cualquier cosa es posible, porque la geopolítica siempre ha sido un tablero de ajedrez, pero las últimas jugadas parecen inspiradas por algún genio loco.
Si esa operación llega a su fin, cuando llenen el depósito en la estación de servicio, tengan la certeza de que las refinerías les estarán robando, como siempre, pero añadan la duda del opaco destino del producto de ese robo, por lo que concierne a la participación rusa.
En fin. Cuervos. El olor putrefacto los atrae. Vuelan en círculo sobre el escenario financiero internacional y cuando su instinto les hace descubrir la presa, se lanzan sobre ella en picado, ante la pasividad de los guardabosques.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 22-11-08.
viernes, 21 de noviembre de 2008
CUENTO NAVIDEÑO
"Cuando los dioses del Olimpo cobraron su fondo de pensiones y decidieron marcharse a Florida, los hombres de aquellas civilizaciones antiguas se quedaron sin referencias. Hay que hacer un esfuerzo de extrapolación histórica para entender la gran confusión en la que quedaron, pues aquella variada fauna mítica les resolvía todos sus problemas. No solo había dioses con una dieta especial que devoraban a sus hijos, también otros que se ocupaban de cuidar de las hemorroides de los dolientes humanos, además de los que se ocupaban de la guerra, y también hubo una diosa que era la mejor en la caza, mientras alguna, mas reflexiva, patrocinaba la sabiduría. Casi para cada actividad, necesidad y acontecimiento humano, había una deidad encargada de reforzar las flaquezas, las fragilidades de quienes emprendían alguna tarea, mas o menos heroica.”
“Es cierto que en Egipto se podía echar mano de un casting no menos numeroso, incluso mas imaginativo, donde eran frecuentes las representaciones de dioses medio humanos, medio animales, --aunque no se ha demostrado que la zoofilia fuera una costumbre extendida en el viejo imperio-- y donde la efigie del gato era considerada sagrada, por la gran cantidad de ratones que se comían el grano almacenado en los silos del faraón, pero a los hombres de la cultura helénica aquello les pillaba un poco lejos, porque entonces no había trenes de alta velocidad.
Unos cuantos desarrapados a los que el faraón expulsó y llegaron a Palestina exhaustos y hambrientos, como ahora alcanzan nuestras costas los inmigrantes en las pateras, fueron el origen de otra cultura que acabó por inventarse un nuevo sistema celestial, regido por un único patrón, lo que indica que aquellos exiliados expulsados de otras tierras, carecían de una cultura suficientemente sofisticada para elaborar parnasos y olimpos tan ricos y variados como los de Egipto y Grecia.
Durante dos mil años, aquel invento celestial tan sumamente modesto ha presidido las civilizaciones cristiana y musulmana, por medio de las grandes religiones monoteístas, hasta que, no hace mucho, la revolución industrial, el capitalismo financiero y la sociedad de consumo han alumbrado una nueva deidad, infinitamente mas influyente que todas las anteriores. El dinero.
Para sobrevivir, los sacerdotes que todavía se aferran al viejo paradigma, han hecho un pacto entre su dios celestial y el del dinero, y han fundado organizaciones proselitistas donde fusionan el antiguo credo con el nuevo, con gran provecho de los que se han afiliado a ellas.
Pero la inmensa mayoría de los humanos, hoy, solo pueden consolarse de sus flaquezas y debilidades si el dios del dinero, a través de su esfuerzo, de su capacidad, del lucro lícito o ilícito, de la fortuna y el azar, les sonríe, y la mayoría de sus tribulaciones y desamparos están relacionados con la escasez de ese bien que, en nuestros días, ha sustituído las muletas celestiales de las que se han dotado, históricamente, todas las civlizaciones anteriores.
Como todas las cortes celestiales, el dinero tiene sus representantes sacerdotales entre nosotros, con su jerarquía y su estatus visible. Los custodios de esa sustancia sagrada, los banqueros, ocupan el primer puesto en esa jerarquía. Eso explica que los segundos, los políticos, hayan acudido en su ayuda cuando una perturbación que parece un cataclismo financiero universal, ha hecho temblar los cielos del nuevo Olimpo.
Hay una distancia jerárquica considerable entre los guardianes del tesoro universal, los banqueros, y los políticos. A los primeros no los elige el vulgo, sino que se designan entre ellos y no se mezclan con las jerarquías inferiores, ni con los políticos. Su poder puede llegar a ser vitalicio
Los políticos en cambio, son elegidos por el vulgo y su mandato es temporal. Aunque pueden ser reelegidos, rara vez el ejercicio de su poder se prolonga en el tiempo como en el caso de los banqueros. Muchos suelen olvidar que su mandato es temporal y revocable, y a veces se comportan como pequeños diosecillos de un parnaso creado por ellos mismos, como es el caso de Camps, Presidente de Heliópolis, entre otros, pero el tiempo se encarga de devolverlos a su sitio.
Luego están los Reyes Magos, pero ese es otro cuento.”
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 21-11-08.
“Es cierto que en Egipto se podía echar mano de un casting no menos numeroso, incluso mas imaginativo, donde eran frecuentes las representaciones de dioses medio humanos, medio animales, --aunque no se ha demostrado que la zoofilia fuera una costumbre extendida en el viejo imperio-- y donde la efigie del gato era considerada sagrada, por la gran cantidad de ratones que se comían el grano almacenado en los silos del faraón, pero a los hombres de la cultura helénica aquello les pillaba un poco lejos, porque entonces no había trenes de alta velocidad.
Unos cuantos desarrapados a los que el faraón expulsó y llegaron a Palestina exhaustos y hambrientos, como ahora alcanzan nuestras costas los inmigrantes en las pateras, fueron el origen de otra cultura que acabó por inventarse un nuevo sistema celestial, regido por un único patrón, lo que indica que aquellos exiliados expulsados de otras tierras, carecían de una cultura suficientemente sofisticada para elaborar parnasos y olimpos tan ricos y variados como los de Egipto y Grecia.
Durante dos mil años, aquel invento celestial tan sumamente modesto ha presidido las civilizaciones cristiana y musulmana, por medio de las grandes religiones monoteístas, hasta que, no hace mucho, la revolución industrial, el capitalismo financiero y la sociedad de consumo han alumbrado una nueva deidad, infinitamente mas influyente que todas las anteriores. El dinero.
Para sobrevivir, los sacerdotes que todavía se aferran al viejo paradigma, han hecho un pacto entre su dios celestial y el del dinero, y han fundado organizaciones proselitistas donde fusionan el antiguo credo con el nuevo, con gran provecho de los que se han afiliado a ellas.
Pero la inmensa mayoría de los humanos, hoy, solo pueden consolarse de sus flaquezas y debilidades si el dios del dinero, a través de su esfuerzo, de su capacidad, del lucro lícito o ilícito, de la fortuna y el azar, les sonríe, y la mayoría de sus tribulaciones y desamparos están relacionados con la escasez de ese bien que, en nuestros días, ha sustituído las muletas celestiales de las que se han dotado, históricamente, todas las civlizaciones anteriores.
Como todas las cortes celestiales, el dinero tiene sus representantes sacerdotales entre nosotros, con su jerarquía y su estatus visible. Los custodios de esa sustancia sagrada, los banqueros, ocupan el primer puesto en esa jerarquía. Eso explica que los segundos, los políticos, hayan acudido en su ayuda cuando una perturbación que parece un cataclismo financiero universal, ha hecho temblar los cielos del nuevo Olimpo.
Hay una distancia jerárquica considerable entre los guardianes del tesoro universal, los banqueros, y los políticos. A los primeros no los elige el vulgo, sino que se designan entre ellos y no se mezclan con las jerarquías inferiores, ni con los políticos. Su poder puede llegar a ser vitalicio
Los políticos en cambio, son elegidos por el vulgo y su mandato es temporal. Aunque pueden ser reelegidos, rara vez el ejercicio de su poder se prolonga en el tiempo como en el caso de los banqueros. Muchos suelen olvidar que su mandato es temporal y revocable, y a veces se comportan como pequeños diosecillos de un parnaso creado por ellos mismos, como es el caso de Camps, Presidente de Heliópolis, entre otros, pero el tiempo se encarga de devolverlos a su sitio.
Luego están los Reyes Magos, pero ese es otro cuento.”
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 21-11-08.
jueves, 20 de noviembre de 2008
ASUNTOS MARGINALES
He bajado al Maravillas y mientras tomaba café he sostenido una conversación –mas bien he escuchado-- con un representante de la comunidad romaní con el que coincido a veces en la barra del bar.
Esta persona se ha reunido hace dos días con el presidente Camps, en su condición de miembro de una comisión dedicada a los asuntos educativos y sociales que afectan a la comunidad a la que representa. No voy a revelar nada relativo a esa conversación, pero como me ha impresionado el profundo desengaño de este hombre, que ha dimitido de su cargo en la comisión, después de poner de relieve la ineficacia de los servicios sociales encargados de disminuir la marginalidad de las personas de su colectivo, me ha parecido conveniente hacer una reflexión sobre el tema.
Mi contertulio, el comisionado dimitido, no es un recién llegado, ni un advenedizo, parece una persona muy sólida, que lleva muchos años bregando por mejorar la condición de las personas que forman la minoría social a la que pertenece. Por tanto, en términos periodísticos, podemos calificarlo de una fuente fiable.
Afirma mi comunicante que, a pesar de los recursos humanos y materiales puestos por la administración en los barrios, el absentismo escolar crece en su comunidad, y que los trabajadores sociales que deberían estar en la calle y hacer visitas domiciliarias, se refugian en sus lugares de trabajo, haciendo tareas administrativas, y los programas establecidos para incorporar a los chicos a la escuela, no son operativos.
Se extiende después sobre la política de concentrar en determinados lugares a la población marginal, en lugar de dispersarla entre diferentes entornos urbanos como, al parecer, está haciendo el gobierno de Castilla La Mancha, con buenos resultados.
Pero lo mas escandaloso que he escuchado, es que las minorías marginales son una significativa fuente de ingresos para los gobiernos, a través de los fondos que se reciben de la Unión Europea que dispone de generosos programas para esa finalidad. Al parecer, eso genera unas estructuras burocráticas que se perpetúan, precisamente, por la existencia de marginalidad, sin la que perderían su razón de ser, y parece que es muy dificil romper ese círculo de rutinas e intereses y alcanzar la eficacia en los resultados que verdaderamente se necesitan para que cada euro recibido tenga su traducción en acciones efectivas directas y concretas, que reduzcan el absentismo escolar, el desempleo, y el riesgo de conductas antisociales que ese fracaso conlleva.
He hablado muchas veces con este hombre, casi siempre han sido conversaciones informales, pero nunca le había visto expresarse con un pesismismo tan profundo. Si los mediadores entre el gobierno y las comunidades minoritarias, tan necesarios para resolver los problemas de marginación, se ven obligados a dimitir de los órganos de enlace entre ambas partes implicadas, es que algo está funcionando rematadamente mal en las políticas sociales del partido popular en Heliópolis.
En los últimos tiempos, son muchos los signos que apuntan en esa dirección, en asuntos como la educación pública, el llamado bienestar social, que cada día mas se caracteriza por el malestar que provoca en la gente, en la atención a los dependientes, en quienes tienen que abandonar las residenciaas privadas, porque no pueden pagarlas, en quienes atienden a los que sufren trastornos mentales y tardan en ver atendidas sus necesidades, y ahora, por si fuera poco, en las minorías que siguen marginadas, a pesar de los recursos dedicados a ellas, al parecer de un modo ineficiente.
Ante esta realidad objetiva –solo una parte de la realidad, si, pero objetiva, real, existente--¿Cómo puede Camps mantener un discurso triunfalista y presumir de que este es el mejor de los mundos posibles? No puede, objetivamente, no puede. Pero lo hace. Es el viejo truco de siempre, distraer al personal con otras cuestiones, mas brillantes, visibles, espectaculares, y conseguir que miren hacia otro lado, hacia el lado que le asegura los votos.
La cuestión es, ¿Hasta cuándo podrá mantener esa ficción?
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 20-11-08.
Esta persona se ha reunido hace dos días con el presidente Camps, en su condición de miembro de una comisión dedicada a los asuntos educativos y sociales que afectan a la comunidad a la que representa. No voy a revelar nada relativo a esa conversación, pero como me ha impresionado el profundo desengaño de este hombre, que ha dimitido de su cargo en la comisión, después de poner de relieve la ineficacia de los servicios sociales encargados de disminuir la marginalidad de las personas de su colectivo, me ha parecido conveniente hacer una reflexión sobre el tema.
Mi contertulio, el comisionado dimitido, no es un recién llegado, ni un advenedizo, parece una persona muy sólida, que lleva muchos años bregando por mejorar la condición de las personas que forman la minoría social a la que pertenece. Por tanto, en términos periodísticos, podemos calificarlo de una fuente fiable.
Afirma mi comunicante que, a pesar de los recursos humanos y materiales puestos por la administración en los barrios, el absentismo escolar crece en su comunidad, y que los trabajadores sociales que deberían estar en la calle y hacer visitas domiciliarias, se refugian en sus lugares de trabajo, haciendo tareas administrativas, y los programas establecidos para incorporar a los chicos a la escuela, no son operativos.
Se extiende después sobre la política de concentrar en determinados lugares a la población marginal, en lugar de dispersarla entre diferentes entornos urbanos como, al parecer, está haciendo el gobierno de Castilla La Mancha, con buenos resultados.
Pero lo mas escandaloso que he escuchado, es que las minorías marginales son una significativa fuente de ingresos para los gobiernos, a través de los fondos que se reciben de la Unión Europea que dispone de generosos programas para esa finalidad. Al parecer, eso genera unas estructuras burocráticas que se perpetúan, precisamente, por la existencia de marginalidad, sin la que perderían su razón de ser, y parece que es muy dificil romper ese círculo de rutinas e intereses y alcanzar la eficacia en los resultados que verdaderamente se necesitan para que cada euro recibido tenga su traducción en acciones efectivas directas y concretas, que reduzcan el absentismo escolar, el desempleo, y el riesgo de conductas antisociales que ese fracaso conlleva.
He hablado muchas veces con este hombre, casi siempre han sido conversaciones informales, pero nunca le había visto expresarse con un pesismismo tan profundo. Si los mediadores entre el gobierno y las comunidades minoritarias, tan necesarios para resolver los problemas de marginación, se ven obligados a dimitir de los órganos de enlace entre ambas partes implicadas, es que algo está funcionando rematadamente mal en las políticas sociales del partido popular en Heliópolis.
En los últimos tiempos, son muchos los signos que apuntan en esa dirección, en asuntos como la educación pública, el llamado bienestar social, que cada día mas se caracteriza por el malestar que provoca en la gente, en la atención a los dependientes, en quienes tienen que abandonar las residenciaas privadas, porque no pueden pagarlas, en quienes atienden a los que sufren trastornos mentales y tardan en ver atendidas sus necesidades, y ahora, por si fuera poco, en las minorías que siguen marginadas, a pesar de los recursos dedicados a ellas, al parecer de un modo ineficiente.
Ante esta realidad objetiva –solo una parte de la realidad, si, pero objetiva, real, existente--¿Cómo puede Camps mantener un discurso triunfalista y presumir de que este es el mejor de los mundos posibles? No puede, objetivamente, no puede. Pero lo hace. Es el viejo truco de siempre, distraer al personal con otras cuestiones, mas brillantes, visibles, espectaculares, y conseguir que miren hacia otro lado, hacia el lado que le asegura los votos.
