miércoles, 27 de julio de 2011

FRESCO Y HÚMEDO (2)

A estas alturas del verano ya estamos en situación de valorar la eficacia predictiva de las estimaciones que dos centros de investigación meteorológica hicieron antes de la llegada del estío. El CEAM, Centro de Estudios Ambientales, que se ve que dispone
de buenos augures, de esos que destripan una gallina y analizan sus vísceras antes de dar una opinión, fundada por lo demás en criterios científicos, anunció un verano fresco y húmedo, mientras que la Agencia Estatal de Meteorología, cuyo título sugiere
una grande y extendida estructura burocrática, dijo que iba a ser muy cálido, creo que de húmedo, no dijo nada.
(...)
Si preguntamos a los de Bilbao o por ahí, o residimos en Heliópolis, es obvio que observamos la evidencia de que los del CEAM han acertado de pleno. Solo quienes residan en el valle del Guadalquivir, que en verano es un infierno a prueba de cualquier previsión, coincidirán en sus apreciaciones con los otros augures.

Por otro lado, quienes se ocupan de las estadísticas del clima, ya nos han confirmado que las temperaturas medias en lo que ha transcurrido del verano, están tres grados por debajo del año anterior?. Esto de las medias, claro, es muy relativo, de que nos sirve saber cual es la renta media por habitante, si no tenemos renta alguna. A los residentes norteños que han vuelto a sacar las gabardinas, que no hay día que puedan salir de casa sin paraguas, lo de los tres grados seguro que les parece poco.

Las medias son medidas que sirven para comparar un periodo con otro, pero es el factor localización, y lo que sucede en cada región geográfica lo que mejor refleja la sensación individualizada sobre la naturaleza de los efectos de los factores meteorológicos en la vida cotidiana.

Yo, por ejemplo, no tengo la sensación de haber pasado calor este verano, solo algunos días puntuales he tenido esa sensación de agobio que acompaña la vida en las ciudades costeras, con humedades muy altas, o el ahogo que producen aquí los vientos de poniente. Esto, claro, es algo subjetivo, que no tiene nada que ver con las mediciones del clima. Basta que durante un par de días haga algo de fresco, para que tu memoria del calor se atrofie.

Ahora mismo, miro por la ventana del gabinete en el que escribo, y todo es muy gris, pero no conozco ninguna estadística que informe del color de los días.

En alguna página del blog he hecho un elogio de los grises, tan denostados, porque se asocian a la ausencia de alegría, de felicidad. Me parece un error, la felicidad también puede ser gris ¿porqué no?. Para aquellos que ya tenemos los ojos tan gastados, que el brillo solar nos castiga las pupilas, la suavidad de los grises es un descanso que se agradece, a condición de que no dure siempre, porque lo peor no es que llueva y haga frío, o que nos asemos de calor, lo terrorífico sería tener un clima tropical, sin variaciones estacionales, sin esos ciclos que hacen que broten unas flores y otras no, sin poder contemplar el magnífico espectáculo de los árboles de hojas caducas doradas por el otoño.

En el fondo, me importa un bledo que el verano sea húmedo y fresco, o cálido, lo que me importa es la sucesión estacional que, después de este verano, aparezca el otoño con su esplendor, luego el frio invierno como un anticipo de la explosión floral de la primavera, y que el próximo verano sea, otra vez, esa maravilla habitada por los muslos desnudos, las espaldas deslumbrantes y otros muestras anatómicas de la belleza, que nada se pare, que todo siga girando en esos ciclos de vida, hasta que uno cumpla su propio ciclo, y ya no pueda verlo.

En fin. Fresco y Húmedo (2)

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 27-07-11.

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