lunes, 6 de junio de 2011

LA QUIEBRA

La quiebra es un concepto que tiene su origen en el ámbito mercantil, y se refiere a la insuficiencia de patrimonio neto para hacer frente a las deudas. El patrimonio neto es la diferencia entre los bienes materiales y derechos de cobro de una mercantil y lo que debe a terceros. Cuando esta diferencia es negativa, estamos ante una situación de quiebra.

Una sociedad mercantil puede tener patrimonio negativo, por haber consumido su capital (su patrimonio) por las pérdidas acumuladas, y sin embargo no tener deudas, porque las ha pagado. En este caso, el perjuicio de la situación de quiebra recae, únicamente, sobre sus socios, no sobre terceros. Se puede dar el caso inverso, que el Ente mercantil conserve un patrimonio sustancial, pero carezca de la capacidad de pago para atender los vencimientos de sus deudas. Esta última es, me parece, la situación de la Generalitat Valenciana que, aunque tiene relaciones mercantiles a través de las muchas empresas que ha creado, sigue siendo un Ente Público.

(No hagan mucho caso de todo esto, porque yo solo soy un internauta curioso, no un experto jurista, lo mejor es que si quieren saber algo sobre el tema, consulten un manual actualizado de Derecho Mercantil). Si comienzo así la entrada, es por dar una aparente seriedad a la respuesta de la pregunta que se hace Gregorio Martín hoy en 'Levante' ¿Está en quiebra la Generalitat Valenciana?.

En principio, dado que la Generalitat es un Ente Público, no Mercantil, aunque sostenga relaciones mercantiles con las empresas que la proveen de productos y servicios, y no cobran, no parece adecuado aplicar un concepto jurídico del ámbito mercantil a un Ente Público.

Mas que hablar de quiebra, lo esencial aquí es el Endeudamiento, y la capacidad de pago de la Generalitat para hacer frente a sus numerosas y variadas deudas. Numerosas, porque son muchos los proveedores de productos y servicios, de muy diversos sectores, que no cobran. Variadas porque, además de esos proveedores, están los acreedores de los diversos títulos de deuda pública emitidos por la Generalitat
para obtener liquidez a corto plazo con la que atender esas deudas perentorias, a cambio de trasladar en el tiempo, a mas largo plazo, unos vencimientos que generan un elevado coste por intereses que, en el último trimestre, creo, han rebasado los doscientos millones de euros, lo que a su vez vez reduce la capacidad de atender los gastos ordinarios.

Lo que hay pues, es una espiral de endeudamiento, con el fin de obtener capacidad de pago a corto plazo que, por acumulación, produce el efecto de que la carga de la deuda a largo, los intereses, estrangule cada vez mas la tesorería y la capacidad de inversión del ente en manos del gobierno del PP.

La pregunta, en mi opinión, no es si la Generalitat está o no en quiebra, sino ¿Como es posible que un Ente Público con un patrimonio inmenso, con la capacidad de generar ingresos vía impuestos, haya llegado a una situación que se asemeja, aunque ni jurídica, ni contablemente lo sea, a la de la quiebra de las sociedades mercantiles?

La respuesta fácil, la crisis, que ha supuesto una disminución de ingresos para todos los gobiernos, central, locales y autonómicos, no parece suficiente. El menor consumo supone menos ingresos públicos en los impuestos indirectos, Iva, Especiales, etc, incluso en los directos, por menores rentas de los contribuyentes, pero, ¿que pasa con los otros instrumentos de recaudación fiscal, como los ha usado la Generalitat.? Veamos algunos ejemplos.

Un gobierno conservador eliminó el impuesto de actividades económicas, el de sucesiones. Los gobiernos locales, despojados de las fuentes de sus ingresos ordinarios, se vieron empujados a obtener sus ingresos de la actividad inmobiliaria
que los planes de uso del suelo promovieron como fuente exclusiva de esos ingresos.

Imputar a la crisis inmobiliaria la caída de esos ingresos, es ignorar las supresiones de impuestos que se hicieron en beneficio de las rentas mas altas, y en perjuicio de los entes municipales y autonómicos.

La crisis lleva ya tres años y pico instalada entre nosotros, y el gobierno de la Generalitat no ha hecho ningún movimiento para restaurar la capacidad recaudatoria
existente antes del pinchazo de la burbuja. Es mas, todavía insisten en lo mismo.
La única medida que han tomado para resolver sus graves problemas de capacidad de pago es el endeudamiento a largo plazo, sin utilizar la máquina recaudatoria que tienen a su disposición.

Leo en el 'Levante' de hoy que el Producto Interior Bruto de aquí no alcanza ni siquiera el 10% del total nacional. Esto en una Comunidad, cuyos parámetros demográficos, de desempleo, de endeudamiento, no se corresponden con ese PIB.
¿Que está pasando? ¿Estamos en quiebra?

No exactamente. Nuestros problemas de endeudamiento son una acumulación de decisiones políticas erróneas prolongadas en el tiempo. Las cuantiosas inversiones de prestigio realizadas en la última década, cuya financiación se ha confiado a la deuda futura, no a la capacidad de pago cuando se hicieron, son ahora una tira de cuero que estrangula el cuello de las finanzas públicas, aunque, eso si, han garantizado a los deudores, incluso de un modo abrumador en la última consulta electoral, las mayorías electorales.

Pueden prepararse esas mayorías electorales, a cambio del orgullo patrio de pertenecer, temporalmente, a una comunidad puntera en materia de arquitectura pública,o tomar café junto a Ecclestone y los millonarios de Boston en las grandes regatas, ahora están a punto de convertirse en ciudadanos de segunda, comparados con los de la Rioja, Navarra, el País Vasco, y otras comunidades administradas con mas 'seni'.

A los errores propios, se suman los ajenos. Según Paul Krugman, mantener una inflación de hasta el 4% y hacer una agresiva política pública anti cíclica para reforzar la demanda, son las medidas que debería acometer la Unión Europea para enfrentarse a la crisis. En lugar de eso, lo que hay es una política de estabilización, dirigida desde Alemania, que lo que mas estabiliza es la situación de crisis, que lleva camino de estancarse.

Las mayorías electorales que han pensado, no sin razones, que nada puede ser peor que la gestión de Zapatero, pueden prepararse para ver desmoronarse, no solo, los mas, la educación y la sanidad pública, sino, los menos, la demanda de los bienes y servicios que ofrecen sus empresas, su capacidad de cobro de lo que les adeuda la Generalitat.

¿Está la Generalitat en quiebra?. No. Si no cambia la política económica y financiera del gobierno del PP en Heliópolis, los que van directos a la quiebra son los empresarios y las familias que los han votado. Esto parece un panfleto, ¿no?,
sin embargo, solo habrá que esperar unos meses para valorarlo mejor.

En fin. La Quiebra.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM)6-06-11.

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