La cuestión es, ¿Hasta cuándo podrá mantener esa ficción?
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 20-11-08.
miércoles, 19 de noviembre de 2008
AVISOS Y ESPANTADAS
Mi asesor informático me ha sugerido un cambio en la presentación de los textos del blog que, como ya habreis visto, he aceptado. Se trata de que aparezca una ventana con una parte del texto, y al pie, la opción LEER MAS para acceder al texto completo de la entrada. Esa innovación permite una visión panorámica de las entradas, antes de decantarse por su lectura completa, si es el caso.
Ese cambio se ha aplicado a las entradas de Noviembre mas recientes y a las sucesivas que se vayan añadiendo. Las anteriores quedan, por ahora, con el formato antiguo.
Espero que esta nueva modalidad en la presentación de los textos del blog sea de vuestro agrado.
En cualquier caso, podeis dirigir vuestros comentarios, en el sentido que sea, a la dirección de correo electrónico del blog. Gracias.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 19-11-08.
Ese cambio se ha aplicado a las entradas de Noviembre mas recientes y a las sucesivas que se vayan añadiendo. Las anteriores quedan, por ahora, con el formato antiguo.
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DESPUES DE PRAGA
“El timbre del despertador sonó a las ocho de la mañana, rompiendo el silencio del caserón de Ciutat Vella. Pau abrió los ojos, extendió los brazos, salió de la cama medio dormido, tropezó un par de veces y se metió en la ducha.
El agua de la ducha lo despejó del todo. Mientras se enjuagaba la boca, el espejo del baño le devolvió la imagen de un hombre con marcados signos de la edad en su aspecto físico. Por el ventanuco se veía resbalar un sol tibio desde las terrazas colindantes, que no llegaba a las estrechas y oscuras calles. Esa limpia luminosidad le hizo alegrarse de estar vivo.”
Esperaba cumplir pronto los sesenta y tres. Recordó la frase de Peregrina, cuando se representó la Dama del Alba en el teatro y el trabajaba allí de tramoyista, contestando a un anciano que le decía su edad. --Esos años, ya no los tienes, porque ya los has vivido. Los que te quedan, no sabes cuantos son. Yo si.
El caserón de Ciutat Vella, en la calle de Burguerins, al lado de la plaza de la Compañía, comenzó a ser habitado por Pau a principios de los setenta, cuando lo dejó su amigo Juan, que abandonó la oficina del teatro para emigrar a Francia y hacerse cargo de la contaduría de un negocio de frutas en el mercado de Orlí. Nunca regresó.
Desde entonces, Pau vivió allí, con la única compañía de la extensa biblioteca que dejó Juan al marcharse, y de los discretos fantasmas literarios que la poblaban, que nunca se hacían notar antes de que cayeran las suaves noches sobre el barrio de Velluters.
Nunca había hecho reparaciones en el vetusto inmueble, ni pensaba hacerlas. No le molestaba el grado de decadencia de aquella arquitectura viejísima. La textura de sus muros, sus desconchados y marcas que evidenciaban el paso de los siglos, le parecían medallas al mérito arquitectónico por haber sobrevivido a tantos avatares.
Pau salió del baño con el albornoz puesto. Se asomó a la ventana que daba a la estrecha calle. No llovía y el tímido sol de la mañana parecía afianzarse. Se puso sus pantalones de pana viejos, una camisa de manga larga, se calzó los mocasines, cogió una chaqueta ligera y bajó a la calle.
Pasó por la calle de los Derechos, salió a Santa Catalina, rebasó la Plaza de la Reina y siguió hacia el río viejo, por Serranos. Antes de llegar a las Torres, se metió por la última calle a la izquierda y se detuvo frente al restaurante El Forcall. --Buenos días, venía a recoger mi cartera.
--Su cartera. ¿Que cartera?
--Me llamó usted, anoche, para que viniera a recogerla. Al parecer, la olvidé aquí, cuando cené con un amigo.
--No. Nosotros no le hemos llamado. No tenemos costumbre. Si encontramoa algún objeto olvidado, se lo damos a la cajera, hasta que lo reclaman. No es el caso.¿ No la habrá olvidado usted en otro sitio?
--La verdad es que no supe que la había perdido hasta que me avisaron por teléfono.
--Nosotros no hemos sido. ¿La ha buscado usted bien?
Pau se llevó la mano al bolsillo trasero del pantalón y enseguida notó el bulto del billetero. Tartamudeó un poco, pidió disculpas y se fue. Se detuvo en la acera. Sacó la cartera. La abrió. No faltaba ni sobraba nada Tampoco había ninguna tarjeta amarilla barrada de negro que, sin saber porqué, había pensado encontrar en ella. Guardó la billetera y se dirigió al San Pío V. Pensó que dejar morir dos horas allí le sentaría bien...”
(Fragmento de “Después de Praga”, libro inacabado, sobre fantasmas literarios y un Congreso en Nottingham. Texto revisado en 2008)
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 19-11-08.
El agua de la ducha lo despejó del todo. Mientras se enjuagaba la boca, el espejo del baño le devolvió la imagen de un hombre con marcados signos de la edad en su aspecto físico. Por el ventanuco se veía resbalar un sol tibio desde las terrazas colindantes, que no llegaba a las estrechas y oscuras calles. Esa limpia luminosidad le hizo alegrarse de estar vivo.”
Esperaba cumplir pronto los sesenta y tres. Recordó la frase de Peregrina, cuando se representó la Dama del Alba en el teatro y el trabajaba allí de tramoyista, contestando a un anciano que le decía su edad. --Esos años, ya no los tienes, porque ya los has vivido. Los que te quedan, no sabes cuantos son. Yo si.
El caserón de Ciutat Vella, en la calle de Burguerins, al lado de la plaza de la Compañía, comenzó a ser habitado por Pau a principios de los setenta, cuando lo dejó su amigo Juan, que abandonó la oficina del teatro para emigrar a Francia y hacerse cargo de la contaduría de un negocio de frutas en el mercado de Orlí. Nunca regresó.
Desde entonces, Pau vivió allí, con la única compañía de la extensa biblioteca que dejó Juan al marcharse, y de los discretos fantasmas literarios que la poblaban, que nunca se hacían notar antes de que cayeran las suaves noches sobre el barrio de Velluters.
Nunca había hecho reparaciones en el vetusto inmueble, ni pensaba hacerlas. No le molestaba el grado de decadencia de aquella arquitectura viejísima. La textura de sus muros, sus desconchados y marcas que evidenciaban el paso de los siglos, le parecían medallas al mérito arquitectónico por haber sobrevivido a tantos avatares.
Pau salió del baño con el albornoz puesto. Se asomó a la ventana que daba a la estrecha calle. No llovía y el tímido sol de la mañana parecía afianzarse. Se puso sus pantalones de pana viejos, una camisa de manga larga, se calzó los mocasines, cogió una chaqueta ligera y bajó a la calle.
Pasó por la calle de los Derechos, salió a Santa Catalina, rebasó la Plaza de la Reina y siguió hacia el río viejo, por Serranos. Antes de llegar a las Torres, se metió por la última calle a la izquierda y se detuvo frente al restaurante El Forcall. --Buenos días, venía a recoger mi cartera.
--Su cartera. ¿Que cartera?
--Me llamó usted, anoche, para que viniera a recogerla. Al parecer, la olvidé aquí, cuando cené con un amigo.
--No. Nosotros no le hemos llamado. No tenemos costumbre. Si encontramoa algún objeto olvidado, se lo damos a la cajera, hasta que lo reclaman. No es el caso.¿ No la habrá olvidado usted en otro sitio?
--La verdad es que no supe que la había perdido hasta que me avisaron por teléfono.
--Nosotros no hemos sido. ¿La ha buscado usted bien?
Pau se llevó la mano al bolsillo trasero del pantalón y enseguida notó el bulto del billetero. Tartamudeó un poco, pidió disculpas y se fue. Se detuvo en la acera. Sacó la cartera. La abrió. No faltaba ni sobraba nada Tampoco había ninguna tarjeta amarilla barrada de negro que, sin saber porqué, había pensado encontrar en ella. Guardó la billetera y se dirigió al San Pío V. Pensó que dejar morir dos horas allí le sentaría bien...”
(Fragmento de “Después de Praga”, libro inacabado, sobre fantasmas literarios y un Congreso en Nottingham. Texto revisado en 2008)
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 19-11-08.
martes, 18 de noviembre de 2008
CONTRADICCIONES
Somos la leche. Generaciones enteras rechazando el sistema capitalista, citando a Noam Chomsky y a Gore Vidal entre copas de vino blanco y ahora, al primer síntoma de autodemolición del sistema, todos clamamos para que se arregle la grieta, no vaya a ser que se caiga de verdad y eso afecte a nuestro bienestar -–a quien lo disfrute-- y a las veladas de vino y rosas que se celebraban a su sombra.
Esas actitudes confirman lo que siempre he sostenido, que el hombre es un animal contradictorio y los santos varones que escapan a esa debilidad, están en los monasterios, y han conseguido hacer de su pensamiento y de los actos de su vida un todo consecuente mediante la meditación y el aíslamiento. Los demás, que se le va a hacer, somos contradictorios.
Es lo que dijo Sofía, "Estos republicanos que claman contra la tradición dinástica de la monarquía, cuando heredan un inmueble no se aplican el mismo rasero.." (algo así). Muy puesta en razón la aguda observación de Sofía, pero, ay!, también sujeta a contradicción, porque un país no es una finca, y la tradición monárquica ha tendido a confundir ambas cosas demasiadas veces a lo largo de su historia.
Me parece mas escandaloso y contradictorio el clamor de los empresarios, voceros de patronales de todos los sectores, que hasta hace nada defendían con un ardor militante las tesis neoliberales y el libre mercado, y ahora han desempolvado los textos colectivistas de Marx y el recurso al Estado para que les arregle la cuenta de resultados, porque una cosa es la retórica y otra el bolsillo.
Aunque, en el fondo, no hay ninguna contradicción en el hecho de que los ricos quieran que el conjunto de la población pague los fallos del mercado, mientras que cuando este ha funcionado
a su satisfacción, se han embolsado los beneficios. Ellos siempre han procedido del mismo modo, por lo que, al menos en términos históricos, se comportan igual que siempre.
Recuerden cuando el mercado de este país era un espacio autárquico e intervenido, donde casi todas las operaciones estaban sujetas a la autorización del Estado autoritario omnipresente. Entonces se creaban empresas públicas, casi todas desastrosas, con cargo a los presupuestos públicos, para que las privadas chuparan de las públicas por medio de contratas y subcontratas y de ese modo, como ahora se reclama, el dinero público pasara a manos privadas.
¿Se han parado a pensar porqué los ricos consienten en pagar impuestos? Solo porque los recuperan con creces y porque lo que se recauda de los pobres, mucho mas numerosos, es, considerada en su totalidad, una suma enorme, a la que le pueden hincar el diente y hacerse mas ricos todavía.
Toda la retórica sobre el carácter social de la redistribución de los sistemas fiscales, es desmentida cada día por la circulación permanente de dinero público, a favor de las arcas privadas de los ricos. Lo que estamos viendo ahora, no es mas que un episodio de una práctica
habitual, consustancial a todas las economías, aunque atenuada en los países que tradicionalmente hacen un uso mas social de los recursos públicos, como es el caso de las democracias escandinavas.
Ya se que suena conservador, pero parece que la jodienda no tiene enmienda. Cambian las formas, pero aquello que los barbudos de los sesenta llamaban las contradicciones del sistema no son, en el fondo, contradicciones, sino el modo natural en el que operan el cinismo y el dinero, un binomio siempre presente en cualquier país desarrollado, desde que el capitalismo se convirtió en una forma económica y cultural extendida.
Bien, pues a pesar del enorme cuerpo doctrinal crítico que han elaborado los intelectuales de izquierda en los últimos setenta años, y de las posturas estéticas anti sistema que las modas han hecho aflorar en diferentes décadas, ha bastado que un seísmo de poca intensidad haya dejado una grieta visible en los muros del sistema financiero, para que, unos, los neoliberales, redescubran las bondades del Estado, mientras que otros, los antiguos anti sistema, se apresuren a demandar medidas para que se apuntale, en lugar de reunirse en Cibeles, provistos de botellas de cava, para celebrar lo que durante tanto tiempo han esperado.
Contradicciones. Solo están libres de ellas los santos varones que están en los monasterios y llevan una vida congruente con su pensamiento.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 18-11-08.
Esas actitudes confirman lo que siempre he sostenido, que el hombre es un animal contradictorio y los santos varones que escapan a esa debilidad, están en los monasterios, y han conseguido hacer de su pensamiento y de los actos de su vida un todo consecuente mediante la meditación y el aíslamiento. Los demás, que se le va a hacer, somos contradictorios.
Es lo que dijo Sofía, "Estos republicanos que claman contra la tradición dinástica de la monarquía, cuando heredan un inmueble no se aplican el mismo rasero.." (algo así). Muy puesta en razón la aguda observación de Sofía, pero, ay!, también sujeta a contradicción, porque un país no es una finca, y la tradición monárquica ha tendido a confundir ambas cosas demasiadas veces a lo largo de su historia.
Me parece mas escandaloso y contradictorio el clamor de los empresarios, voceros de patronales de todos los sectores, que hasta hace nada defendían con un ardor militante las tesis neoliberales y el libre mercado, y ahora han desempolvado los textos colectivistas de Marx y el recurso al Estado para que les arregle la cuenta de resultados, porque una cosa es la retórica y otra el bolsillo.
Aunque, en el fondo, no hay ninguna contradicción en el hecho de que los ricos quieran que el conjunto de la población pague los fallos del mercado, mientras que cuando este ha funcionado
a su satisfacción, se han embolsado los beneficios. Ellos siempre han procedido del mismo modo, por lo que, al menos en términos históricos, se comportan igual que siempre.
Recuerden cuando el mercado de este país era un espacio autárquico e intervenido, donde casi todas las operaciones estaban sujetas a la autorización del Estado autoritario omnipresente. Entonces se creaban empresas públicas, casi todas desastrosas, con cargo a los presupuestos públicos, para que las privadas chuparan de las públicas por medio de contratas y subcontratas y de ese modo, como ahora se reclama, el dinero público pasara a manos privadas.
¿Se han parado a pensar porqué los ricos consienten en pagar impuestos? Solo porque los recuperan con creces y porque lo que se recauda de los pobres, mucho mas numerosos, es, considerada en su totalidad, una suma enorme, a la que le pueden hincar el diente y hacerse mas ricos todavía.
Toda la retórica sobre el carácter social de la redistribución de los sistemas fiscales, es desmentida cada día por la circulación permanente de dinero público, a favor de las arcas privadas de los ricos. Lo que estamos viendo ahora, no es mas que un episodio de una práctica
habitual, consustancial a todas las economías, aunque atenuada en los países que tradicionalmente hacen un uso mas social de los recursos públicos, como es el caso de las democracias escandinavas.
Ya se que suena conservador, pero parece que la jodienda no tiene enmienda. Cambian las formas, pero aquello que los barbudos de los sesenta llamaban las contradicciones del sistema no son, en el fondo, contradicciones, sino el modo natural en el que operan el cinismo y el dinero, un binomio siempre presente en cualquier país desarrollado, desde que el capitalismo se convirtió en una forma económica y cultural extendida.
