domingo, 30 de agosto de 2009

LA OTRA FRASE

“Dialogaré con los afectados por la Ley de Dependencia”. La frase es de Such, la flamante nueva consellera de Bienestar Social y, como su apellido, es muy jugosa. Nótese que no dice “Afectados por la Dependencia”, sino “Afectados por la Ley”, lo que parece un reconocimiento inconsciente del nefasto efecto que ha producido la aplicación de esa Ley en Heliópolis.

Por otra parte, la intención de diálogo es positiva para los dependientes, sobre todo si en la primera manifestación de ese diálogo se pone sobre la mesa algo así. “ Antes de un mes, se librarán los fondos necesarios para las atenciones sociales mas urgentes, entre otras volver a pagar las antiguas pensiones de minusvalía que han quedado cercenadas por el cambio legislativo”.

Una parte nada despreciable de las leyes son las disposiciones adicionales y transitorias. Hubiera bastado una disposición adicional para evitar que muchos beneficiarios del régimen anterior de ayudas se quedaran sin pensión por una mala aplicación de las nuevas. Pero las leyes, aún siendo malas, pueden mejorar o empeorar aún mas en el recorrido de su aplicación.

En esto, en la aplicación de la Ley de Dependencia somos los primeros del pelotón de los torpes. Navarra, por ejemplo, a pesar de las dificultadas que siempre plantea la aplicación de una ley nueva, no siempre bien redactada y estructurada, no ha convertido esa Ley en un rodillo contra los dependientes, sino que los ha seguido atendiendo, y mejorando su atención. No creo que una emigración masiva de nuestros dependientes a Navarra, sea la solución. Mejor que Such se de un paseo por allí y vea como lo hacen.

Por otra parte, hay que preguntarse, ¿Que es eso de la dependencia? Los legisladores, en su afán por evadirse de un término peyorativo, minusvalía, han echado mano de un eufemismo demasiado general, porque todos tenemos límites de los que dependemos, por no hablar de otras dependencias, relacionadas con las adicciones, donde este título legislativo hubiera encajado mejor.

Es comprensible su intento, fallido, de encontrar una palabra mejor para describir la diferencia de los afligidos, porque,¿ Como vas a nombrar como minusvalía a la condición genérica de un colectivo donde abundan los individuos que baten récords paraolímpicos, actúan con éxito en los teatros, componen e interpretan música, o son avanzados exponentes de la cultura Hip-Hop, divulgadores del Rap y DJ de éxito?

Es cierto que, en ese colectivo, hay una gran mayoría que por la gravedad de sus limitaciones, no pueden aspirar a una vida tan plena. Para ellos se supone que se legisló sobre la dependencia, pero esa ley aquí, fue a caer en tan malas manos, que es un clamor social la protesta por el detestable modo de aplicarla. Hasta el punto de que Such, la flamante nueva consellera que ha asumido las competencias de Bienestar Social, habla de afectados por la Ley, no por la dependencia.

En fin. Dependencia. Todos somos dependientes, no? Unos mas que otros.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 30-08-09.

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