He bajado al Maravillas a esa hora mágica en la que los rayos solares todavía no inciden directamente sobre el mínimo bosque urbano que decora esta parte del barrio y me he dejado acariciar por la suave luz que predispone mi ánimo a ver el mundo de un modo mas amable.
Cada año, al declinar la primavera, dedico una página a saludar la llegada del verano, que a veces asocio a la tendencia de los cuerpos femeninos a mostrar de un modo mas franco y desinhibido la carnalidad de sus encantos. Anoche no pude ver la luna roja del eclipse desde mi ventana, porque aparecía eclipsada por unas nubes inoportunas, pero ya próxima la noche de San Juan, que marca el comienzo astronómico del estío, vuelvo a mi rutina anual de salutación.
Prescindo por un día de dedicar la entrada del blog a algo de lo que todo el mundo habla hoy, la estrafalaria imagen de Artur Mas descendiendo de un helicóptero sobre el Parlament catalá, una imagen que evoca las pelis sobre la guerra de Vietnam, y todo lo demás sucedido ayer, con el protagonismo de provocadores, infiltrados y oportunistas, que han complicado la percepción ciudadana que se tenía del movimiento 15M, al menos la mía. Otro día me extenderé sobre el tema aunque, anoche, Buenafuente hizo un breve y atinado resumen desde su programa de la Sexta.
Vuelvo al tema, el 'Levante' de hoy incluye una información del centro de estudios sobre el clima que se ocupa de hacer predicciones a un plazo mas largo que las que nos ofrecen los meteorólogos a diario y, al parecer, el verano que nos va a visitar de manera inminente será fresco y húmedo, lo que no excluye episodios de calor extremo. Intuyo que hoy va a ser uno de esos días muy calurosos, a pesar de que aún no estamos en el centro del estío. Me he puesto cinturón y he relegado los tirantes
hasta nueva orden, y prescindo de la camiseta de tirantes estilo imperio ¿de que imperio?, para vestirme de un modo mas ligero, en legítima defensa.
Fresco y húmedo son dos calificativos que vienen al pelo para construir la metáfora con la que, después de tanta divagación, voy a centrar mi saludo al verano de este año.
(...)
Llamamos, de segundo nombre, Verano, al vecino de la treinta y siete, porque, en cualquier época del año, bajo un régimen de lluvias o en tiempo seco, aunque caiga nieve o granizo, este vecino, de edad indefinida, siempre va vestido con una camiseta azul celeste, con una leyenda en letras blancas en inglés
que no se lo que dice, y un pantalón ligero, azul marino, que no es un vaquero, sino una versión actualizada de aquella prenda mítica.
La calificación de fresco y húmedo del centro de estudios del clima que se refiere al verano climatológico, le viene que ni pintada a nuestro vecino, Verano. Que es un fresco, una versión suave de sinvergüenza, lo suscribirían todas las mujeres del barrio, porque se dice que este hombre excesivo mira a las mujeres con un descaro
inapropiado para su edad, aunque nadie sabe la que es, su edad, y su lengua siempre
se muestra demasiado ligera y viene a ser la versión oral del atrevimiento de su mirada.
En alguna reunión comunitaria a la que Verano no asistió, alguna vecina ha comentado, en voz no tan baja que no permitiera escuchar el comentario, la condición húmeda del vecino de la treinta y siete quien, al parecer, ha deslizado al oído de alguna vieja conocida una grosería de tal dimensión que solo podía proceder de una actividad hormonal húmeda, provocando un visible enrojecimiento de su rostro.
Hay consenso entre los vecinos de que Verano es un tipo inofensivo, mas allá de sus inconveniencias verbales, y por eso se le soporta, sin mayores protestas, pero también de que es un tipo fresco y húmedo, aunque en ocasiones su actitud anacrónica, impropia de su edad aparente, aunque nadie sabe cual es, produzca una molestia semejante a la de esos días del estío que producen una sensación húmeda y pegajosa, de la que no te puedes librar.
Es una buena noticia que el inminente verano vaya a ser, según quienes se dedican a las predicciones del clima, fresco y húmedo, en general.
Las predicciones, no obstante, están sujetas a cambios impredecibles en las condiciones que las sustentan, pero hay otras variables, que se repiten todos los años, y no suelen fallar.
Los cambios en el vestuario de hombres y mujeres, presentan una variante tan liviana del vestido, que la geografía anatómica de los cuerpos, mas o menos juveniles, amplia su exposición a la vista de todos, los indiferentes, y los frescos y húmedos, como nuestro vecino de la treinta y siete, y esa fiesta de la vida veraniega, a la que todos estamos invitados, es una celebración del estío que tendrá su cita simbólica en la próxima noche de San Juan.
No acudiré a esa cita, pero, de momento, hago uso del cinturón, prescindo de los tirantes y me despido de la camiseta de tirantes hasta el otoño. Hoy me he puesto una camiseta de manga corta, azul celeste, y un vaquero renovado, como mi vecino de la treinta y siete. Es mi modesta respuesta a la inminencia del verano.
Feliz verano a todos, los que pasan por el blog y los que no. El verano es una fiesta y hay que estar presente, cada uno como puede. Carpe Diem. Disfruta el día. Disfruta el verano.
En fin. Fresco y Húmedo.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 16-06-11.
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