Bien, pues a pesar del enorme cuerpo doctrinal crítico que han elaborado los intelectuales de izquierda en los últimos setenta años, y de las posturas estéticas anti sistema que las modas han hecho aflorar en diferentes décadas, ha bastado que un seísmo de poca intensidad haya dejado una grieta visible en los muros del sistema financiero, para que, unos, los neoliberales, redescubran las bondades del Estado, mientras que otros, los antiguos anti sistema, se apresuren a demandar medidas para que se apuntale, en lugar de reunirse en Cibeles, provistos de botellas de cava, para celebrar lo que durante tanto tiempo han esperado.
Contradicciones. Solo están libres de ellas los santos varones que están en los monasterios y llevan una vida congruente con su pensamiento.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 18-11-08.
sábado, 15 de noviembre de 2008
RELEVO GENERACIONAL
He bajado al Maravillas y Tony se ha quejado de que tenía el bar lleno, pero estaba con los brazos cruzados.
--Míralos. Antes esto estaba lleno de viejos, ahora son los jóvenes los que ocupan las mesas y se pasan las horas jugando al dominó, pero como no tienen un euro y no consumen, me van a llevar a la ruína. Claro, como no tienen trabajo.
Los medios de comunicación aluden todos los días a los expedientes de regulación de empleo de las compañías del sector del automóvil, y de otros sectores, que contribuyen con millares de despidos al aumento del desempleo. Los gabinetes de estudio de sindicatos y patronales comunican sus proyecciones sobre los niveles de desempleo que se esperan para el año próximo, pero pocos aluden a los cientos de miles de jóvenes, que no han trabajado nunca, y cuyo acceso al mundo laboral se ha visto truncado por la inoportuna aparición de la recesión económica, justo cuando ellos estaban culminando su formación para incorporarse al relevo generacional que todo sistema productivo demanda.
Las cifras de desempleo que registra el Inem se refieren a quienes, habiendo trabajado antes, pierden su empleo, pero, si no estoy equivocado, no incluyen a quienes aún no han accedido a su primer empleo.
Si ya es un trauma que cuando alguien ha establecido una familia, ha comprado una casa, un coche, ha comenzado a organizar su vida, de súbito le azote el latigazo del desempleo, no parece menos frustrante, después de haber dedicado tres cuartas partes de tu vida joven a la formación, bien sea en primaria y secundaria, o profesional, universitaria y de posgrado, encontrarse con un mercado de trabajo en franca recesión, que, además de desprenderse de sus trabajadores activos, carece de capacidad para ofrecer su sitio a los nuevos.
No todos los que están en esta situación se dedican a jugar al dominó, claro, la mayoría ocuparán su tiempo en la formación complementaria, hasta que la plaga escampe, con lo que, probablemente, se convertirán en la generación mas preparada para cuando les llegue el momento del relevo, como al parecer le sucederá al príncipe Carlos de Inglaterra quien, si alguna vez llega a reinar, será el monarca más preparado de la historia, si ha dedicado parte de su larga espera a la formación, además de a la caza del zorro.
Si sumamos a los millones de personas que viven en el entorno estadístico de la pobreza, los indigentes, los parados y los jóvenes en busca de su primer empleo, no es de extrañar que el consumo interior se desplome hasta la recesión.
Es patético que, mientras tanto, en la cumbre del G no se qué, escuchemos a Bush hacer una encendida defensa de la libertad de mercado, y aún lo es mas, oír a su turiferario, Aznar, alabar su gestión. ¿Que libertad, la de Bush, sus amigos y conocidos para desplumarnos a todos? ¿Que mercado? ¿El de trueque, como en la edad media, al que podríamos llegar en ausencia de intervenciones masivas, decididas y urgentes, que no a van salir, de momento, de la reunión de Washington?
En una situación como la actual, que tiene semejanzas con la gran crisis de 1.929, está fuera de lugar el conservadurismo económico de Solbes, aquello de dejar que el sistema se arregle solo, que se purgue de los excesos cometidos, limitando las intervenciones a un nivel que se puede calificar de cosmético.
Antes o después, aquellos Estados que tienen un nivel de deuda relativamente bajo,como España, se verán obligados a tirar del déficit para intervenir masiva y operativamente en sus economías, procurando hacerlo de tal modo que ni la burocracia ni el exceso de intervencionismo en los procedimientos, reste eficacia a sus medidas, ni dinamismo a la circulación financiera necesaria para recuperar una cierta estabilidad económica. Cuanto mas tarden en hacerlo, mas recursos deberán dedicar a esos objetivos, peor será la salud de la economía, mas costosa y dilatada en el tiempo será su recuperación.
Cuanto menos tarden los médicos reunidos en consulta en Washington en acordar diagnósticos y tratamientos, y en implementarlos a pié de cama, el ejército de jóvenes demandantes del primer empleo, dispuestos a acudir al relevo generacional que les corresponde, se lo agradecerán, y, si no lo hacen, se lo demandarán, en forma de protestas y disturbios. El tiempo, ahora, es crucial, si lo dejamos transcurrir demasiado sin tomar las medidas adecuadas, que no nos sorprenda luego lo abultado de la factura.
Me ha salido una cosa demasiado expresionista, de brochazos gordos. En fin.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 15-11-08.
--Míralos. Antes esto estaba lleno de viejos, ahora son los jóvenes los que ocupan las mesas y se pasan las horas jugando al dominó, pero como no tienen un euro y no consumen, me van a llevar a la ruína. Claro, como no tienen trabajo.
Los medios de comunicación aluden todos los días a los expedientes de regulación de empleo de las compañías del sector del automóvil, y de otros sectores, que contribuyen con millares de despidos al aumento del desempleo. Los gabinetes de estudio de sindicatos y patronales comunican sus proyecciones sobre los niveles de desempleo que se esperan para el año próximo, pero pocos aluden a los cientos de miles de jóvenes, que no han trabajado nunca, y cuyo acceso al mundo laboral se ha visto truncado por la inoportuna aparición de la recesión económica, justo cuando ellos estaban culminando su formación para incorporarse al relevo generacional que todo sistema productivo demanda.
Las cifras de desempleo que registra el Inem se refieren a quienes, habiendo trabajado antes, pierden su empleo, pero, si no estoy equivocado, no incluyen a quienes aún no han accedido a su primer empleo.
Si ya es un trauma que cuando alguien ha establecido una familia, ha comprado una casa, un coche, ha comenzado a organizar su vida, de súbito le azote el latigazo del desempleo, no parece menos frustrante, después de haber dedicado tres cuartas partes de tu vida joven a la formación, bien sea en primaria y secundaria, o profesional, universitaria y de posgrado, encontrarse con un mercado de trabajo en franca recesión, que, además de desprenderse de sus trabajadores activos, carece de capacidad para ofrecer su sitio a los nuevos.
No todos los que están en esta situación se dedican a jugar al dominó, claro, la mayoría ocuparán su tiempo en la formación complementaria, hasta que la plaga escampe, con lo que, probablemente, se convertirán en la generación mas preparada para cuando les llegue el momento del relevo, como al parecer le sucederá al príncipe Carlos de Inglaterra quien, si alguna vez llega a reinar, será el monarca más preparado de la historia, si ha dedicado parte de su larga espera a la formación, además de a la caza del zorro.
Si sumamos a los millones de personas que viven en el entorno estadístico de la pobreza, los indigentes, los parados y los jóvenes en busca de su primer empleo, no es de extrañar que el consumo interior se desplome hasta la recesión.
Es patético que, mientras tanto, en la cumbre del G no se qué, escuchemos a Bush hacer una encendida defensa de la libertad de mercado, y aún lo es mas, oír a su turiferario, Aznar, alabar su gestión. ¿Que libertad, la de Bush, sus amigos y conocidos para desplumarnos a todos? ¿Que mercado? ¿El de trueque, como en la edad media, al que podríamos llegar en ausencia de intervenciones masivas, decididas y urgentes, que no a van salir, de momento, de la reunión de Washington?
En una situación como la actual, que tiene semejanzas con la gran crisis de 1.929, está fuera de lugar el conservadurismo económico de Solbes, aquello de dejar que el sistema se arregle solo, que se purgue de los excesos cometidos, limitando las intervenciones a un nivel que se puede calificar de cosmético.
Antes o después, aquellos Estados que tienen un nivel de deuda relativamente bajo,como España, se verán obligados a tirar del déficit para intervenir masiva y operativamente en sus economías, procurando hacerlo de tal modo que ni la burocracia ni el exceso de intervencionismo en los procedimientos, reste eficacia a sus medidas, ni dinamismo a la circulación financiera necesaria para recuperar una cierta estabilidad económica. Cuanto mas tarden en hacerlo, mas recursos deberán dedicar a esos objetivos, peor será la salud de la economía, mas costosa y dilatada en el tiempo será su recuperación.
Cuanto menos tarden los médicos reunidos en consulta en Washington en acordar diagnósticos y tratamientos, y en implementarlos a pié de cama, el ejército de jóvenes demandantes del primer empleo, dispuestos a acudir al relevo generacional que les corresponde, se lo agradecerán, y, si no lo hacen, se lo demandarán, en forma de protestas y disturbios. El tiempo, ahora, es crucial, si lo dejamos transcurrir demasiado sin tomar las medidas adecuadas, que no nos sorprenda luego lo abultado de la factura.
Me ha salido una cosa demasiado expresionista, de brochazos gordos. En fin.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 15-11-08.
jueves, 13 de noviembre de 2008
LA LOCURA EN HELIÓPOLIS
La locura en Heliópolis. No me refiero, únicamente, con esta expresión, a la sucesión trepidante de realizaciones arquitectónicas de prestigio, –las últimas ha habido que meterlas con calzador, porque ya no caben mas-- ya saben, la ciudad de las artes, donde no se hace arte, y de las ciencias, donde no se practican las ciencias, un parque temático, en definitiva, ni al tropel de acontecimientos como los festivales aéreos, la Fúrmula 1, la Copa del América, el concierto de Madonna y tantos otros, que están muy bien, y han conseguido que las imagénes de la ciudad sean vistas en todo el mundo, aunque quienes las han visto no sepan muy bien donde está.
Esa locura inversora y gastadora ha marcado la ejecutoria del partido popular, en un esfuerzo sin precedentes por proyectar la imagen de la ciudad en el exterior, pero a qué precio. Probablemente, los futuros habitantes de Heliópolis aprecien mejor todas esas realizaciones, porque ellos no habrán sufrido las consecuencias colaterales de esa megalomanía, ridiculizada por Mariscal en su reciente visita al Ayuntamiento, frente a una concejala poco avisada, que no sabía lo que se le venía encima.
Una de esas consecuencias, quizás de las mas dramáticas, es que, como los populares se han gastado todo el dinero de la ciudad y del gobierno autonómico, el que tenían, y el que no tenían, en sus locuras megalómanas, carecen, no solo de los fondos necesarios destinados a aplicar la Ley de Dependencia, sino del millón de Euros de la subvención a las asociaciones que se encargan de la asistencia extra hospitalaria de un millar de personas con trastornos graves que han abandonado las unidades hospitalarias de agudos, y ahora necesitan de apoyo domiciliario para una transición del internamiento a un cierto grado de normalidad.
Hace varios decenios, los psiquiatras abandonaron el término locura para referirse a sus pacientes, no solo por sus connotaciones denigrantes, sino porque era de poca utilidad para nombrar una variedad de trastornos, con diversas etiologías y efectos en la conducta, que requerían distintos tratamientos y que ocasionaban diferentes grados de incapacidad en quienes los sufrían.
Fue entonces cuando se decidió cerrar los manicomios, porque se demostró que los internamientos prolongados no sanaban al paciente, sino que, en general, agravaban su estado y los convertían en enfermos de por vida, incurables, y se decidió que deberían ser tratados en el seno de la sociedad, pero esa medida, verdaderamente revolucionaria, debía ir acompañada de cuantiosas inversiones sanitarias en sistemas de atención extra-hospitalaria, domiciliaria, porque no se podía dejar a quienes sufrían esos trastornos sin la adecuada atención que garantizara que seguían el tratamiento que requería cada caso, y sin la supervisión adecuada a su estado. Ningún gobierno, desde entonces, destinó recursos suficientes a esa necesidad.
Es en ese contexto que se debe valorar la falta de ayuda financiera de la sanidad autonómica a quienes se ocupan de ese seguimiento y atención. Las inversiones de prestigio están muy bien, pero no cuando esquilman los recursos hasta tal punto, que las necesidades permanentes de la población en asuntos tan sensibles como la dependencia y la salud mental, queden desasistidas.
No es lo mismo, ser sufridor de un trastorno mental en Navarra, que pasa por tener la mejores prestaciones y atenciones socio sanitarias del país, que en Heliópolis. Aquí estamos llegando a un punto que nos devuelve a la situación a la que puso solución el Padre Jofré, compadecido de encontrar a los locos tirados en la calle, sujetos a la burla y el escarnio de todos, fundando el primer sanatorio manicomial de Europa. Antes de eso, los locos estaban en la calle, tirados en cualquier sitio, sin que nadie les prestara la menor ayuda o atención.
Los sufrientes de trastornos mentales, deben estar, no encerrados, ningún psiquiatra defiende eso ya, sino, salvo que se requiera su estancia temporal en unidades hospitalarias, en su casa, en los centros de día, cuidados, atendidos, supervisados, pero la política del partido popular en Heliópolis, los devuelve a los tiempos anteriores al Padre Jofré.
Solo por eso, la política de pan y circo de los populares en Heliópolis, debería ser reprobada por los ciudadanos, por los excesos de sus locuras megalómanas y su falta de atención a los que sufren.
Si yo fuera el presidente del Consell, o Conseller de Sanidad, ahora mismo, estaría absolutamente avergonzado de esa actitud. Como no lo soy, solo puedo sentir vergüenza ajena. Por cierto, no escucho la voz de la Iglesia, la de García Gasco, manifestarse en un tema tan sensible como este. En esto también hemos vuelto a los tiempos anteriores al Padre Jofré.
En fin. La locura, en Heliópolis.
P.S. Apenas veinticuatro horas después de que los medios denunciaran esta barbaridad, parece que alguien de la Consellería de Sanidad ha salido a declarar que pagará esa subvención "lo antes posible", lo que parece indicar que, en ausencia de presiones y denuncias, no habrían sido tan diligentes. Menos mal que los propios interesados salieron a la calle, y han tenido eco en la prensa, porque si no, estaban listos.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 13-11-08.
Esa locura inversora y gastadora ha marcado la ejecutoria del partido popular, en un esfuerzo sin precedentes por proyectar la imagen de la ciudad en el exterior, pero a qué precio. Probablemente, los futuros habitantes de Heliópolis aprecien mejor todas esas realizaciones, porque ellos no habrán sufrido las consecuencias colaterales de esa megalomanía, ridiculizada por Mariscal en su reciente visita al Ayuntamiento, frente a una concejala poco avisada, que no sabía lo que se le venía encima.
Una de esas consecuencias, quizás de las mas dramáticas, es que, como los populares se han gastado todo el dinero de la ciudad y del gobierno autonómico, el que tenían, y el que no tenían, en sus locuras megalómanas, carecen, no solo de los fondos necesarios destinados a aplicar la Ley de Dependencia, sino del millón de Euros de la subvención a las asociaciones que se encargan de la asistencia extra hospitalaria de un millar de personas con trastornos graves que han abandonado las unidades hospitalarias de agudos, y ahora necesitan de apoyo domiciliario para una transición del internamiento a un cierto grado de normalidad.
