domingo, 30 de noviembre de 2008

LA MANI

Ayer, mas de cuarenta mil personas –estuve allí y las conté-- se manifestaron en las calles de Heliópolis contra la política educativa del Consell de Camps. En la página “Educación” del 2-11-08
aludía a que “muchos ciudadanos estamos hasta los huevos de la política educativa de Camps, aunque no solo de la educativa”, sin embargo, ayer, Camps, estuvo ausente y no fue el objetivo de esa protesta, que se centró en la persona del “ninot” Font de Mora que le sirve de pantalla, seguramente porque aunque la marcha de ayer fue la expresión de un movimiento cívico, también tenía un componente sectorial, mas que político, y tal vez por eso los lemas que se coreaban y los mensajes de las pancartas se centraron en el jefe de la burocracia educativa del Consell, sin mencionar en ningún momento al primer responsable del desaguisado en que se ha convertido la educación pública en Heliópolis. Francisco Camps.


Lo que sucedió ayer tiene múltiples lecturas. Una de ellas es que ese acto sirvió para cuantificar el número de descontentos. Font de Mora lo hizo antes de su celebración, con el peregrino argumento de que la comunidad educativa en Heliópolis incluye mas de un millón de personas, y que unos cuantos miles no pueden atribuirse su representación, ignorando que la participación masiva de sindicatos, asociaciones, enseñantes y directivos de centros, alumnos y padres de alumnos, con su incontestable legitimidad representativa de toda la comunidad educativa, que se han ganado en un trabajo de meses que ha incluido debates, elaboración de documentos, puesta en común de distintas posiciones, discusiones y asambleas, no es una improvisación, como la ocurrencia de Camps que ha precipitado el conflicto, sino la manifestación de un movimiento cívico amplio, cuyo impulso se hace visible ahora.

Contra esa realidad, nada pueden la mezquina manipulación de las cifras de asistencia, la Policía Local la cifró en 12.000, ja, ja, ja..., pero, que capullos.. y la mirada estrábica hacia otro lado de Canal 9, un ejemplo miserable de sumisión de los directivos de una televisión pública que pagamos todos, a los intereses del partido que gobierna, mal, con la mayoría de los votos, eso sí. La cuestión es, ¿hasta cuando?. Como dijo aquel parlamentario norteamericano, “se puede engañar a alguien todo el tiempo, se puede engañar a todos durante algún tiempo, pero no se puede engañar a todos, todo el tiempo.”

El perfil de Paco Camps, tan eclesial, algo aguileño y afilado, encajaría muy bien entre los cortinajes del Vaticano, pero este meapilas disfrazado de político moderno, pasa demasiadas horas entre sotanas y confunde sus preferencias y creencias con las del conjunto de la población, mas diversa y secularizada que el modelo educativo que trata de imponer, a través de su lacayo, que ayer, erróneamente a mi parecer, fue el único objetivo de las protestas cívicas.

Mas de un millón de personas, si, toda la comunidad educativa, está en pie de guerra contra las arbitrariedades y las insuficiencias que han deteriorado la educación pública en Heliópolis, soliviantando a tantas personas, y el coste político final de esa combinación absurda de torpeza y prepotencia que ha exhibido Font de Mora, con su obediente subordinación a las ocurrencias de Camps, todavía está por determinar, pero el acto de ayer parece significar que la etapa de impunidad del gobierno de Camps en Heliópolis, está comenzando a declinar.

Ahora, falta por ver la capacidad de rectificación de los propios errores de este gobierno ocurrente y prepotente. Si son capaces de reconocer la realidad y gobernar el sistema educativo teniendo en cuenta las verdaderas necesidades de la comunidad educativa, no a través de las prioridades que les marca la influencia de la Iglesia, con la que, aparentemente, Camps comparte tantas horas de reflexión estratégica, tal vez consigan desactivar las protestas y recuperar una cierta normalidad.

Si, por el contrario, piensan que la impunidad de la que hasta ahora han gozado, apoyada en las mayorías absolutas del voto acrítico que han sabido atraerse, va a durar eternamente, cometerán, a mi juicio, un error político de bulto, que se puede saldar con la pérdida de esas mayorías.

Si Santa Margarita, la de la llaga abierta, ayuda a la oposición a salir del marasmo en el que permanece adormecida, tal vez lo veamos en las próximas elecciones. Mientras eso sucede, si es que sucede alguna vez, no estaría de mas que las fuerzas opositoras volcaran todo su esfuerzo en elaborar una alternativa sólida, ya que oposición, lo que se dice oposición, no se nota que hagan mucha, ni muy eficaz.

Por cierto, en la foto que saca hoy "Levante" en primera, la plaza de la Virgen aparece ocupada por una muchedumbre. Reconozco a mi mujer, toda de amarillo, con su cabello rubio y su chaquetón amarillo claro. También vi, en la marcha, a mis hijos y a mi nieto de tres años. En ese momento, el de la foto, por los altavoces informaban que la cola de la marcha aún estaba en San Agustín. Y aún dicen que éramos 12.000, ja,ja,ja.

LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 30-11-08.

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