viernes, 3 de junio de 2011

LA BACTERIA MUTANTE

Nuestros intestinos constituyen una República de bacterias cabreadas, algunas han migrado procedentes de estómagos bovinos, y como los organismos huéspedes donde habitan, a su vez habitantes de una monarquía parlamentaria, incluyen individuos de una virulencia extraordinaria que buscan la destrucción del organismo que las acoge. Son las bacterias mutantes y nada tienen que ver con inmigrantes ni acampados, sino que se parecen mas bien, tras su extraordinaria mutación, a los neo historiadores que, con dinero público, nos ofrecen una versión mutante de nuestra bien conocida reciente historia.

(...)

El proceso de multiplicación celular de estas bacterias tiene singularidades. Ya sufrieron una extraordinaria mutación a finales de los setenta del pasado siglo, cuando, procedentes de un entorno de democracia orgánica tomaron la apariencia de demócratas de verdad, para integrarse, por medio de una asombrosa simbiosis, en un entorno nuevo que nada tenía que ver con el suyo de origen.

Aquel salto mutacional, un verdadero ejemplo de capacidad adaptativa, de supervivencia ante un entorno hostil, vuelve a producirse ahora pero, esta vez, con una dirección francamente regresiva, de vuelta a los orígenes.

Estos individuos, algo asociales, algo cabreados, parecen incapaces de reconocer las responsabilidades intelectuales e históricas, además de las materiales y criminales, de un régimen político que masacró, según todas las fuentes, mas de cien mil civiles, cuando ya había terminado la guerra, y al que ahora tratan de reivindicar en un libro histórico vomitivo, mientras al mismo tiempo la justicia internacional juzga a un general servio por genocidio, que se cargó a una décima parte del número de víctimas del general Franco, un tipo al que habríamos podido calificar de ridículo, por su tripita, su fajin, y su corta estatura, de no ser porque la conciencia de su propia insignificancia le llevó a afirmarse mediante el ejercicio del terror.

No son solo cuatro historiadores chalados los que, con dinero público, revindican de nuevo el Franquismo. Los partidos de extrema derecha crecen en toda Europa al amparo del descontento ciudadano derivado de una situación económica cuyas víctimas se cuentan por millones.

En Heliópolis, a la buena noticia del fracaso electoral de Coalición Valenciana que, al parecer, conllevará su disolución, se le opone un crecimiento notable de España 2000, un partido que, mas que una organización política, parece una fuerza para policial, como las milicias que surgieron en América Latina para hacer el trabajo sucio a los capos de la derecha y que, después de las últimas elecciones, ha resurgido con fuerza.

La bacteria mutante que está causando estragos y produce una alarma sanitaria en Europa, no está sola. Así como su origen es desconocido, el de la hermana que la acompaña intentando producir mutaciones históricas y políticas para regresar a tiempos que creíamos superados, resulta muy conocido y familiar. Hace falta, urgentemente, un cordón sanitario que aísle a la población democrática europea de esa nueva pandemia.

Uno de los hilos de ese cordón es que nuestros políticos mas democráticos escuchen las protestas de la ciudadanía reunida en las plazas, y comiencen, cuanto antes, a tomar decisiones políticas en beneficio del pueblo soberano que los vota, liberando esa soberanía del secuestro a que la tienen sometida los poderes financieros y los mas retrógrados de los poderes empresariales.

Es una opinión.

En fin. La Bacteria Mutante.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRINC.COM) 3-06-11.

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