Hace varios decenios, los psiquiatras abandonaron el término locura para referirse a sus pacientes, no solo por sus connotaciones denigrantes, sino porque era de poca utilidad para nombrar una variedad de trastornos, con diversas etiologías y efectos en la conducta, que requerían distintos tratamientos y que ocasionaban diferentes grados de incapacidad en quienes los sufrían.
Fue entonces cuando se decidió cerrar los manicomios, porque se demostró que los internamientos prolongados no sanaban al paciente, sino que, en general, agravaban su estado y los convertían en enfermos de por vida, incurables, y se decidió que deberían ser tratados en el seno de la sociedad, pero esa medida, verdaderamente revolucionaria, debía ir acompañada de cuantiosas inversiones sanitarias en sistemas de atención extra-hospitalaria, domiciliaria, porque no se podía dejar a quienes sufrían esos trastornos sin la adecuada atención que garantizara que seguían el tratamiento que requería cada caso, y sin la supervisión adecuada a su estado. Ningún gobierno, desde entonces, destinó recursos suficientes a esa necesidad.
Es en ese contexto que se debe valorar la falta de ayuda financiera de la sanidad autonómica a quienes se ocupan de ese seguimiento y atención. Las inversiones de prestigio están muy bien, pero no cuando esquilman los recursos hasta tal punto, que las necesidades permanentes de la población en asuntos tan sensibles como la dependencia y la salud mental, queden desasistidas.
No es lo mismo, ser sufridor de un trastorno mental en Navarra, que pasa por tener la mejores prestaciones y atenciones socio sanitarias del país, que en Heliópolis. Aquí estamos llegando a un punto que nos devuelve a la situación a la que puso solución el Padre Jofré, compadecido de encontrar a los locos tirados en la calle, sujetos a la burla y el escarnio de todos, fundando el primer sanatorio manicomial de Europa. Antes de eso, los locos estaban en la calle, tirados en cualquier sitio, sin que nadie les prestara la menor ayuda o atención.
Los sufrientes de trastornos mentales, deben estar, no encerrados, ningún psiquiatra defiende eso ya, sino, salvo que se requiera su estancia temporal en unidades hospitalarias, en su casa, en los centros de día, cuidados, atendidos, supervisados, pero la política del partido popular en Heliópolis, los devuelve a los tiempos anteriores al Padre Jofré.
Solo por eso, la política de pan y circo de los populares en Heliópolis, debería ser reprobada por los ciudadanos, por los excesos de sus locuras megalómanas y su falta de atención a los que sufren.
Si yo fuera el presidente del Consell, o Conseller de Sanidad, ahora mismo, estaría absolutamente avergonzado de esa actitud. Como no lo soy, solo puedo sentir vergüenza ajena. Por cierto, no escucho la voz de la Iglesia, la de García Gasco, manifestarse en un tema tan sensible como este. En esto también hemos vuelto a los tiempos anteriores al Padre Jofré.
En fin. La locura, en Heliópolis.
P.S. Apenas veinticuatro horas después de que los medios denunciaran esta barbaridad, parece que alguien de la Consellería de Sanidad ha salido a declarar que pagará esa subvención "lo antes posible", lo que parece indicar que, en ausencia de presiones y denuncias, no habrían sido tan diligentes. Menos mal que los propios interesados salieron a la calle, y han tenido eco en la prensa, porque si no, estaban listos.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 13-11-08.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
NOBLEZA
El entrañable diario de mi pueblo informa hoy de una sentencia del Tribunal Supremo, que debe ratificar el Borbón con su firma, por la que se restituye a Soledad Ruíz de Lihory el título de Baronesa de Alcalalí, que su familia ostentó desde 1.766 hasta 1.962, año en el que renunciaron a el, sin que nos aclaren como ni porqué, y que en 1.966 fue a parar a la familia Manglano, situación que ahora ha revertido el Supremo.
La nobleza es, además de un atributo del carácter que, cuando va acompañado de hechos notables, se aproxima a la excelencia, una nómina que agrupa a los descendientes que heredaron esa calificación de sus ancestros, que algo harían para merecerla, unos por fidelidad al rey, otros por contribuir a acuchillarlo y obtener así prebendas de su sucesor.
Al parecer, en los años mas crudos del hambre, un número indeterminado de nobles vendieron el derecho a usar su título de nobleza en las etiquetas de vino, de modo que los interesados en la heráldica no necesitan acudir al Archivo del Reino para satisfacer su curiosidad histórica, sino que les basta con situarse frente a los anaqueles del vino de cualquier centro comercial.
Allí encontrarán una fabulosa colección de emblemas, escudos y titulos nobiliarios en las etiquetas, aunque para poder hacer su trabajo deberán expurgar, primero, aquellas botellas que por la doble condición de bodegueros y nobles de quienes las elaboran, no ofrecen dudas sobre su autenticidad, de las que exhiben nombres de marquesados y baronías, porque las compañías que las comercializan compraron ese derecho, y finalmente, desechar las numerosas botellas que circulan por ahí con nombres inventados que ofrecen la sonoridad de los títulos de rancio abolengo, pero no aparecen registrados en la nómina oficial que los autentifica.
Sin ánimo de molestar, el hecho de que los Ruiz de Lihory renunciaran en 1.962 a esa baronía y que, cuatro años mas tarde, los Manglano –quienes, después de ser despojados por un tribunal de ese título, aún conservarán en el seno familiar otro par de baronías y un condado-- accedieran a el, parece indicar que había un mercado donde esos papeles se compraban y vendían, según las necesidades perentorias y las apetencias que tenía cada uno.
Afirma el abogado que ha intervenido en la reclamación al Supremo, –barón consorte-- que “Hoy en día los títulos nobiliarios son un derecho honorífico que no conlleva ningún privilegio.” Conviene matizar esa afirmación. Si haces un viaje por carretera por Extremadura, Andalucía, Salamanca y muchos otros lugares, buena parte de los kilómetros que hagas transcurriran junto a los numerosos y extensos latifundios que aún conserva la Casa de Alba. Por no hablar de la condición hereditaria del empleo de representación de imágen corporativa de la monarquía Borbónica en este país.
Hecha esa matización, es evidente que no es el afán de privilegios, sino la memoria sentimental y familiar, la que ha llevado al barón consorte a dedicar tres largos años a la preparación del caso jurídico que ahora se ha fallado a favor de su familia política.
Al parecer, en Heliópolis, el número de nobles con papel legal no rebasa las cuatro decenas. Una minoría, aún sin sus privilegios ancestrales, muy elitista. De los otros, de los que se comportan con nobleza, por ser un rasgo de su carácter, y merecen por sus hechos notables que se les reconozca su excelencia, no sabemos cuantos hay, porque no hay registro de ellos, aunque las distinciones que otorgan las instituciones premian a quienes destacan en el arte, las letras o las ciencias, no siempre son los que están, ni están los que son.
Del mismo modo, no todos los que ostentaron títulos de nobleza, tuvieron rasgos de carácter congruentes con ese reconocimiento. Ahí está el caso de Fernando VII, que fue rey de España de la dinastía Borbónica, cuyo retrato en el museo de San Pío V expresaba, --ignoro si todavía sigue allí-- con una fidelidad asombrosa, el gran hijo de puta que fue, como se puede confirmar acudiendo a cualquier historiador riguroso.
En fin. Nobles.
(Recomiendo la lectura del comentario sobre esta entrada dejado por Martín de Oleza, muy esclarecedor, al que pueden acceder pinchando la pestaña semioculta al pie de la entrada, o el título de la página en la lista que aparece a la derecha del blog)
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 12-11-08.
La nobleza es, además de un atributo del carácter que, cuando va acompañado de hechos notables, se aproxima a la excelencia, una nómina que agrupa a los descendientes que heredaron esa calificación de sus ancestros, que algo harían para merecerla, unos por fidelidad al rey, otros por contribuir a acuchillarlo y obtener así prebendas de su sucesor.
Al parecer, en los años mas crudos del hambre, un número indeterminado de nobles vendieron el derecho a usar su título de nobleza en las etiquetas de vino, de modo que los interesados en la heráldica no necesitan acudir al Archivo del Reino para satisfacer su curiosidad histórica, sino que les basta con situarse frente a los anaqueles del vino de cualquier centro comercial.
Allí encontrarán una fabulosa colección de emblemas, escudos y titulos nobiliarios en las etiquetas, aunque para poder hacer su trabajo deberán expurgar, primero, aquellas botellas que por la doble condición de bodegueros y nobles de quienes las elaboran, no ofrecen dudas sobre su autenticidad, de las que exhiben nombres de marquesados y baronías, porque las compañías que las comercializan compraron ese derecho, y finalmente, desechar las numerosas botellas que circulan por ahí con nombres inventados que ofrecen la sonoridad de los títulos de rancio abolengo, pero no aparecen registrados en la nómina oficial que los autentifica.
Sin ánimo de molestar, el hecho de que los Ruiz de Lihory renunciaran en 1.962 a esa baronía y que, cuatro años mas tarde, los Manglano –quienes, después de ser despojados por un tribunal de ese título, aún conservarán en el seno familiar otro par de baronías y un condado-- accedieran a el, parece indicar que había un mercado donde esos papeles se compraban y vendían, según las necesidades perentorias y las apetencias que tenía cada uno.
Afirma el abogado que ha intervenido en la reclamación al Supremo, –barón consorte-- que “Hoy en día los títulos nobiliarios son un derecho honorífico que no conlleva ningún privilegio.” Conviene matizar esa afirmación. Si haces un viaje por carretera por Extremadura, Andalucía, Salamanca y muchos otros lugares, buena parte de los kilómetros que hagas transcurriran junto a los numerosos y extensos latifundios que aún conserva la Casa de Alba. Por no hablar de la condición hereditaria del empleo de representación de imágen corporativa de la monarquía Borbónica en este país.
Hecha esa matización, es evidente que no es el afán de privilegios, sino la memoria sentimental y familiar, la que ha llevado al barón consorte a dedicar tres largos años a la preparación del caso jurídico que ahora se ha fallado a favor de su familia política.
Al parecer, en Heliópolis, el número de nobles con papel legal no rebasa las cuatro decenas. Una minoría, aún sin sus privilegios ancestrales, muy elitista. De los otros, de los que se comportan con nobleza, por ser un rasgo de su carácter, y merecen por sus hechos notables que se les reconozca su excelencia, no sabemos cuantos hay, porque no hay registro de ellos, aunque las distinciones que otorgan las instituciones premian a quienes destacan en el arte, las letras o las ciencias, no siempre son los que están, ni están los que son.
Del mismo modo, no todos los que ostentaron títulos de nobleza, tuvieron rasgos de carácter congruentes con ese reconocimiento. Ahí está el caso de Fernando VII, que fue rey de España de la dinastía Borbónica, cuyo retrato en el museo de San Pío V expresaba, --ignoro si todavía sigue allí-- con una fidelidad asombrosa, el gran hijo de puta que fue, como se puede confirmar acudiendo a cualquier historiador riguroso.
En fin. Nobles.
(Recomiendo la lectura del comentario sobre esta entrada dejado por Martín de Oleza, muy esclarecedor, al que pueden acceder pinchando la pestaña semioculta al pie de la entrada, o el título de la página en la lista que aparece a la derecha del blog)
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 12-11-08.
martes, 11 de noviembre de 2008
DETERIORO DEMOCRÁTICO
Anoche, en el telediario de la 4, Gabilondo contó que Moratinos, ministro de exteriores del gobierno de España respondió, preguntado por algún periodista de esa cadena sobre el coste de la intervención artística de Barceló en un edificio público de la comunidad internacional en Suiza, con cargo a nuestros presupuestos, que “el arte no tiene precio”, una sandez desmentida cada día en las salas de subastas. Pudo contestar que esa era una información confidencial, o que no lo sabía, pero no lo hizo, prefirió echar mano de una respuesta que le pareció ingeniosa.
Siento un gran respeto por Barceló, seguramente uno de los artistas vivos mas importantes de este siglo, pero, a partir de ahora, ninguno por nuestro ocurrente ministro de exteriores. Es cierto que los medios de comunicación usan con frecuencia la información económica derivada de la actividad de los gobiernos de un modo sensacionalista, pero, a pesar de todo, considero un hábito imprescindible para la buena salud democrática la transparencia al informar del uso que se hace del dinero público. Del mismo modo, me parece un síntoma de deterioro, de decadencia, la extensión de la opacidad entre los mandatarios públicos sobre los caudales que administran.
En Heliópolis, el señor Camps, cuando le preguntan por las relaciones económicas y contractuales del gobierno autonómico con su arquitecto de cámara, Calatrava, dice que pertenecen al ámbito privado, por lo que ha de respetar el principio de confidencialidad. Ante tamaña desvergüenza, uno comienza a pensar que el término señor es equiparable a su significado antiguo de dueño de un señorío, y el de arquitecto de cámara, se corresponde con quienes diseñaron las pirámides en el antiguo Egipto, o los sucesivos arquitectos de Giscard D´Estain.
Estos políticos, que tanto contribuyen con esa actitud al deterioro de la democracia, suelen referirse al Presupuesto como el instrumento informativo que garantiza la transparencia democrática en el uso del dinero público, justificando así sus negativas y artimañas para negar la información económica referida a un gasto o inversión concretos.
Presupuesto, la misma palabra lo da a entender, es un supuesto previo sobre el uso que se va a hacer del dinero público, una declaración de intenciones, pero, por desgracia, ese instrumento tiene mil y un vericuetos por los que, como por arte de magia, unas partidas destinadas a un fin, se dedican a otro, otras nunca llegan a realizarse, se autorizan partidas de gasto no presupuestadas, y así como el presupuesto, las intenciones, se definen por la claridad, la justificación final de los gastos, cada vez mas, permanece en la mas abstrusa opacidad. Un signo claro, y creciente, de deterioro democrático.
Es como si usted fuera el accionista mayoritario de una sociedad mercantil, pusiera a un administrador a quien le paga para que obtenga unos determinados resultados, cumpliendo unas reglas previamente establecidas, y cuando le pide que le enseñe los libros de contabilidad para evaluar su gestión, se los negara argumentando el principio de privacidad. ¿Que pensaría usted de su administrador? Como mínimo, que su administrador es víctima del síndrome de la patrimonialización de su gestión, es decir, que ha llegado a creer que la empresa es suya, y se ha olvidado de su condición de administrador temporal.
Ese síndrome, lamentablemente, está cada día mas presente en los administradores de lo público, en particular en Heliópolis. Da igual que preguntes por el monolito dedicado a la visita del Papa, por las cuentas de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, de la Fórmula 1, o de la Copa del América. La respuesta siempre es opaca. Hasta tal punto la idea del carácter privado de la gestión pública ha calado entre quienes mangonean el presupuesto en Heliópolis con casi total impunidad, debido al marasmo del partido de la oposición, que no está en condiciones de ejercer de contrapeso democrático como debiera, que un simpatizante del Partido Popular, ante mi protesta porque se había cedido parte de la superficie del Umbracle, un espacio que yo creía, y sigo creyendo, que es público, a un negocio privado de hostelería, me dijo que eso era un espacio privado, no público, porque quien lo gestionaba era CACSA, una empresa de la Generalitat. Hasta ese extremo absurdo hemos llegado en la confusión de lo público y lo privado.
Lo que no hay duda de que es público, es el origen del dinero que financia los presupuestos vía impuestos y, por no mencionar el grado de corrupción, inmobiliaria o de otro signo, cada día mas presente en las noticias cotidianas, la simple falta de transparencia en las informaciones de operaciones de contenido económico financiadas con el dinero de todos, unida a la debilidad política de las fuerzas que deberían hacer una oposición fiscalizadora eficaz y no lo consiguen al nivel que exige una aplicación sana de los principios democráticos, constituyen un signo manifiesto de algo que está presente, en mayor o menor medida, en casi todos los sistemas democráticos, pero de un modo mucho mas intenso y permanente en Heliópolis, el deterioro creciente del juego democrático y la concepción patrimonialista de quienes solo son gestores de lo público.
Ahora que la llegada de Obama a la Presidencia, anuncia una cierta catarsis en la vida democrática de su país, sería bueno que en España en general, y en Heliópolis en particular, comencemos a exigir a los administradores de lo público, nombrados por nosotros, que se comporten como tales, no como los dueños de un cortijo. Para eso, es necesaria una conciencia ciudadana mas participativa, mas incisiva en la exigencia de responsabilidades a quienes se confía el voto, para que den cuentas de lo que hacen, no para que aludan constantemente a principios de privacidad o confidencialidad, o nos digan, con un cierto cinismo, que el arte no tiene precio.
P.S. En el telediario de hoy, la 4 ha dado los datos sobre los costes totales de la intervención de Barceló en el edificio de Naciones Unidas en Suiza, que no obtuvo del ministro Moratinos ayer, así como la participación de España en su financiación, aunque no cita la fuente. Una búsqueda en Internet confirma que está disponible toda la información para cualquiera que la busque, lo que parece indicar que los medios de comunicación convencionales están cada día mas lejos de poder competir con la Red. Espabilen, o pronto se quedarán sin parroquia.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 11-11-08.
Siento un gran respeto por Barceló, seguramente uno de los artistas vivos mas importantes de este siglo, pero, a partir de ahora, ninguno por nuestro ocurrente ministro de exteriores. Es cierto que los medios de comunicación usan con frecuencia la información económica derivada de la actividad de los gobiernos de un modo sensacionalista, pero, a pesar de todo, considero un hábito imprescindible para la buena salud democrática la transparencia al informar del uso que se hace del dinero público. Del mismo modo, me parece un síntoma de deterioro, de decadencia, la extensión de la opacidad entre los mandatarios públicos sobre los caudales que administran.
En Heliópolis, el señor Camps, cuando le preguntan por las relaciones económicas y contractuales del gobierno autonómico con su arquitecto de cámara, Calatrava, dice que pertenecen al ámbito privado, por lo que ha de respetar el principio de confidencialidad. Ante tamaña desvergüenza, uno comienza a pensar que el término señor es equiparable a su significado antiguo de dueño de un señorío, y el de arquitecto de cámara, se corresponde con quienes diseñaron las pirámides en el antiguo Egipto, o los sucesivos arquitectos de Giscard D´Estain.
Estos políticos, que tanto contribuyen con esa actitud al deterioro de la democracia, suelen referirse al Presupuesto como el instrumento informativo que garantiza la transparencia democrática en el uso del dinero público, justificando así sus negativas y artimañas para negar la información económica referida a un gasto o inversión concretos.
Presupuesto, la misma palabra lo da a entender, es un supuesto previo sobre el uso que se va a hacer del dinero público, una declaración de intenciones, pero, por desgracia, ese instrumento tiene mil y un vericuetos por los que, como por arte de magia, unas partidas destinadas a un fin, se dedican a otro, otras nunca llegan a realizarse, se autorizan partidas de gasto no presupuestadas, y así como el presupuesto, las intenciones, se definen por la claridad, la justificación final de los gastos, cada vez mas, permanece en la mas abstrusa opacidad. Un signo claro, y creciente, de deterioro democrático.
Es como si usted fuera el accionista mayoritario de una sociedad mercantil, pusiera a un administrador a quien le paga para que obtenga unos determinados resultados, cumpliendo unas reglas previamente establecidas, y cuando le pide que le enseñe los libros de contabilidad para evaluar su gestión, se los negara argumentando el principio de privacidad. ¿Que pensaría usted de su administrador? Como mínimo, que su administrador es víctima del síndrome de la patrimonialización de su gestión, es decir, que ha llegado a creer que la empresa es suya, y se ha olvidado de su condición de administrador temporal.
Ese síndrome, lamentablemente, está cada día mas presente en los administradores de lo público, en particular en Heliópolis. Da igual que preguntes por el monolito dedicado a la visita del Papa, por las cuentas de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, de la Fórmula 1, o de la Copa del América. La respuesta siempre es opaca. Hasta tal punto la idea del carácter privado de la gestión pública ha calado entre quienes mangonean el presupuesto en Heliópolis con casi total impunidad, debido al marasmo del partido de la oposición, que no está en condiciones de ejercer de contrapeso democrático como debiera, que un simpatizante del Partido Popular, ante mi protesta porque se había cedido parte de la superficie del Umbracle, un espacio que yo creía, y sigo creyendo, que es público, a un negocio privado de hostelería, me dijo que eso era un espacio privado, no público, porque quien lo gestionaba era CACSA, una empresa de la Generalitat. Hasta ese extremo absurdo hemos llegado en la confusión de lo público y lo privado.
Lo que no hay duda de que es público, es el origen del dinero que financia los presupuestos vía impuestos y, por no mencionar el grado de corrupción, inmobiliaria o de otro signo, cada día mas presente en las noticias cotidianas, la simple falta de transparencia en las informaciones de operaciones de contenido económico financiadas con el dinero de todos, unida a la debilidad política de las fuerzas que deberían hacer una oposición fiscalizadora eficaz y no lo consiguen al nivel que exige una aplicación sana de los principios democráticos, constituyen un signo manifiesto de algo que está presente, en mayor o menor medida, en casi todos los sistemas democráticos, pero de un modo mucho mas intenso y permanente en Heliópolis, el deterioro creciente del juego democrático y la concepción patrimonialista de quienes solo son gestores de lo público.
Ahora que la llegada de Obama a la Presidencia, anuncia una cierta catarsis en la vida democrática de su país, sería bueno que en España en general, y en Heliópolis en particular, comencemos a exigir a los administradores de lo público, nombrados por nosotros, que se comporten como tales, no como los dueños de un cortijo. Para eso, es necesaria una conciencia ciudadana mas participativa, mas incisiva en la exigencia de responsabilidades a quienes se confía el voto, para que den cuentas de lo que hacen, no para que aludan constantemente a principios de privacidad o confidencialidad, o nos digan, con un cierto cinismo, que el arte no tiene precio.
P.S. En el telediario de hoy, la 4 ha dado los datos sobre los costes totales de la intervención de Barceló en el edificio de Naciones Unidas en Suiza, que no obtuvo del ministro Moratinos ayer, así como la participación de España en su financiación, aunque no cita la fuente. Una búsqueda en Internet confirma que está disponible toda la información para cualquiera que la busque, lo que parece indicar que los medios de comunicación convencionales están cada día mas lejos de poder competir con la Red. Espabilen, o pronto se quedarán sin parroquia.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 11-11-08.
lunes, 10 de noviembre de 2008
NOTICIAS DE OTRO MUNDO
“En el espacio sin tiempo de nuestra infancia vivíamos ajenos a todo aquello que no formaba parte del escenario lúdico de nuestros juegos, hasta que una tarde lluviosa de noviembre, un caballero con polvo en la levita nos leyó en el barro de las calles los avatares de nuestras vidas adultas y la fecha exacta de su término”
“Desde entonces hemos vivido, sin querer saberlo, sujetos a aquella predicción, en algún caso ya cumplida.”
“Sobre las montañas de tierra, frecuentes en aquellos años en las calles sin asfaltar de los barrios periféricos de Heliópolis, cruzábamos los filos de nuestras espadas de madera, emulando a los héroes de los tebeos de la Editorial Bruguera, en un mundo callejero donde el tráfico de vehículos de motor aún estaba ausente.”
“Una tarde, un cura bienintencionado que pasaba por allí, al ver la brutalidad de nuestros juegos, nos pidió que rompiéramos las armas de madera con las que combatíamos. Busco en lo mas oculto de mi memoria mas antigua y encuentro que yo me resistí a romper la mía. Ya entonces apuntaba un rasgo de tozudez de mi carácter.”
“Aquellos años transcurrieron entre juegos callejeros y veladas de cine larguísimas. Cuando llovía, con el lodo de la calle modelábamos pequeñas cazuelas que estrellábamos contra el suelo, midiendo después los agujeros que el impacto había dejado en el fondo de la cazuela. Ganaba aquel que conseguía un agujero con el diámetro mas grande, aunque, claro está, nadie conocía la noción de diámetro.”
“Con tiempo seco, preferíamos un juego mas brutal. Alguien se agarraba a la reja de una fachada, los demás se colocaban detrás, con los lomos inclinados, agarrados unos a otros. Otro tomaba carrerilla y saltaba dejando caer su peso con violencia sobre los riñones de los que aguantaban la embestida. Así fue como se rompió la clavícula uno de los jugadores, por el impacto de quien le cayó encima. Pero estos eran juegos entre amigos. Había otro repertorio que requería de los enemigos.”
“Las batallas a pedradas entre residentes en calles distintas eran moneda corriente en aquellos escenarios donde la infancia transcurría con una libertad salvaje. Después de cada batalla, los heridos, que siempre los había, eran conducidos a la casa de socorro del barrio, para que les apañaran con unas grapas las brechas en la cabeza.”
“Pero el suceso mas espectacular de aquellos años, que rebasa la mera anécdota de los juegos infantiles, por salvajes que fueran, fue el incendio del molino de arroz, conocido como el “Molí de Rius”, en el popular barrio de Russafa. Miles de toneladas de paja y de arroz con cáscara, ardieron en una espectacular llamarada que se elevaba veinte metros por encima de las casas vecinas. Los hombres del barrio se afanaban en evacuar a los vecinos y salvar sus escasos enseres, mientras los bomberos intentaban, sin éxito, reducir aquella masa en llamas que no se dejaba controlar.Hasta que la combustión de aquel material inflamable no se consumó, no fue posible acercarse lo bastante a aquel infierno para reducirlo y los bomberos tuvieron que dejar un retén durante una semana, hasta que los rescoldos se enfriaron y se convirtieron en cenizas.”
“Las casas mas cercanas al molino se perdieron todas, y nunca fueron reconstruidas. Ahora pasas por donde estuvo el molino y hay una tienda de Mercadona, y nada en el aspecto urbano de los terrenos que ocupó el antiguo molino conserva el mas mínimo signo de lo que hubo allí.”
“Al igual que el antiguo paisaje del molino es hoy irreconocible, nada hay en el paisaje humano actual de aquellos niños que jugábamos en la calle con una libertad salvaje, brutal, casi sin límites, y todavía sobrevivimos, que permita reconocernos como lo que fuimos, pero nos queda todavía la memoria, el nexo necesario que aún puede explicar, no solo lo que fuimos, sino lo que somos hoy.”
Si alguien me hubiera dicho cuando correteaba por esas calles sin tráfico, que llegaría a contarlo usando un ordenador, y que mi relato llegaría a ciudades de tres continentes, lo habría tomado por una fantasía de ciencia ficción, como la serie radiofónica que por entonces se emitía, Diego Valor.
Por una vez, sin que sirva de precedente, me he permitido una debilidad nostálgica. Espero que sirva, además, como un testimonio de la vida cotidiana de los niños en las calles de ciertos barrios de Heliópolis, en las décadas de los cuarenta y cincuenta del pasado siglo.
En fin. Son noticias de otro mundo, si.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 10-11-08.
“Desde entonces hemos vivido, sin querer saberlo, sujetos a aquella predicción, en algún caso ya cumplida.”
“Sobre las montañas de tierra, frecuentes en aquellos años en las calles sin asfaltar de los barrios periféricos de Heliópolis, cruzábamos los filos de nuestras espadas de madera, emulando a los héroes de los tebeos de la Editorial Bruguera, en un mundo callejero donde el tráfico de vehículos de motor aún estaba ausente.”
“Una tarde, un cura bienintencionado que pasaba por allí, al ver la brutalidad de nuestros juegos, nos pidió que rompiéramos las armas de madera con las que combatíamos. Busco en lo mas oculto de mi memoria mas antigua y encuentro que yo me resistí a romper la mía. Ya entonces apuntaba un rasgo de tozudez de mi carácter.”
“Aquellos años transcurrieron entre juegos callejeros y veladas de cine larguísimas. Cuando llovía, con el lodo de la calle modelábamos pequeñas cazuelas que estrellábamos contra el suelo, midiendo después los agujeros que el impacto había dejado en el fondo de la cazuela. Ganaba aquel que conseguía un agujero con el diámetro mas grande, aunque, claro está, nadie conocía la noción de diámetro.”
“Con tiempo seco, preferíamos un juego mas brutal. Alguien se agarraba a la reja de una fachada, los demás se colocaban detrás, con los lomos inclinados, agarrados unos a otros. Otro tomaba carrerilla y saltaba dejando caer su peso con violencia sobre los riñones de los que aguantaban la embestida. Así fue como se rompió la clavícula uno de los jugadores, por el impacto de quien le cayó encima. Pero estos eran juegos entre amigos. Había otro repertorio que requería de los enemigos.”
“Las batallas a pedradas entre residentes en calles distintas eran moneda corriente en aquellos escenarios donde la infancia transcurría con una libertad salvaje. Después de cada batalla, los heridos, que siempre los había, eran conducidos a la casa de socorro del barrio, para que les apañaran con unas grapas las brechas en la cabeza.”
“Pero el suceso mas espectacular de aquellos años, que rebasa la mera anécdota de los juegos infantiles, por salvajes que fueran, fue el incendio del molino de arroz, conocido como el “Molí de Rius”, en el popular barrio de Russafa. Miles de toneladas de paja y de arroz con cáscara, ardieron en una espectacular llamarada que se elevaba veinte metros por encima de las casas vecinas. Los hombres del barrio se afanaban en evacuar a los vecinos y salvar sus escasos enseres, mientras los bomberos intentaban, sin éxito, reducir aquella masa en llamas que no se dejaba controlar.Hasta que la combustión de aquel material inflamable no se consumó, no fue posible acercarse lo bastante a aquel infierno para reducirlo y los bomberos tuvieron que dejar un retén durante una semana, hasta que los rescoldos se enfriaron y se convirtieron en cenizas.”
“Las casas mas cercanas al molino se perdieron todas, y nunca fueron reconstruidas. Ahora pasas por donde estuvo el molino y hay una tienda de Mercadona, y nada en el aspecto urbano de los terrenos que ocupó el antiguo molino conserva el mas mínimo signo de lo que hubo allí.”
“Al igual que el antiguo paisaje del molino es hoy irreconocible, nada hay en el paisaje humano actual de aquellos niños que jugábamos en la calle con una libertad salvaje, brutal, casi sin límites, y todavía sobrevivimos, que permita reconocernos como lo que fuimos, pero nos queda todavía la memoria, el nexo necesario que aún puede explicar, no solo lo que fuimos, sino lo que somos hoy.”
Si alguien me hubiera dicho cuando correteaba por esas calles sin tráfico, que llegaría a contarlo usando un ordenador, y que mi relato llegaría a ciudades de tres continentes, lo habría tomado por una fantasía de ciencia ficción, como la serie radiofónica que por entonces se emitía, Diego Valor.
Por una vez, sin que sirva de precedente, me he permitido una debilidad nostálgica. Espero que sirva, además, como un testimonio de la vida cotidiana de los niños en las calles de ciertos barrios de Heliópolis, en las décadas de los cuarenta y cincuenta del pasado siglo.
En fin. Son noticias de otro mundo, si.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 10-11-08.
FIN DE SEMANA
Las copas de los árboles están firmemente asentadas en el suelo, mientras que sus raíces, desnudas, se elevan hacia el cielo, mas luminoso que nunca en esta cálida mañana de noviembre. Las matas de romero, de tomillo y ajedrea, junto a arbustos y matorrales levitan, liberadas de su anclaje natural a la tierra del monte, a un metro de altura y, de vez en cuando, nubes formadas por conglomerados de hongos, empujadas por una ligera brisa, proyectan su sombra sobre la claridad del camino forestal, que sigue en su sitio, junto a la valla que un desalmado ha instalado cerrando mas de una decena de kilómetros de sierra.
Níscalos, setas de cardo, amanitas de todas las variedades, colmenillas, champiñones, ejemplares pequeños de hongos que, por su inmadurez, dificultan su identificación, setas con un color amarillento que parecen expresar con su aspecto la idea de precaución, acompañadas de raros ejemplares que no había visto nunca, junto a líneas horizontales de limo y delgadas láminas rocosas coloreadas por el verdín, flotan formando los cúmulos nubosos que, solo de vez en cuando, oscurecen el sol.
Todo empezó cuando, el segundo día de nuestra estancia en la casa de la sierra, subimos al monte a curiosear un poco. Encontré tres hermosos champiñones, de una blancura nívea y un tamaño mas que regular, escondidos debajo de los restos de un viejo tronco. A pesar de que estaba seguro de que eran champiñones –tenían su misma morfología y color-- ante la insistencia de mi mujer, me puse un trozo en la boca, para confirmarlo, y al parecer, el mínimo fragmento que comí tenía tal potencia alucinógena que me ha producido una alteración de la percepción. No eran champiñones.
Cuando llegamos el sábado al refugio de la sierra, el aire translúcido de la montaña ofrecía una mañana luminosa, poblada de aromas vegetales, a tierra mojada y árboles todavía con la humedad de las recientes lluvias, y esa respiración vegetal, agitada por el calor solar, casi era tangible, como las huellas de los cochinos que habían olisqueado debajo de las encinas, buscando sus golosinas. Todo parecía normal.
Al poco tiempo, un tráfico desacostumbrado de vehículos comenzó a circular por el camino forestal que hay delante de la casa, trasladando a decenas de buscadores de níscalos que se dirigían a la vertiente mas umbría del cercano monte, que aún permanece libre del vallado.
Nosotros no fuimos al monte ayer, preferimos una jornada sedentaria, aderezada con el estimulante aroma del café, frente a la chimena encendida. Esta mañana, antes de probar el hongo, hemos dado un paseo de seis kilómetros por el camino que atraviesa como un tajo buena parte de la sierra, junto a la vertiente del monte que da al norte, aventurándonos de vez en cuando entre los rincones mas frondosos y húmedos, y hemos comprobado la falta de cuidado con la que los niscaleros tratan el suelo forestal.
No se limitan a meter la navaja y cortar los hongos por el pie, sino que realizan una espectacular destroza en los lugares donde antes hubo hongos y ahora no quedan ni las raíces, dejando los calveros que caen en sus manos arrasados, un paisaje lleno de socavones, como si hubiera sido bombardeado, sin posibilidad de que los hongos vuelvan a rebrotar. Una explotación destructiva de los frutos que ofrece el bosque.
No sé si todavía me queda algún resto del efecto alucinógeno del hongo que probé ayer, pero al regresar de mi retiro rural, las primeras imágenes que he visto en la tele son las de un grupo de ortodoxos armenios a hostia limpia contra los griegos ortodoxos en una iglesia de Jerusalén.
La visión de ese degradante espectáculo, junto a la observación del modo en que los buscadores de níscalos tratan el monte, me han llevado a la misma conclusión sobre la naturaleza humana. Al parecer, dentro del animal humano, capaz de crear las mas sublimes y sensibles manifestaciones artísticas, o de tener una conducta, en ocasiones, generosa y altruista, habita una terrible capacidad destructiva que, cuando aflora es, verdaderamente, muy peligrosa. Ya se que es algo obvio, pero morder el falso champiñón ha producido en mi el efecto de que vea esa radical ambivalencia de lo humano con mayor claridad.
No voy a dar pistas del lugar que he visitado. Aún así, está siendo ya demasiado frecuentado, con lo que su aforo está dejando de ser limitado. Espero que sea algo temporal, vinculado a la afición micológica y que las cosas regresen a la normalidad, los árboles vuelvan a estar afianzados a la tierra con sus raíces, los romeros no leviten, y las nubes de hongos sean disueltas por el viento de poniente, hasta la próxima temporada.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 10-11-08..
Níscalos, setas de cardo, amanitas de todas las variedades, colmenillas, champiñones, ejemplares pequeños de hongos que, por su inmadurez, dificultan su identificación, setas con un color amarillento que parecen expresar con su aspecto la idea de precaución, acompañadas de raros ejemplares que no había visto nunca, junto a líneas horizontales de limo y delgadas láminas rocosas coloreadas por el verdín, flotan formando los cúmulos nubosos que, solo de vez en cuando, oscurecen el sol.
Todo empezó cuando, el segundo día de nuestra estancia en la casa de la sierra, subimos al monte a curiosear un poco. Encontré tres hermosos champiñones, de una blancura nívea y un tamaño mas que regular, escondidos debajo de los restos de un viejo tronco. A pesar de que estaba seguro de que eran champiñones –tenían su misma morfología y color-- ante la insistencia de mi mujer, me puse un trozo en la boca, para confirmarlo, y al parecer, el mínimo fragmento que comí tenía tal potencia alucinógena que me ha producido una alteración de la percepción. No eran champiñones.
Cuando llegamos el sábado al refugio de la sierra, el aire translúcido de la montaña ofrecía una mañana luminosa, poblada de aromas vegetales, a tierra mojada y árboles todavía con la humedad de las recientes lluvias, y esa respiración vegetal, agitada por el calor solar, casi era tangible, como las huellas de los cochinos que habían olisqueado debajo de las encinas, buscando sus golosinas. Todo parecía normal.
Al poco tiempo, un tráfico desacostumbrado de vehículos comenzó a circular por el camino forestal que hay delante de la casa, trasladando a decenas de buscadores de níscalos que se dirigían a la vertiente mas umbría del cercano monte, que aún permanece libre del vallado.
Nosotros no fuimos al monte ayer, preferimos una jornada sedentaria, aderezada con el estimulante aroma del café, frente a la chimena encendida. Esta mañana, antes de probar el hongo, hemos dado un paseo de seis kilómetros por el camino que atraviesa como un tajo buena parte de la sierra, junto a la vertiente del monte que da al norte, aventurándonos de vez en cuando entre los rincones mas frondosos y húmedos, y hemos comprobado la falta de cuidado con la que los niscaleros tratan el suelo forestal.
No se limitan a meter la navaja y cortar los hongos por el pie, sino que realizan una espectacular destroza en los lugares donde antes hubo hongos y ahora no quedan ni las raíces, dejando los calveros que caen en sus manos arrasados, un paisaje lleno de socavones, como si hubiera sido bombardeado, sin posibilidad de que los hongos vuelvan a rebrotar. Una explotación destructiva de los frutos que ofrece el bosque.
No sé si todavía me queda algún resto del efecto alucinógeno del hongo que probé ayer, pero al regresar de mi retiro rural, las primeras imágenes que he visto en la tele son las de un grupo de ortodoxos armenios a hostia limpia contra los griegos ortodoxos en una iglesia de Jerusalén.
La visión de ese degradante espectáculo, junto a la observación del modo en que los buscadores de níscalos tratan el monte, me han llevado a la misma conclusión sobre la naturaleza humana. Al parecer, dentro del animal humano, capaz de crear las mas sublimes y sensibles manifestaciones artísticas, o de tener una conducta, en ocasiones, generosa y altruista, habita una terrible capacidad destructiva que, cuando aflora es, verdaderamente, muy peligrosa. Ya se que es algo obvio, pero morder el falso champiñón ha producido en mi el efecto de que vea esa radical ambivalencia de lo humano con mayor claridad.
No voy a dar pistas del lugar que he visitado. Aún así, está siendo ya demasiado frecuentado, con lo que su aforo está dejando de ser limitado. Espero que sea algo temporal, vinculado a la afición micológica y que las cosas regresen a la normalidad, los árboles vuelvan a estar afianzados a la tierra con sus raíces, los romeros no leviten, y las nubes de hongos sean disueltas por el viento de poniente, hasta la próxima temporada.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 10-11-08..
viernes, 7 de noviembre de 2008
AVISOS Y ESPANTADAS
Hoy no puedo prestar mi dedicación habitual al Blog, porque estoy preparando un conejo a la cazadora para cuatro, con la receta de mi antigua compañera de trabajo María José, que se puede consultar en la sección de COCINA, página, DE MANOS AMIGAS.
Luego me voy de fin de semana con unos amigos a la Sierra de Utiel. A mi regreso, se lo contaré.
Saludos, cibernautas.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 7-11-08.
Luego me voy de fin de semana con unos amigos a la Sierra de Utiel. A mi regreso, se lo contaré.
Saludos, cibernautas.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 7-11-08.
jueves, 6 de noviembre de 2008
EL SOL
“He bajado al Maravillas, desnudo, convencido como estaba de que las gentes, embebidas en sus preocupaciones cotidianas, no repararían en la presencia de mi desnudez, como así ha sucedido.
Al parecer, esas preocupaciones son tres o cuatro, pero ocupan todo el espacio disponible en el lugar especializado en preocuparse y no dejan sitio para la percepción del entorno.
Por el camino, he disfrutado de una maravillosa mañana otoñal. El sol ha vuelto. El viento no está. La ausencia de viento dificulta el desplazamiento por el aire de las moléculas olorosas que transportan el sutil aroma de las acacias, pero a cambio potencia el efecto balsámico del calor solar en la piel desnuda, que procura una inefable sensación de libertad absoluta.
La luz solar, al caer, oblicua, sobre los setos de los jardines, acentúa los colores rojos y verdes de las robustas hojas, y algunos insectos, engañados por la apariencia de falsa primavera que ofrece el día, vuelven a aparecer. Hay un momento en la vida, como le sucedió a Diógenes, en que si un hombre poderoso se te acerca para ofrecerte sus prebendas y te pregunta por lo que deseas, solo le pides que se aparte, porque te está tapando el sol.
En lo de recibir ofertas de prebendas no tengo experiencia, pero puedo entender la actitud de Diógenes frente a Alejandro, porque la placidez de la vida contemplativa, convenientemente estimulada con el calor solar sobre la piel desnuda, es una sensación cercana al éxtasis, una experiencia que nada tiene que ver con el trajín que exigen los trabajos de la ambición en asuntos mundanos.
Llegado al Maravillas, me he limitado a observar. Ni siquiera he pedido un café con leche, para no evidenciar mi presencia. He mirado el periódico por encima del hombro de un parroquiano, que lo tenía abierto por las primeras páginas y me ha sorprendido, otra vez, la crudeza de las luchas judiciales en las que participan hombres con cierto poder, no tanto como Alejandro, un poder mas local, y cual es el centro de las preocupaciones de la gente, el paro y las hipotecas, una palabra, al parecer muy antigua, que tiene sus raíces en alguna civilización remota. Una vez mas, nadie se ha percatado de mi presencia.
Este día soleado, típico del clima templado mediterráneo, evoca unas jornadas que pasé en la costa de Denia, en un otoño que luego se reveló crucial en mi vida. Yo entonces no sabía lo que me esperaba, como iba a ser mi vida en adelante. Lo que vino después, me enseñó que lo que cuenta es el presente, puesto que del futuro no sabemos nada, y el pasado ya no existe. Por eso, recomiendo a todo el mundo que, en un día como hoy, calmo, templado, luminoso, se desnude, baje a la calle, y aprovechando la invisibilidad que le procura la concentrada atención de las gentes en sus propias preocupaciones cotidianas, disfrute de la sensación de libertad absoluta que procura estar en el mundo en actitud contemplativa, abierta, pero desinteresada del trajín de las ambiciones mundanas.
Al regresar, la luminosidad del sol, mas alto, ha evocado la luz de un domingo de julio. Unas imágenes de mi infancia que quedaron grabadas para siempre en mi memoria visual. Desde la fuente pública, con mi mano puesta en la salida del agua del grifo, lanzaba un chorro de agua en forma de parábola para regar el asfalto, mientras mis compinches, armados con cañas conseguidas en los cañaverales de la cercana huerta, las sacudían buscando acertar en las libélulas púrpuras y doradas que acudían a la trampa mortal del agua. Al evocar esas imágenes, ahora, pienso que la infancia es un tiempo de inocencia, pero también de crueldad.
Disfruten el día. Olviden sus preocupaciones por un rato y salgan a la calle desnudos. Nadie notará su presencia.
En fin. Carpe Diem.”
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM). 6-11-08.
Al parecer, esas preocupaciones son tres o cuatro, pero ocupan todo el espacio disponible en el lugar especializado en preocuparse y no dejan sitio para la percepción del entorno.
Por el camino, he disfrutado de una maravillosa mañana otoñal. El sol ha vuelto. El viento no está. La ausencia de viento dificulta el desplazamiento por el aire de las moléculas olorosas que transportan el sutil aroma de las acacias, pero a cambio potencia el efecto balsámico del calor solar en la piel desnuda, que procura una inefable sensación de libertad absoluta.
La luz solar, al caer, oblicua, sobre los setos de los jardines, acentúa los colores rojos y verdes de las robustas hojas, y algunos insectos, engañados por la apariencia de falsa primavera que ofrece el día, vuelven a aparecer. Hay un momento en la vida, como le sucedió a Diógenes, en que si un hombre poderoso se te acerca para ofrecerte sus prebendas y te pregunta por lo que deseas, solo le pides que se aparte, porque te está tapando el sol.
En lo de recibir ofertas de prebendas no tengo experiencia, pero puedo entender la actitud de Diógenes frente a Alejandro, porque la placidez de la vida contemplativa, convenientemente estimulada con el calor solar sobre la piel desnuda, es una sensación cercana al éxtasis, una experiencia que nada tiene que ver con el trajín que exigen los trabajos de la ambición en asuntos mundanos.
Llegado al Maravillas, me he limitado a observar. Ni siquiera he pedido un café con leche, para no evidenciar mi presencia. He mirado el periódico por encima del hombro de un parroquiano, que lo tenía abierto por las primeras páginas y me ha sorprendido, otra vez, la crudeza de las luchas judiciales en las que participan hombres con cierto poder, no tanto como Alejandro, un poder mas local, y cual es el centro de las preocupaciones de la gente, el paro y las hipotecas, una palabra, al parecer muy antigua, que tiene sus raíces en alguna civilización remota. Una vez mas, nadie se ha percatado de mi presencia.
Este día soleado, típico del clima templado mediterráneo, evoca unas jornadas que pasé en la costa de Denia, en un otoño que luego se reveló crucial en mi vida. Yo entonces no sabía lo que me esperaba, como iba a ser mi vida en adelante. Lo que vino después, me enseñó que lo que cuenta es el presente, puesto que del futuro no sabemos nada, y el pasado ya no existe. Por eso, recomiendo a todo el mundo que, en un día como hoy, calmo, templado, luminoso, se desnude, baje a la calle, y aprovechando la invisibilidad que le procura la concentrada atención de las gentes en sus propias preocupaciones cotidianas, disfrute de la sensación de libertad absoluta que procura estar en el mundo en actitud contemplativa, abierta, pero desinteresada del trajín de las ambiciones mundanas.
Al regresar, la luminosidad del sol, mas alto, ha evocado la luz de un domingo de julio. Unas imágenes de mi infancia que quedaron grabadas para siempre en mi memoria visual. Desde la fuente pública, con mi mano puesta en la salida del agua del grifo, lanzaba un chorro de agua en forma de parábola para regar el asfalto, mientras mis compinches, armados con cañas conseguidas en los cañaverales de la cercana huerta, las sacudían buscando acertar en las libélulas púrpuras y doradas que acudían a la trampa mortal del agua. Al evocar esas imágenes, ahora, pienso que la infancia es un tiempo de inocencia, pero también de crueldad.
Disfruten el día. Olviden sus preocupaciones por un rato y salgan a la calle desnudos. Nadie notará su presencia.
En fin. Carpe Diem.”
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM). 6-11-08.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
CIBERLOHENGRIN.COM
He comprado un dominio propio. Después de dos años de prestao en el blog, mi asesor informático ha insistido en comprar un dominio, y le he dicho que si. Total, por trece pavos.
No puedo decir que me sienta ahora, con mi flamante dominio “ciberlohengrin.com” como se debió sentir Leopoldo de Bélgica cuando el Congo era una finca suya, pero algo de morbillo tiene la cosa.
Se trata, solo, de que quienes tienen curiosidad por acceder al blog, y no lo hacen a través de Mozilla Firefox, o a través de Google, donde también es accesible tecleando la palabra Ciberlohengrin en el buscador, puedan hacerlo tecleando en la barra de direcciones, CIBERLOHENGRIN.COM.
Pertenecer al club de los punto com le da a uno, no se como decirlo, un cierto aire de distinción.
Ahora que soy miembro de esa logia masónica, me pregunto como he podido sobrevivir los últimos sesenta años fuera de esa aristocrática asociación. Aunque, como Groucho, he de decir que no pertenecería nunca a un club que me admitiera como socio, en este caso se ha democratizado y extendido tanto que su acceso le está permitido ya a cualquiera, incluso a mi, solo con pagar los trece pavos de cuota anual.
Así que ya lo sabeis, todos los que, por pereza, no me buscais en el blog, o no me encontrais en el buscador de Google, solo con teclear en la barra de direcciones CIBERLOHENGRIN.COM, podeis acceder al mundo de Lohengrin, que, unas veces os distraerá, y otras os aburrirá, según lo que dé la cosecha de cada día.
Desde aquí doy las gracias a quienes decidan intentarlo. Un saludo cibernauta a todos.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 5-11-08.
No puedo decir que me sienta ahora, con mi flamante dominio “ciberlohengrin.com” como se debió sentir Leopoldo de Bélgica cuando el Congo era una finca suya, pero algo de morbillo tiene la cosa.
Se trata, solo, de que quienes tienen curiosidad por acceder al blog, y no lo hacen a través de Mozilla Firefox, o a través de Google, donde también es accesible tecleando la palabra Ciberlohengrin en el buscador, puedan hacerlo tecleando en la barra de direcciones, CIBERLOHENGRIN.COM.
Pertenecer al club de los punto com le da a uno, no se como decirlo, un cierto aire de distinción.
Ahora que soy miembro de esa logia masónica, me pregunto como he podido sobrevivir los últimos sesenta años fuera de esa aristocrática asociación. Aunque, como Groucho, he de decir que no pertenecería nunca a un club que me admitiera como socio, en este caso se ha democratizado y extendido tanto que su acceso le está permitido ya a cualquiera, incluso a mi, solo con pagar los trece pavos de cuota anual.
Así que ya lo sabeis, todos los que, por pereza, no me buscais en el blog, o no me encontrais en el buscador de Google, solo con teclear en la barra de direcciones CIBERLOHENGRIN.COM, podeis acceder al mundo de Lohengrin, que, unas veces os distraerá, y otras os aburrirá, según lo que dé la cosecha de cada día.
Desde aquí doy las gracias a quienes decidan intentarlo. Un saludo cibernauta a todos.
LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 5-11-08.
COLAS, DESALOJOS Y DEMOLICIONES.
Anoche, mientras veía la CNN desde la cama, me pareció entender que las colas de votantes en USA alcanzaban una dimensión sin precedentes en los últimos años, aunque al parecer el mal funcionamiento de algunas máquinas que recogían el voto, las alargaba mas de la cuenta. Esta mañana, mi mujer, que se despierta antes que yo y oye la radio, me lo ha dicho. --Ha ganado Obama- lo que me ha producido una sensación ambivalente. De un lado, el alivio de perder de vista a la dinastía Bush, que metía el cazo en la política americana ya desde los tiempos de Reagan, cuando Bush senior formaba parte del triunvirato que gobernaba a la sombra del actor. Por otro lado, el sentimiento de que se han depositado demasiadas expectativas en un solo hombre, y que deberíamos recoger velas y esforzarnos individualmente cada uno de nosotros en corregir nuestro propio rumbo, porque pedirle a un político que haga milagros para todos, parece de otra época.
En Heliópolis las colas florecen también. Un fenómeno igualmente sin precedentes recientes. En este caso se trata de las colas del Inem, encargado del registro del desempleo, como en el resto del país, aunque en unos sitios, las colas son mas largas que en otros. El vocero de los patronos, representante de la CEOE, ha dicho –eso me ha parecido entender-- que su servicio de estudios estima que los parados llegarán a tres millones. Teniendo en cuenta que ya exceden, ahora, de los dos millones ochocientos mil, uno no entiende la necesidad de mantener un servicio de estudios, que dice cosas tan obvias.
Hay otras colas igual de frecuentadas que las del Inem. Son las de los juzgados que se ocupan de los concursos de acreedores que afectan a las empresas con dificultades financieras, eufemismo que sustituye a la antigua ley de suspensión de pagos. Aunque, en la práctica, los juzgados que entienden de esos asuntos poco pueden hacer, aparte de expedir el oportuno certificado de defunción a las empresas por su muerte súbita, formalmente, los acreedores pueden personarse en esos procedimientos concursales, con la esperanza de cobrar algo, como quien juega a la lotería.
Cuando yo era niño, eran frecuentes las colas para todo, pero no voy a aburrir a nadie contando batallitas. Dejemos aquí, pues, lo de las colas y pasemos a los desalojos.
En Heliópolis han procedido al desalojo de un piso porque había allí mas de cinco mil libros. Cinco mil libros, la verdad, no parece una cifra tan peligrosa, pero al parecer los vecinos han atribuído grietas en sus techos al peso excesivo de los volúmenes. La policía local ha sido la encargada del desalojo. La verdad, una medida tan extrema parece mas propia de aquella película de anticipación, Fharenheit 451, en la que la policía quemaba las bibliotecas en la plaza pública, por que el libro era considerado un objeto subversivo y peligroso, que de un país que tiene uno de los índices de lectura mas mejorables del continente europeo.
Además, un colectivo okupa ha sido desalojado de la casa que ocupaba en el Cabanyal, en la calle San Pedro, 11, según informa “Levante”, como parte de una acción mas amplia que incluye otras medidas, de las que ahora hablaremos.
Si hablamos de desalojos, se lleva la palma USA, donde los habitantes de las casas hipotecadas que no pueden hacer frente a sus hipotecas, están metiendo las llaves en un sobre que envían a las entidades financieras y luego desaparecen, sin que se sepa cual es su nuevo destino, aunque cabe imaginarlo. Lo probable es que, en la mayoría de los casos, sea la calle.
Aquí, la medida de Zapatero de facilitar una ayuda de quinientos euros a quienes tienen hipoteca, y no tienen ingresos suficientes para atenderla, ha sido contestada por un vocero de la radio de los obispos, con el argumento de que solo alargará su agonía financiera. Cada uno tiene un punto de vista. En USA, las minorías mas desasistidas que han votado a Obama, seguro que no opinan como Jiménez Losantos y estarán expectantes ante las medidas que tome. A ver que pasa.
El desalojo del Cabanyal, al que me he referido, se inscribe en un plan de demoliciones de cinco casas, pero en la lista hay hasta 99. Al parecer, una sociedad mercantil, Cabanyal 2010, que en sus inicios fue una sociedad mixta, formada por promotores y administración, ha sido abandonada por los promotores, por lo que, ahora mismo, la única responsable de los desalojos y las demoliciones es la administración.
Mas nos valdría, en lugar de demoler casas en un barrio que tiene un trama vecinal y convivencial muy arraigada, hacerlo en los numerosos desiertos urbanísticos que han surgido como los hongos en lugares del territorio que nunca debieron ser ocupados. Pero la demolición, como otras medidas políticas, suele ser selectiva y está en relación con el grado de influencia política de los desalojados, y su capacidad de oponerse a quienes los desalojan.
Lo que nos lleva de nuevo a Obama. Para cumplir algunas de sus promesas, antes tendrá que demoler los muros de un sistema refractario, cuyos mas conspicuos representantes se van a oponer a su desalojo. Como ese muro ofrece algunas grietas por la crisis financiera, no será difícil meter el pico comenzando por el flanco mas castigado por el derrumbe parcial del sistema, pero ese muro es muy grande, por lo que habrá que esperar a ver hasta donde llega la capacidad de demoler lo viejo y construir lo nuevo.
Lohengrin. 5-11-08.
En Heliópolis las colas florecen también. Un fenómeno igualmente sin precedentes recientes. En este caso se trata de las colas del Inem, encargado del registro del desempleo, como en el resto del país, aunque en unos sitios, las colas son mas largas que en otros. El vocero de los patronos, representante de la CEOE, ha dicho –eso me ha parecido entender-- que su servicio de estudios estima que los parados llegarán a tres millones. Teniendo en cuenta que ya exceden, ahora, de los dos millones ochocientos mil, uno no entiende la necesidad de mantener un servicio de estudios, que dice cosas tan obvias.
Hay otras colas igual de frecuentadas que las del Inem. Son las de los juzgados que se ocupan de los concursos de acreedores que afectan a las empresas con dificultades financieras, eufemismo que sustituye a la antigua ley de suspensión de pagos. Aunque, en la práctica, los juzgados que entienden de esos asuntos poco pueden hacer, aparte de expedir el oportuno certificado de defunción a las empresas por su muerte súbita, formalmente, los acreedores pueden personarse en esos procedimientos concursales, con la esperanza de cobrar algo, como quien juega a la lotería.
Cuando yo era niño, eran frecuentes las colas para todo, pero no voy a aburrir a nadie contando batallitas. Dejemos aquí, pues, lo de las colas y pasemos a los desalojos.
En Heliópolis han procedido al desalojo de un piso porque había allí mas de cinco mil libros. Cinco mil libros, la verdad, no parece una cifra tan peligrosa, pero al parecer los vecinos han atribuído grietas en sus techos al peso excesivo de los volúmenes. La policía local ha sido la encargada del desalojo. La verdad, una medida tan extrema parece mas propia de aquella película de anticipación, Fharenheit 451, en la que la policía quemaba las bibliotecas en la plaza pública, por que el libro era considerado un objeto subversivo y peligroso, que de un país que tiene uno de los índices de lectura mas mejorables del continente europeo.
Además, un colectivo okupa ha sido desalojado de la casa que ocupaba en el Cabanyal, en la calle San Pedro, 11, según informa “Levante”, como parte de una acción mas amplia que incluye otras medidas, de las que ahora hablaremos.
Si hablamos de desalojos, se lleva la palma USA, donde los habitantes de las casas hipotecadas que no pueden hacer frente a sus hipotecas, están metiendo las llaves en un sobre que envían a las entidades financieras y luego desaparecen, sin que se sepa cual es su nuevo destino, aunque cabe imaginarlo. Lo probable es que, en la mayoría de los casos, sea la calle.
Aquí, la medida de Zapatero de facilitar una ayuda de quinientos euros a quienes tienen hipoteca, y no tienen ingresos suficientes para atenderla, ha sido contestada por un vocero de la radio de los obispos, con el argumento de que solo alargará su agonía financiera. Cada uno tiene un punto de vista. En USA, las minorías mas desasistidas que han votado a Obama, seguro que no opinan como Jiménez Losantos y estarán expectantes ante las medidas que tome. A ver que pasa.
El desalojo del Cabanyal, al que me he referido, se inscribe en un plan de demoliciones de cinco casas, pero en la lista hay hasta 99. Al parecer, una sociedad mercantil, Cabanyal 2010, que en sus inicios fue una sociedad mixta, formada por promotores y administración, ha sido abandonada por los promotores, por lo que, ahora mismo, la única responsable de los desalojos y las demoliciones es la administración.
Mas nos valdría, en lugar de demoler casas en un barrio que tiene un trama vecinal y convivencial muy arraigada, hacerlo en los numerosos desiertos urbanísticos que han surgido como los hongos en lugares del territorio que nunca debieron ser ocupados. Pero la demolición, como otras medidas políticas, suele ser selectiva y está en relación con el grado de influencia política de los desalojados, y su capacidad de oponerse a quienes los desalojan.
Lo que nos lleva de nuevo a Obama. Para cumplir algunas de sus promesas, antes tendrá que demoler los muros de un sistema refractario, cuyos mas conspicuos representantes se van a oponer a su desalojo. Como ese muro ofrece algunas grietas por la crisis financiera, no será difícil meter el pico comenzando por el flanco mas castigado por el derrumbe parcial del sistema, pero ese muro es muy grande, por lo que habrá que esperar a ver hasta donde llega la capacidad de demoler lo viejo y construir lo nuevo.
Lohengrin. 5-11-08.
martes, 4 de noviembre de 2008
SEGUNDONES
La prensa del día no habla de otra cosa. Obama y Mc Cain, Mc Cain y Obama. Ni una línea dedicada a los candidatos a la vicepresidencia, a pesar de que las tragedias griegas, y la historia de la humanidad, se nutren a menudo de personas que no estaban en primera línea, sino en la sombra, pero fueron determinantes en acontecimientos cruciales, como la revolución francesa, la suerte de los zares, las conjuras monárquicas y las de los gobiernos formalmente democráticos, como fue el caso de López Rega en Argentina, conocido como el Brujo. Claro que las elecciones de hoy en USA se llaman Presidenciales, por algo será.
A lo largo de la campaña, hemos visto un cierto protagonismo de la candidata a la vicepresidencia de los republicanos, Palin, pero Obama ha oscurecido completamente la figura de Biden, su segundo.He tenido que explorar Casa América, una página en Internet, para saber algo de ese desconocido.
Josep Biden JR, --vaya, otro niño, representante de una saga, aunque en este caso con una dilatada experiencia política-- tiene 65 años, es blanco, católico, y jefe del Comité de Relaciones Exteriores del senado, votó a favor de la guerra de Irak, y hace 36 años que ejerce como parlamentario. Un hombre del aparato, como decimos aquí, o si lo prefieren del sistema. Un contrapeso al mensaje de renovación y cambio que lanza Obama.
Así como los republicanos han descargado parte del peso de su campaña en Palin, de la información que recibimos aquí no se desprende que Obama haya hecho lo mismo con Biden. Tal vez, la necesidad de no distraer a los electores le ha llevado a concentrar todos los medios en un mensaje y un candidato único.
Mc Cain tiene 71 años, Obama no ha alcanzado los cincuenta. Esa puede ser una razón para el distinto énfasis que cada uno ha puesto en su estrategia. Pero ese argumento tiene una debilidad, los años que contamos son los que ya no tenemos, y nada sabemos de cuantos nos quedan por cumplir.
Lyndon Johnson llegó a la presidencia desde su oscuridad de segundón cuando alguien le acortó a J.F. Kennedy su trayectoria vital y política. Por eso, la figura del vicepresidente cobra una importancia decisiva, porque sabemos quien comienza una legislatura, pero no quien la tendrá que acabar.
Le deseo a Obama larga vida, y le prefiero a Mc Cain para arreglar los desastres en que Bush JR nos ha metido, pero como la historia ha demostrado en múltiples ocasiones que los segundos, quienes brillan menos, acaban por ser los depositarios del poder, porque los caminos para alcanzarlo son así de retorcidos, interesa mucho la personalidad y el historial del segundo de a bordo, no vaya a ser que, deslumbrados por el brillo que emite el candidato, se nos escape la figura oscurecida de quien, por azar, podría sucederle.
Y lo que veo en el candidato a la vicepresidencia de los demócratas es algo bastante opuesto a lo que predica Obama. Así como el aspirante a presidente parece un hombre ligado a su partido, pero con una cierta independencia, ajeno a sagas y fórmulas hereditarias de clan, tan presentes en la historia política de Estados Unidos, Biden es una genuína representación del sistema que se quiere renovar, por lo que, si por alguna razón, alcanzara la presidencia, o incluso desde su puesto de vice, su influencia llegara a ser determinante, todas las esperanzas de renovación de un sistema que parece algo gastado, podrían quedar en nada.
Es la manía de los políticos modernos, quieren jugar en todos los terrenos, van a por los votos de la izquierda, del centro y de la derecha. Al final, pierden su identidad, en su afán por no molestar. Por llegar a los electores que no piensan como ellos, tratan de convencerlos de que ellos, los candidatos, piensan como esos electores, en principio, distantes de sus planteamientos políticos. Obama ha mantenido una coherencia en su mensaje de cambio, tal vez por eso, la suma de Biden a su candidatura, va dirigida a los enterados, a los sectores mas informados, con intereses mas sólidos en el sistema, pero no se ha hecho llegar a los votantes de a pie con la misma intensidad con la que los republicanos han exhibido a Palin.
Otra opción hubiera sido una candidatura de los demócratas a la vicepresidencia, mas independiente, menos ligada al sistema, del que se dice que se pretende renovarlo. Pero en los tiempos que corren, los políticos no van solo a por los votos, quieren todos los votos. Los liberales, los progresistas y los conservadores. Así es como funciona, y Biden es, al parecer, la figura encargada de captar los votos de quienes desconfían del cambio.
Bueno, por lo menos ahora ya lo sabemos, aunque para averiguarlo hay que consultar una página de Internet, Casa América, porque en los diarios generalistas, con tanto Obama y Mc Cain, Mc Cain y Obama, los árboles no te dejan ver el bosque.
Lohengrin. 4-11-08.
A lo largo de la campaña, hemos visto un cierto protagonismo de la candidata a la vicepresidencia de los republicanos, Palin, pero Obama ha oscurecido completamente la figura de Biden, su segundo.He tenido que explorar Casa América, una página en Internet, para saber algo de ese desconocido.
Josep Biden JR, --vaya, otro niño, representante de una saga, aunque en este caso con una dilatada experiencia política-- tiene 65 años, es blanco, católico, y jefe del Comité de Relaciones Exteriores del senado, votó a favor de la guerra de Irak, y hace 36 años que ejerce como parlamentario. Un hombre del aparato, como decimos aquí, o si lo prefieren del sistema. Un contrapeso al mensaje de renovación y cambio que lanza Obama.
Así como los republicanos han descargado parte del peso de su campaña en Palin, de la información que recibimos aquí no se desprende que Obama haya hecho lo mismo con Biden. Tal vez, la necesidad de no distraer a los electores le ha llevado a concentrar todos los medios en un mensaje y un candidato único.
Mc Cain tiene 71 años, Obama no ha alcanzado los cincuenta. Esa puede ser una razón para el distinto énfasis que cada uno ha puesto en su estrategia. Pero ese argumento tiene una debilidad, los años que contamos son los que ya no tenemos, y nada sabemos de cuantos nos quedan por cumplir.
Lyndon Johnson llegó a la presidencia desde su oscuridad de segundón cuando alguien le acortó a J.F. Kennedy su trayectoria vital y política. Por eso, la figura del vicepresidente cobra una importancia decisiva, porque sabemos quien comienza una legislatura, pero no quien la tendrá que acabar.
Le deseo a Obama larga vida, y le prefiero a Mc Cain para arreglar los desastres en que Bush JR nos ha metido, pero como la historia ha demostrado en múltiples ocasiones que los segundos, quienes brillan menos, acaban por ser los depositarios del poder, porque los caminos para alcanzarlo son así de retorcidos, interesa mucho la personalidad y el historial del segundo de a bordo, no vaya a ser que, deslumbrados por el brillo que emite el candidato, se nos escape la figura oscurecida de quien, por azar, podría sucederle.
Y lo que veo en el candidato a la vicepresidencia de los demócratas es algo bastante opuesto a lo que predica Obama. Así como el aspirante a presidente parece un hombre ligado a su partido, pero con una cierta independencia, ajeno a sagas y fórmulas hereditarias de clan, tan presentes en la historia política de Estados Unidos, Biden es una genuína representación del sistema que se quiere renovar, por lo que, si por alguna razón, alcanzara la presidencia, o incluso desde su puesto de vice, su influencia llegara a ser determinante, todas las esperanzas de renovación de un sistema que parece algo gastado, podrían quedar en nada.
Es la manía de los políticos modernos, quieren jugar en todos los terrenos, van a por los votos de la izquierda, del centro y de la derecha. Al final, pierden su identidad, en su afán por no molestar. Por llegar a los electores que no piensan como ellos, tratan de convencerlos de que ellos, los candidatos, piensan como esos electores, en principio, distantes de sus planteamientos políticos. Obama ha mantenido una coherencia en su mensaje de cambio, tal vez por eso, la suma de Biden a su candidatura, va dirigida a los enterados, a los sectores mas informados, con intereses mas sólidos en el sistema, pero no se ha hecho llegar a los votantes de a pie con la misma intensidad con la que los republicanos han exhibido a Palin.
Otra opción hubiera sido una candidatura de los demócratas a la vicepresidencia, mas independiente, menos ligada al sistema, del que se dice que se pretende renovarlo. Pero en los tiempos que corren, los políticos no van solo a por los votos, quieren todos los votos. Los liberales, los progresistas y los conservadores. Así es como funciona, y Biden es, al parecer, la figura encargada de captar los votos de quienes desconfían del cambio.
Bueno, por lo menos ahora ya lo sabemos, aunque para averiguarlo hay que consultar una página de Internet, Casa América, porque en los diarios generalistas, con tanto Obama y Mc Cain, Mc Cain y Obama, los árboles no te dejan ver el bosque.
Lohengrin. 4-11-08.
lunes, 3 de noviembre de 2008
BIOMECATRÓNICA
Esa rara palabra que titula la entrada de hoy, encontrada en el Magazine que acompañaba el “Levante” de ayer, dedicado a Estados Unidos, se refiere a la Biomecánica mejorada con la electrónica, evoca los ingenios protésicos de la ortopedia de toda la vida, pero también es una puerta abierta a las aplicaciones robóticas de última generación y nombra, además, un departamento del MIT, que es el objeto del reportaje.
Gracias a los esfuerzos en investigación biomecatrónica, dentro de unos años se podrá sustituir cualquiera de nuestros apéndices corporales, por un ingenio implantado que realizará las funciones que el paso del tiempo haya dejado disminuidas en nuestra naturaleza. Imaginen lo que eso puede suponer para los seductores añosos cuya potencia viril ya no acompaña sus impulsos donjuanescos. Una revolución.
El Instituto Tecnológico de Massachusetts está considerado como la quinta mejor universidad del mundo, y la primera especializada en tecnología. Quienes, a veces con demasiada ligereza, tratamos el declive financiero de Estados Unidos como si anunciara el futuro de una potencia en peligro de extinción, a veces no consideramos suficientemente que ese país, que representaba a finales del siglo XX el 5% de la población mundial, producía el 50% de la investigación, o que su Producto Nacional Bruto todavía es mas de cuatro veces el de China y que se estima que, dentro de veinte años, el PIB chino aún no alcanzará la mitad del de USA.
Cuando aquí, en España, reclamamos un sillón en el G no sé que, aduciendo que somos la octava potencia económica mundial, se nos olvida que ese título es un mero producto que sale de nuestra dimensión demográfica. Es obvio que el consumo, y la producción para satisfacerlo, de 45 millones de habitantes, da un PIB elevado, pero en nuestro caso está mas vinculado al tamaño de nuestra economía, que a su productividad.
En cuanto desciendes al detalle de datos no económicos, por ejemplo la calidad de nuestro sistema educativo, el famoso puesto octavo no se sostiene. Esa es una de las razones de la baja productividad de la economía española. Un país que, cada vez que cambia un gobierno central, sufre una ley de educación nueva que trastorna el sistema educativo, sin mejorarlo, y donde los gobiernos autonómicos se pasan por el forro la legislación nacional en materia educativa, con total impunidad, no puede considerarse la octava potencia del mundo mundial.
Hasta que no se haga un pacto de Estado para evitar que la Educación esté sujeta a los intereses a corto plazo de cada bando, y sea utilizada por unos y otros con fines partidistas, no podremos salir al mundo con la solidez de una potencia media, no solo medida con indicadores económicos, sino con la validez de los indicadores sociales y educacionales.
Mas nos valdría ocuparnos, durante la próxima década, de la calidad, en lugar de la cantidad. Cuando nuestros índices de lectura, el nivel de nuestro sistema educativo, los recursos dedicados a la investigación y a las universidades, cuyos rectores andan protestando ahora por los recortes de sus presupuestos, se pongan a la altura que le corresponde a la octava potencia económica mundial,seguramente, el mal endémico que la acompaña, la falta de productividad, mejorará.
Pero, claro, eso sería hacer política a largo plazo, y ¿A quien le interesa el largo plazo?, Menos aún, ahora, con el clima de crisis que nos envuelve. Aquí, el plazo que se contempla en la toma de decisiones, es el horizonte hasta las siguientes elecciones. Y el lema temporal que marca las grandes cuestiones de Estado suele ser, con demasiada frecuencia, después de mí, el diluvio.
Menos mal que ese país del que estamos escribiendo ahora que tal vez va a entrar en decadencia, se ocupa de las grandes cuestiones, como por ejemplo, la Biomecatrónica.
En fin. Biomecatrónica. Vaya palabro, no?
Lohengrin. 3-11-08.
________________________________
He recibido un comentario, no muy elogioso, aunque muy tardío, sobre el contenido de esta pagina. Lo publico porque, el anterior, me parece demasiado elogioso, y está bien recoger, opiniones, incluso insultos, contradictorios. 31-08-12. Lohengrin.
Gracias a los esfuerzos en investigación biomecatrónica, dentro de unos años se podrá sustituir cualquiera de nuestros apéndices corporales, por un ingenio implantado que realizará las funciones que el paso del tiempo haya dejado disminuidas en nuestra naturaleza. Imaginen lo que eso puede suponer para los seductores añosos cuya potencia viril ya no acompaña sus impulsos donjuanescos. Una revolución.
El Instituto Tecnológico de Massachusetts está considerado como la quinta mejor universidad del mundo, y la primera especializada en tecnología. Quienes, a veces con demasiada ligereza, tratamos el declive financiero de Estados Unidos como si anunciara el futuro de una potencia en peligro de extinción, a veces no consideramos suficientemente que ese país, que representaba a finales del siglo XX el 5% de la población mundial, producía el 50% de la investigación, o que su Producto Nacional Bruto todavía es mas de cuatro veces el de China y que se estima que, dentro de veinte años, el PIB chino aún no alcanzará la mitad del de USA.
Cuando aquí, en España, reclamamos un sillón en el G no sé que, aduciendo que somos la octava potencia económica mundial, se nos olvida que ese título es un mero producto que sale de nuestra dimensión demográfica. Es obvio que el consumo, y la producción para satisfacerlo, de 45 millones de habitantes, da un PIB elevado, pero en nuestro caso está mas vinculado al tamaño de nuestra economía, que a su productividad.
En cuanto desciendes al detalle de datos no económicos, por ejemplo la calidad de nuestro sistema educativo, el famoso puesto octavo no se sostiene. Esa es una de las razones de la baja productividad de la economía española. Un país que, cada vez que cambia un gobierno central, sufre una ley de educación nueva que trastorna el sistema educativo, sin mejorarlo, y donde los gobiernos autonómicos se pasan por el forro la legislación nacional en materia educativa, con total impunidad, no puede considerarse la octava potencia del mundo mundial.
Hasta que no se haga un pacto de Estado para evitar que la Educación esté sujeta a los intereses a corto plazo de cada bando, y sea utilizada por unos y otros con fines partidistas, no podremos salir al mundo con la solidez de una potencia media, no solo medida con indicadores económicos, sino con la validez de los indicadores sociales y educacionales.
Mas nos valdría ocuparnos, durante la próxima década, de la calidad, en lugar de la cantidad. Cuando nuestros índices de lectura, el nivel de nuestro sistema educativo, los recursos dedicados a la investigación y a las universidades, cuyos rectores andan protestando ahora por los recortes de sus presupuestos, se pongan a la altura que le corresponde a la octava potencia económica mundial,seguramente, el mal endémico que la acompaña, la falta de productividad, mejorará.
Pero, claro, eso sería hacer política a largo plazo, y ¿A quien le interesa el largo plazo?, Menos aún, ahora, con el clima de crisis que nos envuelve. Aquí, el plazo que se contempla en la toma de decisiones, es el horizonte hasta las siguientes elecciones. Y el lema temporal que marca las grandes cuestiones de Estado suele ser, con demasiada frecuencia, después de mí, el diluvio.
Menos mal que ese país del que estamos escribiendo ahora que tal vez va a entrar en decadencia, se ocupa de las grandes cuestiones, como por ejemplo, la Biomecatrónica.
En fin. Biomecatrónica. Vaya palabro, no?
Lohengrin. 3-11-08.
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He recibido un comentario, no muy elogioso, aunque muy tardío, sobre el contenido de esta pagina. Lo publico porque, el anterior, me parece demasiado elogioso, y está bien recoger, opiniones, incluso insultos, contradictorios. 31-08-12. Lohengrin.
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